Donde Namjoon es un sabelotodo y a Jungkook le entretienen sus datos curiosos, sin embargo, eso no le quita lo torpe al mayor aún para darse cuenta de los sentimientos que guarda su amigo hacia él.
"Namjoon sabe muchas cosas que la gente no sabe, p...
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Ante el tercer escalón notó que las cuerdas de su zapato iban sueltas, echó un soplido y se agachó para volver a atarlas. En momentos como esos se encontraba particularmente ansioso, una visita al museo de artes para su proyecto del cual dependía su nota final no era algo que tomara a la ligera, mucho menos cuando se trataba de su materia favorita. Jungkook creía tenerlo decidido, iría a la universidad de bellas artes de Seúl el siguiente año. Estaba a nada de graduarse, con una carpeta bajo su brazo, una mochila cargada, y una taza de café en su mano derecha que tuvo que terminar antes de ingresar a la instalación.
Pensó que en pleno martes nadie iría a un museo, mucho menos en la mañana, pero se equivocó astutamente cuando se encontró viendo hacia la espalda de Kim Namjoon. Tal parecía apreciaba una pieza de Monet o eso parecía según el estilo libre y trazos realistas. Sí, pasó años llamando a su amigo un sabelotodo cuando él terminó por aprender cada rama del arte, historias, y artistas.
-Namjoon hyung.
Se acercó a él tan pronto como pronunció su nombre volviéndose testigo de la clara sorpresa que se llevó éste de verle allí también.
-Jungkook, no sabía que vendrías. Debiste decirme.
-Bueno. -Sonrió sutilmente acomodando su carpeta de dibujos bajo el brazo-. Yo tampoco sabía que vendrías.
-Es una coincidencia enorme -dijo Namjoon, riendo ligeramente-. Pero me refería a que no sabía sobre tu interés a los museos.
-Tampoco sabía del tuyo.
-Es reciente.
¿Qué sucedía ahora? Porque parecía haber un enorme muro entre ellos ¿tan incómodos y poco comunicativos se sentían?
Jungkook quería salir corriendo de ahí.
¿Por qué de repente actuaban como si no hubieran hablado en meses?
-¡Namjoon!
Entre tanta tensión, como un afilado cuchillo, llega un desconocido agitando la mano hacia Namjoon, con una sonrisa tan brillante que podría ser solamente opacada por su cabello naranja artificial.
-Minhyuk, hola.
-Lamento llegar tarde, Jieun quería que la dejara en el trabajo de camino aquí.
-No es tarde, yo apenas llegué.
Namjoon volvió al tal Minhyuk y luego ambos regresaron sus afiladas miradas en su dirección.
-Minhyuk, él es mi mejor amigo de la infancia Jungkook -dijo Namjoon, presentandolos-. Y él es Minhyuk, lo conocí en un café hace unas semanas.
"Te dije que no aceptaras citas con desconocidos, idiota." Protestó Jungkook en su cabeza.
-El padre de Min es el director del museo, ¿quieres continuar el recorrido con nosotros? Vienes aquí por tu proyecto de artes, ¿no?
-Ehm... sí, pero bueno yo ya estaba yéndome, de hecho. -Se frotó el cuello algo incómodo y les dedicó una leve inclinación-. Nos vemos luego, hyung, Minhyuk.
Tan pronto como abrió la puerta de su habitación se encontró a Yoongi tirado en su cama, creería que estaba dormido de no ser porque lo vio parpadear tan pronto como cerró su puerta.
-¿Qué haces aquí?
Yoongi se sentó en el borde de la cama y atrapó el peluche de conejo que se encontraba a su lado, poniéndolo en alto.
-¿En serio aún duermes con esto?
-Deja eso.
Jungkook hizo el amago de intentar sacarselo de las manos pero Yoongi lo esquivó y lo puso sobre su regazo.
-Aún no respondes qué haces aquí.
Yoongi pasó sus dedos sobre su cabellera una vez y luego retiró de su chaqueta un sobre que dejó sobre el escritorio junto a la cama.
-¿Qué es eso?
-Abre y descúbrelo.
Jungkook mentiría si no dijera que los vellos de su nuca se le habían erizado al abrir el sobre que Yoongi trajo.
-Mi madre, la directora del comité de aceptación a la academia de bellas artes, está dispuesta a tener una reunión contigo después de que le hable bien de ti.
-¿Qué? Pero tú madre trabaja en...
-En París, sí. Si consigues impresionarla te darán una beca para estudiar en Francia por dos años.
Jungkook estaba tan ajeno a todo, la euforia en su cuerpo lo elevaba lo suficientemente alto como para hacerlo olvidar todo. No quería emocionarse demasiado por si no lo conseguía y tuvo una razón correcta.
