Minis Historias(-SpainRP☆).

⛓Leonway: Amarre.⛓

🌹¿Qué le gusta de mí?🌹

Aviso: no sé jaja escribí lo q salió de mi cabeza, así q no sé xd🔺️
.
.
.

— ¿Estás seguro de esto...? —preguntó Moussa dudoso y miró a Leónidas fijamente. Estaban por cometer una posible estupidez.

— ¿Por qué no lo estaría? Anda, terminemos con esto. —apuró Leónidas y agarró la mano de Moussa que sostenía los materiales.

— Pero...¿y si funciona? —volvió a preguntar Moussa.

— Esa es la idea. —respondió Leónidas.

— Pero-

— Shh, esto saldrá bien.

Moussa miró con inquietud a su amigo, sin embargo, no dijo nada más y empezaron el ritual con solemnidad.

                       🥀🥀🥀

Era un lindo día en los santos, pues extrañamente no había muchos delitos. Algo así era muy agradable para los agentes de policía, quienes se la pasaban tonteando en comisaría. Incluso el Súper Intendente estaba relajado en su despacho, haciendo algo que hacen los supers intendentes. En fin, el ambiente era tranquilo.

Sin embargo, Leónidas estaba ansioso.

Después de haber hecho un amarre de amor con ayuda de su amigo Moussa, se sentía ansioso. Eso fue hace dos días y aún no hubo resultados...bueno, el objetivo era Conway, y ese tipo no era nada fácil.

Pero había leído en foros de Internet que este ritual era muy efectivo, así que Leónidas estaba esperando a que suceda lo impensable.

Mm, ¿que por qué le hizo un amarre al frío y loco Jack Conway?

Bueno, quería un ascenso.

Es decir, ¿quién no le daría un ascenso a su novio? (Sí, el amarre los haría...novios).

Esto era absolutamente estratégico. Aunque al parecer era muy lento. ¡Pero estaba bien, podría esperar un poco más! ¡Haha, esto saldrá bien!

Leónidas sonrió como tonto por unos segundos antes de negar con la cabeza e irse a buscar algo divertido que hacer. Ivanov estaba charlando con Volkov, Yuu y Johnson en recepción, así que Leónidas se acercó a ellos y se unió con una sonrisa.

— ¿Hay chismes? —preguntó y abrazó el brazo de Yuu de manera casual. Este se sobresaltó un poco y sus mejillas se volvieron rosas, pero nadie lo notó.

— Hombre, siempre hay chismes. —respondió Ivanov con obviedad.

— ¿De qué hablas? Los chismes son ridículos. —dijo Volkov, haciéndose el tonto.

— ¿Quieres unirte a nosotros, Leónidas? —ofreció amablemente la agente Johnson. Ella era tan dulce.

Leónidas soltó el brazo del tímido Yuu y rápidamente se integró. Al parecer estaban hablando de Gustabo y Greco, el tema de discusión era; ¿son novios o sólo les gusta jotear? , después de todo, últimamente estos dos eran muy cercanos. Leónidas escuchó y vagamente recordó que los había visto besándose en los calabozos.