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Todos pensaban que Naruto en todo el tiempo que no estuvo en la aldea ya sería alguien más maduro, menos infantil y se comportaría cómo un adolescente normal. Pero la vida no te da milagros.
El rubio estaba jugando a los espías junto con su fiel Dragon, Ryuu. Los dos chicos estaban en una misión super importante que ellos mismos se habían puesto. Siguiendo a dos de sus amiga las cuales estaban pasando el rato cómo amigas, pero su amigo castaño les arruinaba todo su show.
Kiba el violinista le dicen.
Los jóvenes sabían que ellas dos sentían algo más que amistad, pero ______ no tenía el valor de declararse a Hinata mientras que Hinata estaba esperando la declaración de ______. Sería todo un problema.
Aquello dos viven shipeando a sus amigas desde que las vieron juntas por primera vez.
Hinata miro de reojo a la más alta para después volver a mirar al frente con las mejillas sonrojandas, ______ le dio una leve mirada a la más baja mientras sonreír y sus mejillas de volvieron rojas.
Los espías tuvieron que ahogar un grito fangirl al ver aquello.
Su Shipp siendo re canon, parte 5137.
Así que la auto-mision era:
Hacer su Shipp canon
Para ellos sería pan comido, ya sabían que ambas se gustaban y ya solo era cuestión de darles un pequeño empujón para que por fin se dieran cuánta lo mucho que se gustan.
Y no, acosaran al creador por todos los medios posibles -que en este caso serían los padres de sus amigas-, preferían tratar de juntar a sus dos amigas en una situación donde griten a los cuatro vientos su amor. El problema es que ni siquiera sabían por dónde comenzar.
Al rubio se le vino a la cabeza una leve idea la cuál pensaba que funcionaría.
“Disfraz”
Vestir a su amigo de un vender común y corriente y tratar de poner el ambiente algo romanticon para que poco a poco vaya animando a las dos a confesar sus sentimientos.
Esto no parecía tan malo, pero para que no los descubrieran el rubio le coloco una peluca roja al dragón, Ryuu se la puso con algo de duda porque no sabía de dónde había sacado la peluca su amigo. Y tal cómo grandes artistas y gracias a la madre naturaleza que les regalo unas cuantas rosas -más bien la robaron de un jardín-, comenzó la actuación.
