Día 14

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  Los primeros rayos de luz les bañaron. Se habían olvidado de cerrar las persianas pero aquello no importaba. El calor solar se hacia agradable sobre todo por la mañana.

    Irwin abrió un ojo y vio la nuca de Jenna. La rodeaba entre sus brazos por detrás mientras ella dormía como un lirón. Apretó la nariz contra su cuello e inspiró aquel aroma peculiar de Jenna que tanto le enloquecía. Quería que ella despertará y luego se percató de lo egoísta que estaba siendo. La soltó de entre sus brazos y la dio un beso en la mejilla despidiéndose de ella. Salió de la habitación y bajo las escaleras hasta la cocina. Le prepararía el desayuno a Jenna y se lo subiría en una bandeja. Puso dos tostadas en la tostadora y preparó café. Se encargó también de exprimir zumo de naranja y colocar una flor lila sobre la bandeja blanca. Cuando ya estaba  todo listo el teléfono fijo sonó. Era raro, pues muy poca gente sabía el número. Dejó la bandeja en la mesa y descolgó diciendo:

   —Residencia de los Barkley de la playa ¿si?

   —Irwin ¿eres tú?—dijo la ahogada voz de su hermana.

   —¡¿Lissie?!

  Oyó al otro lado de la línea como esta lloraba a pleno pulmón.

  —¿Qué ha pasado?¿Es por mamá verdad?

  —En cierta parte sí.-dijo ella intentando calmarse.—Mi novio Will me ha dejado y he discutido con mamá, no sabía a donde ir así que he venido a tú apartamento y como no estabas y el portero había dicho que te habías ido de viaje, supuse que estarías en la casa de la playa.

    Lissie hablaba muy rápido pero Irwin logró entenderla cada palabra pues no era la primera vez que su hermana le lloraba.

   —Haber Lissie tranquilizate.—pidió Irwin estrujandose las cejas.—¿Quieres que vaya a la ciudad?

   —No, no hace falta, solo quería pedirte permiso para quedarme aquí no quiero volver a casa.—dijo resignada su hermana.

   —Volveré dentro de unos días, puedes quedarte todo lo que quieras.

  Oyó un leve "gracias" y después colgó el teléfono.

  Irwin cerró los ojos por unos momentos y luego los abrió sintiéndose así más relajado pues tenía tensos los musculos. Cogió la bandeja y subió las escaleras. Al entrar en la habitación de invitados se sorprendió al ver a Jenna sobre la cama observando las fotografías de un álbum de fotos.

   —Buenos días...¡Oh no!—dijo con el rostro cargado de vergüenza.—¿Qué haces viendo eso?

  Jenna levantó la mirada riéndose.

   —No sabía que fueras tan mono de pequeño Barkley.

  Irwin se atragantó y dejo la bandeja a los pies de Jenna.

   —¿Para mí?—preguntó ella con una sonrisa.

   —Para los dos.—señaló robándola un suave pico en los labios.

   Jenna cogió una tostada con mermelada y se la llevó a la boca sin desviar la mirada de las fotografías de álbum. Irwin se situó junto a ella mirando con melancolía los recuerdos de su niñez.

   Había cientos de fotografías en la playa, nadando, haciendo los famosos castillos de arena...En todas ellas salían Irwin y su difunto hermano. Debían estar muy unidos por lo que veía. Tras las primeras páginas comenzó a salir Lissie en las fotos. Ver a los tres hermanos le resultó enternecedor.

   —Cómo veras mi padre apenas aparece, se pasaba todo el día trabajando y dos semanas al año se tomaba la molestia de pasar las vacaciones con su familia.

   Dos semanas no era suficiente para conocer a tus hijos y Jenna sintió lástima por Irwin. Él enseguida captó la tristeza que emanaba de su rostro.

   —No importa Nesmith aprendí a vivir sin él hace mucho tiempo.

  Irwin cerró el albúm y lo devolvió a la estantería de madera grisácea.

   —Hemos venido a divertirnos, así que pensé que hoy sería una buen día para enseñarte algo nuevo.

  Jenna sonrió y acostumbrada comenzó a meditar sobre los descabellados propósitos de Irwin.

        ~  •  ~

  

—Quitate el casco.—pidió Irwin justo cuando aparcaron frente a la baranda del paseo marítimo.

   Era una carretera por la que pocas veces circulaban coches y se mantenía vacía pues la playa estaba a la otra punta.

   Irwin se bajo de la moto y cogiendo a Jenna de la cintura la dejó sobre el asfalto. Ella obedeció quitándose el casco y dejando escapar su melena ondulada. Irwin atrapó un mechón negro de su pelo y lo enrolló en sus dedos.

—Eres preciosa.—fue lo único que se escapó de sus labios.

—No hablemos de belleza Barkley.—respondió ella guiñándole un ojo.

    Este sonriente le hizo una seña a Jenna para que se montara de nuevo en la moto.

—¿Sin casco?¡Me mataré!

Irwin soltó una carcajada diciendo:

—Confía en mí Nesmith, hoy vas a tener el control tú.

   Jenna quiso saber a qué se refería y si quería saberlo no había otra que seguir sus pasos. Se subió a la moto en el asiento de atrás.

—Ah no, tú vas alante.— puntualizó él.

   Ella pestañeo repetidas veces sin entender las incoherentes normas de Irwin. Se arrastró hacia el asiento delantero y sintió como Irwin se situaba tras ella al notar el peso que ejerció contra la Harley.

Él se pegó junto a su espalda.

—Coge el manillar.—dijo mientras situaba con sus manos las de ella en el volante de la moto.

En pocas palabras le explicó como frenar, arrancar y acelerar. ¡Irwin la estaba enseñando a conducir una moto!

—Vamos Nesmith tú puedes, confía en ti.

   Respiró hondo y con el corazón desbordado hizo rugir la  Harley y esta comenzó a moverse despacio.

—¡Pisalé fuerte Jenna!

Ella rió y obedeció retorciendo el manillar izquierdo.

  La Harley dejo de ir como una tortuga para volar como un cohete. Al principio pareció complicado manejarla pero poco a poco fue pillándole el truquillo. Irwin extendió sus brazos para sujetar el manillar junto a las manos de Jenna. El viento les golpeaba fuertemente retirándoles el pelo de la cara hacia atrás. Irwin colocó su barbilla en la clavícula de Jenna como si la estuviera abrazando. Ella simplemente rió cargada de adrenalina.

—Ahora suelta las manos Nesmith, yo cogeré el mando.—gritó en su oído.

  Ella lo hizo y las extendió a ambos lados dejándose llevar por el fuerte vendaval que les envolvía.

   Pertenecían a mundos distintos, mundos que estaban incompletos y al estar el uno cerca del otro eran capazes de llenar el vacío de cada uno.

Bueno preciosas!! Este ha sido largo, y aún queda mucho más: 16 días (algunos me los saltaré) besos a todas❤ dejadme vuestra opinión.

   

Mil razones - (Sin editar)Where stories live. Discover now