𔘓 ⨾ five

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𖦹 𓂃 she doesn't wanna stay

—Debes decirme si mis dudas son ciertas —ordenó el hombre—, no puede ser nadie más que ella

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—Debes decirme si mis dudas son ciertas —ordenó el hombre—, no puede ser nadie más que ella.

—Si lo sabes ya y estás tan seguro, ¿por qué me preguntas?

El silencio reinó por unos momentos, sin embargo, en sus cabezas había muchas voces opinando y tratando de comprender la situación, sin poder silenciar el interior.

— ¿Qué pasó con ella? —preguntó con un hilo de voz.

—Le prometí que no diría nada.

— ¿Dónde está?

—Debes encontrarla, si escondió su chakra debes jugar a su juego y encontrarla, yo estoy completamente fuera de eso.

Al terminar aquella oración, la persona que realizó el cuestionario desapareció, dispuesto con todas sus fuerzas a encontrarse con aquella mujer y poder entenderla después de doce años desconociendo su forma de vivir.

Antes de que el anciano se pueda relajar del todo por unos momentos, el ruido de alguien tocando su despachó lo hizo suspirar sabiendo perfectamente de quien se trata.

—Adelante.

La puerta se abrió mostrando a un hombre sin muchas emociones notables desde el exterior, pero con un lio en la cabeza y especialmente en el corazón. Su pecho dolía, demasiado.

—Creo que debe tener cuidado con la mujer que encontramos hace un mes.

— ¿Qué sucedió?

—Ayer la encontré en la noche, un ninja de la Raíz la estaba agarrando por el cuello mientras que Danzo le estaba hablando. No pude escuchar nada, pero ni bien me aparecí y la dejaron sola, ella no quiso decirme nada y solo desapareció.

El contrarió soltó un suspiro.

—Gracias, lo tendré en cuenta.

— ¿No quiere que la vigile?

—Ella... es un caso especial, así que yo me haré cargo, no te preocupes. Además, tú debes encargarte de otra cosa.

𓏲𓂅

La azabache se encontraba mirando por la ventana, había hecho todo lo que debía, escondió su chakra y cerró la puerta con un sello desde adentro, las únicas personas que podían entrar era Hiruzen y las dos enfermeras que se encargaban de cuidarla. Aunque, aprovechando la calidez de la temperatura, mantuvo la ventana abierta logrando que al aire entré y circule en toda la habitación, creando un ambiente tranquilo para Yuna.

—En tres días me iré, si no gasto mi chakra y solo me enfoco en descansar, mi cuerpo ya estará preparado para escapar y, si me encuentro con Danzo, pelear contra él.

Se asomó por la ventana, dejando la calidez de la camilla. Observó detenidamente las construcciones de la aldea, a la gente, como sus emociones se notaban tan fácilmente. Sus ojos analizaron cada pequeño lugar de lo que en su momento fue su hogar.

—Todos son muy felices para mí... la aldea está decorada de emociones cálidas, yo las perdí cuando me fui, nunca me podría encontrar aquí.

Se sentó sobre el marco de la ventana, dejando su espalda apoyada contra un costado y cerrando sus ojos. Disfrutó de su momento de paz, aquello no sucedía muchas veces en su vida.

Soltó un suspiro y observó como un gran sapo dejaba a un niño en el suelo del hospital.

— ¿Princesa Yuna? —preguntó al aire sintiendo su presencia.

—Aquí estoy, Gamabunta —sonrió hacia el animal—, hace mucho tiempo que no te veo.

—No sabía que estaba por la aldea.

—Solo lo debe saber Renma, solo estaré por tres días más, sucedieron muchas cosas que ya prontamente te dirán —informó—. ¿Naruto te invocó?

—Así es, logró estar en mi cabeza por un gran tiempo. Tiene un gran poder.

—No puedo dudarlo... —murmuró por lo bajo examinando al rubio—. Ya debes irte Gamabunta, como dije, ya pronto te explicaran todas las cosas que pasaron porque lamentablemente alguien conoce aquella información.

—Entiendo, ya me voy Princesa Yuna.

—De mi parte, cuida mucho a Naruto, Gamabunta.

El nombrado desapareció en el aire, volviendo a dejar sola a Yuna pero no por mucho.

—Nunca podré entenderte —se escuchó una voz detrás de ella.

La Momochi se dio vuelta, viendo al peliblanco sin ninguna emoción pero sintió el pinchazo en su pecho y el ritmo de su corazón se aceleró.

—Haces daño Harumi —siguió hablando—, desapareces, no te dejas encontrar, vuelves a aparecer pero te sigues sin dejar encontrar.

—No sé de qué está hablando —respondió cordialmente con una sonrisa muy falsa.

—Ya has perdido, no puedes esconderte de mí, porque te crie.

—Sigo sin saber nada de lo que dice, Sabio Sapo.

—Eres Harumi Namikaze, apareciste en las afueras completamente sola y Kushina te salvó, ella te adoptó y te cuido junto con Minato. Yo, Jiraiya, te enseñé muchas cosas. La aldea de la hoja es tu hogar.

—Soy Yuna Momochi, Harumi Namikaze desapareció hace doce años, ella fue simplemente una personalidad momentánea, todo aquello que formó parte de su vida desapareció cuando ella lo hizo, así que por favor, olvídela.

—No lo entiendo.

—No lo haga Jiraiya, no hace falta —mencionó con una sonrisa.

—Deja de sonreír, puedo sentir tu dolor desde aquí, sigues siendo esa niña que se muestra fuerte ante los demás pero ni bien ellos te dan la espalda te derramas, sigues tratando de luchar sola ante los obstáculos de la vida, sin querer aceptar la ayuda de otros, por eso te fuiste, por eso te desapareciste, para evitar ser ayudada y sufrir sola, no lo d... —

— ¿Qué me queda Jiraiya? —lo interrumpió con una risa sarcástica—, ¿y qué si escapé porque no quiero enfrentar las cosas?

—Todavía no es tarde para explicar todo y que todo vuelva como antes.

—Nunca va a ser lo mismo. Acepté mi destino, el de mi verdadero clan —aclaró por lo bajo—, debo morir por una persona, así que no vale la pena volver a tener una vida si en algún momento la voy a volver a perder

El contrario quedo sin palabras, seguían a una distancia larga, tan solo conectaban sus miradas tratando de encontrar alguna respuesta.

—Por lo menos... espera a que sea los exámenes chūnin y observa a Naruto.

—Lo pensaré.

—Él siente tu tristeza.

𓏲𓂅

desconocida 𖥻 𝗞𝗔𝗞𝗔𝗦𝗛𝗜Where stories live. Discover now