La historia de Ann VI

100 80 53
                                    

Día 4: Cayendo la noche
Ann
—Chicas —dije con los ojos brillantes como canicas cuando se acercaba la hora de empezar a contar el resto de la historia

—No tienes que hacerlo Ann, no te fuerces. Si duele, detente -respondió Ali

—Tengo que terminar con esto. Además, no me duele, solo siento que me merezco recordarlo correctamente, pero no puedo —exclamé y comencé a contar antes de que la situación se pusiera más tensa y brotara agua de mis ojos sin mi consentimiento.

Como ya les dije, no recuerdo exactamente lo que sucedió, o como llegamos a eso. Solo sé que un día él me dijo que me quería pero que ya no era lo mismo, que tenía otras necesidades. Que yo... no estaba lista y algo dentro de él estaba cambiando.

Lo siguiente que recuerdo, es que quedamos en ser amigos y que prácticamente seguía siendo lo mismo, hasta que el conoció a otra muchacha, no era mucho mayor que yo, pero era de esas chicas que habían perdido su inocencia muy temprano. Ellos no duraron mucho y nosotros seguimos siendo amigos.

Ya había pasado casi un año desde que nos habíamos distanciado. En ese tiempo viví pequeños y lindos romances, y cada vez que estos terminaban mal, él estaba ahí. Para entonces él ya no tenía citas. Entonces sucedió algo y él hizo algo que provocó que mi cabeza se confundiera.

Fuimos a un concierto cerca de Discssongs, en realidad cada uno fue con su grupo de amigos. De todas formas, no había ya un motivo para unir gente tan diferente como mis amigos y los suyos.

Hubo un chico que se enamoró de mí, era de mi círculo de amigos y comenzó a pedirme que saliera con él una y otra vez toda la noche y para quitármelo de encima Ariel me besó. Aquel que debía ser mi primer beso, no lo era y eso se sintió realmente desalentador.

—Dime que le preguntaste que significaba eso, no había necesidad de que te besara cualquiera se hubiera creído que ustedes estaban juntos sin necesidad de eso —dijo Chelsea a toda velocidad.

—Sí, lo hice. Pero eso lejos de darme esperanzas me tiró contra el suelo —contesté y continué antes de que aparecieran más preguntas

Él respondió que era mi mejor amigo, que me amaba pero que había algo dentro de él que le impedía amarme como antes, y en general estaba muy confundido para amar a alguien. Pero que si en algún momento volvía a amar a una chica sería a mí.
Entonces no noté nada raro en esa frase. Pero era como un adelanto de lo que se avecinaba.

—Puedo preguntar algo —dijo Mel y después de verme asentir preguntó— ¿Aun le amas?

—Claro, es un gran amigo y ha estado ahí en momentos difíciles...

—me refería al otro tipo de amor -me interrumpió

—No, hace mucho tiempo conocí un chico al que amo con todas mis fuerzas, incluso aún más que a él, un chico por el que moriría —le respondí totalmente roja mientras sonreía y jugaba con mis dedos.

—Me alegra saber que podré superar mi reciente primer amor —comentó Mel con voz triste.

—Terminemos por hoy antes de yo también empiece a llorar —exclamó Jessi antes de apagar las luces de la habitación.

From the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora