Civil War

1.1K 88 3
                                    

POV Tony

- A ver He-Loki-ti - Dije mirando a Laufeyson y este me puso los ojos en blanco. - No es tan difícil de entender, tú, Bucky, Sam, Valkiria, Yelena, Pietro y T'Challa, son Team Wanda. - Aclaré. - Y Scott, Thor, Carol, María, Clint, Steve y yo, somos Team Natasha. - Finalicé y este bufó.

- A ver Antonio - Me dijo y me crucé de brazos para verlo desafiante. - No soy imbécil, entendí eso la primera vez que lo mencionaste, lo que quiero saber es por qué demonios Steve y tú están en el mismo team y no Thor y yo. - Dijo y sonreí. La explicación no era complicada, hasta el bebé de Yelena entendería.

- Porque Thor y tú son un desvergue da igual si están juntos o separados. En cambio, T'Challa y Steve son la cordura personificada en nuestras noches de mala copa. - Dije y vi aún no entendía el punto. - A ver, no es tan difícil Laufeyson, así como ustedes tres que trabajan con Wanda, se quedan con ella, Steve que trabaja con Natasha, se queda con ella. - No parecía conforme aún, pero asintió.

- Bien, supongo que lo único que me queda es amenazar a Thor y extorsionar a Steve. - Dijo e hice un gesto parecido a un aplauso. - Genial, me da gusto haber llegado a un consenso contigo, ahora me iré a darle la buena nueva a la futura señora Romanoff. - Dije y este sonrió.

Pocas veces venía a este lugar y debía reconocer tenían estilo y había crecido todo por acá. Me daba gusto que sin Odin en el medio se hayan atrevido a hacer cambios que le eran urgentes a la empresa.

- Tony Stark, no necesito anuncios. El gusto es tuyo. - Dije viendo a la secretaria de los Maximoff's y antes de que la mujer reaccionara ya estaba dentro de la oficina de Wanda.

- TONY - Escuché exclamó con sorpresa y me detuve a acomodar mis lentes. - Maximoff - Dije a forma de saludo y me senté frente a ella quien había dejado la sorpresa de lado y parecía analizar qué hacía en su oficina ahora. - Iré al grano. - Hablé serio. - Vengo a hablarte de la iniciativa Vengadores. - Dije y de inmediato se comenzó a reír. - Idiota. - Me respondió y me quité los lentes.

- Bien Wanda, que sepas que no he venido a una muerte segura, te contaré los planes pero aún podrás poner límites y reglas. - Le comenté y pareció entender. - Vienes a hablarme de las despedidas de soltera. - Dijo y asentí.

- Tú tienes tu team y Natasha el suyo, esto es algo como una Civil War pero sin dramas y con fines de diversión. - Expliqué y ella me miraba curiosa. - Sé que Natasha es una agua fiestas y tú eres incluso más celosa que yo, así que estoy dispuesto a escuchar tus pedidos respecto a qué tenemos permitido y qué no. - Pareció dudar.

- Yo no soy más celosa que tú... - Dijo y puse los ojos en blanco. - Bueno, no te incomoda usemos bailarinas entonces. - Dije y de inmediato frunció el ceño. - Ustedes llevan con otras mujeres a mí novia y los saco de mi lista de invitados. - Dijo casi en automático y cuando me reí pareció notar su actitud. - Mierda. - Exclamó y la miré con una ceja alzada.

- Bien, ¿entonces? - Pregunté y ella pareció pensar. - A decir verdad Natasha y yo habíamos pensado en algo un tanto diferente para nuestra despedida. - Dijo y la miré con curiosidad. - Queremos una despedida de soltera para ambas, o sea en un mismo evento. - La miré sorprendido.

- Con las últimas bodas que se han celebrado y por ende, las despedidas de solteros que se han hecho, hemos comprobado que solemos divertirnos más juntos que por separado. - Dijo y asentí porque en gran medida aquello era verdad. - Pero el concepto de una Civil War sí me gusta, que aún estando todos juntos, estemos divididos, eso da caña a que podamos hacer juegos y competencias. - Sonreí, con ellas esa idea pegaba más con ellas, que lo que tenía en mente, a decir verdad.

Ellas eran una pareja extraña a veces, se amaban, la una destilaba miel por la otra y parecían absortas en un mundo únicamente suyo pero también eran muy competitivas la una con la otra, creo que era el rasgo que más nos hacía notar que, pese a estar en una relación, ambas disfrutaban de retarse, de molestarse y que aún eran muy amigas.

- Bien, me sirve. - Dije y ella se tumbó casi por completo en su silla. - ¿Ustedes ya tienen todo pensado no es así? - Pregunté y ella movió su cabeza de lado a lado. - Necesitamos ayuda igual, tenemos idea de qué es lo que queremos sí pero no podríamos centrarnos en ello, no cuando quedan solo dos semanas para la boda y quedan aún varias cosas por dejar listas. - Admitió y asentí.

- Bien, usaremos sus ideas y nosotros nos encargamos de lo demás. - Dije y ella sonrió. - Gracias. - Dijo en un tono infantil y sonreí también. - Ahora dime, ¿cómo van los nervios por la boda? - Pregunté y ella suspiró.

- Más grandes que tu ego y el de Loki juntos. - Bromeó y sonreí. - ¿Más grandes que la estupidez de Scott y Pietro? - Pregunté y asintió. - Me muero de ganas de por fin casarme con ella, quiero su apellido, llamarla mi esposa, estoy muy jodida y enamorada justo ahora. - Dijo apoyando los costos en su escritorio y hundiendo su rostro en sus manos. - ¿Te asusta? - Pregunté y ella levantó su rostro mirándome sin entender.

- Lo mucho que la amas. - Aclaré y volvió a suspirar. - En parte, nunca consideré el amor tuviese un límite pero ella ha roto barreras, ideas, el amor que me hace sentir va más allá de mi razón, de mi comprensión, yo a veces solo la miro y siento que me es tan natural como respirar el amarla y ella no hace más que darme motivos para sentir aún más. Ella no es perfecta, yo tampoco lo soy, diferimos y discutimos más de lo que muchos creen, pero nada le hace sombra a lo que provoca en mí y eso es lo que asusta, no tener el control. - La miré sorprendido.

- No deberías temer. - Le dije sincero. - Normalmente para que nos hables de temas profundos tenemos que someterte a un tercer grado y empujar tus límites, en cambio, para hablar de cómo te sientes respecto a ella, no lo has necesitado. - Agregué. - Lo has dicho, para ti amarla es tan natural como respirar, y créeme Wanda, se nota, pero no hay de qué temer porque ella siente exactamente lo mismo por ti. - Le dije y ella sonrió. - Ninguna pareja es al cien por ciento perfecta, pero si ella se esfuerza por ti, y tú por ella, que sé que lo hacen, créeme todo funciona. - Miró hacia el techo de su oficina.

- Voy a ser la Señora Romanoff. - Dijo en tono emocionado. - Cariño, el casarte será solo una confirmación, tú lo eres desde siempre. - Dije y ella sonrió.

____________________

Bien, solo faltan dos capítulos más y esta historia dirá adiós. Le tengo un cariño especial porque es la primera que en cinco años me atrevo a publicar. Eso sí, ojalá y no sea la última.

Muchas gracias por leer y por votar, no pensé gustaría al nivel que parece gustar, pero los números son lo de menos, me gusta saber que hay personas que disfrutan simplemente de leer de un amor así: normal y simple pero a la vez, maravilloso e inmenso.

Real e Ideal  - Scarletwidow / WandanatWhere stories live. Discover now