Tercer año 🥞

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San Valentín era el día perfecto, según muchos, para declararse a la persona que te gusta o al menos intentarlo. A Jungkook no se le cruzó una sola vez por la cabeza aquello, y si dijera eso estaría mintiendo. Logró atormentarse toda la noche con la atropellada idea de dejar al descubierto sus sentimientos por Namjoon, los cuales aún siendo fuertes se escondían en un rincón apartado de su corazón. En el cesto de basura había varias pruebas de todos sus intentos fallidos, intentado con muchas ansias sacar de su desesperado corazón esas palabras que repasaba cada vez que se encontraba con el cielo nocturno al abrir la ventana de su habitación. Una montaña de letras, papeles, y sentimientos albergados en un pequeño sitio.

No había forma alguna, las palabras no le hacían justicias y otras eran tan cursis que le avergonzaba nada más pensar.

Y así, logró pasar la noche en vela sin ninguna palabra escrita.

Al día siguiente, cuando tuvo que enfrentarse a Namjoon no lo hizo. Tomaba los caminos más largos, los pasillos más llenos de estudiantes que llevaban cajas de dulces o intentaban colar notas en un casillero ajeno.

Para su desgracia, en algún momento tendría que pisar el salón de clases y encontrar a Namjoon.

Excepto por aquel día de lluvia, Namjoon siempre el primero en llegar, le agradaba la tranquilidad de poder instalarse y abrir las páginas del libro semanal que elegía; últimamente, había estado leyendo bastante acerca del género suspenso. No recordaba los títulos de las novelas, pero si los nombres de los protagonistas o su desarrollo porque de alguna forma u otra acababa escuchando de ellos. Después de todo amaba hacerlo y, aunque lo más productivo que hacía Jungkook en la semana era asistir a clases, Namjoon también estaba para él.

Así que el hecho de haberlo querido ignorar ese día, era totalmente absurdo. Eso no quitaría en absoluto una sola migaja de los grandes sentimientos que tenía, mientras con ser su mejor amigo estaba satisfecho. Pero esa solía ser una tarea difícil, aún más si en San Valentín se le declaraban al chico que te gusta y tú debías quedarte a observar como el mejor amigo.

-¿Y qué le dijiste tú, Namjoon?

-Uhm, no estaba seguro. Así que me pidió que nos encontráramos bajo el árbol de cerezo luego del timbre.

Jungkook sentía como todo el azúcar que había incorporado en su desayuno se le bajaba.

-¿Pero tú qué harás? ¿Quieres ser su novio?

-¿Qué crees que debería responderle, Jungkook?

Jungkook tampoco lo sabía, o fingía no saber, pero para una respuesta que jamás llegaría era salvado, o tal vez no, por la entrada del profesor.

El timbre esa vez, no fue su salvación.

Luego de la clase, Namjoon no perdió tiempo en dejar el salón, mientras que él parecía un marisco seco y feo.

Taehyung se sentó junto a él abriendo una caja de chocolates, de alguna forma eso le parecía familiar.

-Escuché todo, no tienes que decir nada. Al fin y al cabo me siento detrás de ustedes. No quieres que Namjoon salga con esa persona, ¿no?

-Yo...

-¿Y por qué no se lo dices? Pienso que es un buen día para eso.

Jungkook corrió tanto como pudo hacía el árbol de cerezos con las ansias de encontrar a Namjoon antes de que fuera tarde. Lo pudo hacer, su hyung aún estaba allí sentado en un banco esperado mientras tarareaba una canción muy lenta.

-¡Namjoon!

-¿Jungkook?

Su hyung se puso de pie.

-¡Dile que no! ¿Qué clase de tonto se te declara sin más? No puedes tener sentimientos por alguien que no conoces solo porque llegó de la nada a decir que le gustas, ¡pienso que es absurdo! Mereces algo mejor, así que sería una desicion precipitada y tonta. Así que no lo hagas, no salgas con esa persona, un día... alguien te dirá lo que siente convirtiendo un día ordinario en uno de San Valentín.

Namjoon sonrió, sonrió de una manera que abarcó todo el corazón de Jungkook, con esos hoyuelos peligrosos en sus mejillas.

-Oye, llegas tarde.

-¿Qué?

-Ya le dije que no, ¿sabes? No lo había considerado como tú, pero ahora pienso que tienes razón.

Jungkook suspiró y trató de sonreír, pero una duda lo detuvo.

-Koo, ¿sabías que los latidos cardíacos pueden sincronizarse cuando dos personas se aman? Ya sea un momento emocional, una sopresa, un evento o día importante.

-¿Sabes, Namjoon? -El viento sopló, dejando caer algunas hojas y flores-. Eso es muy curioso.


Curioso | NamKookWhere stories live. Discover now