Jeon Jungkook es un alfa con una visión clara de la vida. Terminar sus estudios de medicina, conocer a un lindo y tierno omega capaz de darle una vida llena de amor y cachorros.
Min Yoongi es un omega algo desalineado al que le encantan las fiestas...
Desperté cuando sentí que alguien acariciaba mi rostro. Mi espalda dolía por la incómoda posición en la que me había quedado dormido. Abrí los ojos y vi a Yoongi recostado en la camilla mirándome con amor, con cariño.
La verdad era que no lo entendía, creí que mi omega me odiaría por haberlo hecho llegar al hospital luego de mi celo, pero su mirada solo demostraba amor.
- Buenos días - susurró - te ves tan cansado, cariño - comentó
Mordí mi labio inferior para reprimir una sonrisa. Mi dulce y precioso omega se encontraba herido, pero aún así se daba el lujo de preocuparse porque yo dormí en una silla a su lado, apoyando mi cabeza en la camilla.
- Estoy bien - dije tomando su mano y besándola - lo siento, omega, no quería que esto pasara - comenté sintiéndome culpable hasta la médula.
- Mi amor, estoy bien, te lo prometo - tomó mi mano - ¿Podrías simplemente olvidarlo? No fue tu culpa, esto pasó porque no dejé que me marcaras - explicó - así es que me lo provoqué solito...- comentó haciendo una mueca
- No te eches la culpa de algo que no corresponde, mi vida - lo corté - Voy a compensártelo, te lo juro, pero por favor perdóname - supliqué
- Jungkook - habló suave y sonrió - No estoy enojado - contó - No voy a negar que me duele, pero estoy bien. Te prometo que volvería a hacerlo sin dudar -
Miré a Yoongi incrédulo, no dando crédito a lo que oía - ¿Por qué? - pregunté
El se encogió de hombros como si fuera obvio - Eres mi alfa, Jungkookie, ya no podría estar con alguien más - entonces sonrió de aquella forma que me hacía sentir mariposas en el estómago.
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Yoongi estuvo en el hospital por aproximadamente quince días. Iban a darlo de alta a la semana, pero le rogué al médico que lo dejara una semana más. El médico me conocía, era un alfa profesor de la universidad que me había dado clase el año anterior y yo había sido su mejor estudiante. Así que aceptó mi solicitud.
Le pedí prestado el coche a Jimin para llevar a Yoon a casa. Conduje con cuidado, claramente, para no hacerle más daño de manera accidental. Miraba de reojo a Yoongi y le hablaba con dulzura, siempre creyendo que él estaba molesto, que en cualquier minuto me escupiría en la cara que por mi culpa estaba así y, sin embargo, aquello jamás ocurría.
Aparqué el vehículo en el estacionamiento y bajé rápido para tomar en brazos a mi omega. Él negó de inmediato - Estoy bien, alfa, caminaré - me sonrió
Bajé la maleta con las cosas de Yoon y le ofrecí mi brazo para que se apoyara en mí durante el trayecto. Subimos al ascensor en silencio y, durante los 25 pisos, el mantuvo una expresión calma.
Las puertas del elevador se abrieron y Yoon fue el primero en salir. Yo le seguí de cerca, siempre atento a ver si él necesitaba algo más de mí. Abrí la puerta del departamento lo más rápido que pude.
