CAPÍTULO VEINTINUEVE

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ENTRE VIAJES EN AUTOS Y FANTASÍAS ORGASMICAS





Decir que el viaje fue incómodo es quedarse corto. De verdad. Maldita Isabella, me las pagará, le haré..., bueno, no sé qué es lo que le haré, pero alguna buena maldad se me ocurrirá.

La música está a una altura ambiente y vamos en silencio, en realidad, Voldemort y yo estamos en silencio, porque en los asientos de atrás hay risitas y cuchicheos, por lo que como haría cualquier persona con mi humor, los ignora como si fueran algo que no va conmigo.

—Que no —susurra Isa sin dejar de reírse—: seremos solo amigos.

—¿Me chuparás la polla? —Y al ver la expresión escandalizada de Isabella, agrega—: como amigos, claro.

—No voy a ser esa clase de amiga que te chupa la polla, Xan —repone con un suspiro exasperado.

—¿Por qué no? —se queja Xander. Tiene el brazo alrededor de los hombros de Isa—. Yo te chuparé también el coño: los dos saldremos ganando.

Tengo que cubrirme la boca para no carcajearme y de reojo veo como Pierce se muerde los labios para no reírse también.

—No vamos a ser esa clase de amigos —sentencia Isabella.

—¿Qué clase de amigos seremos, entonces? —farfulla Xander, evidentemente molesto.

—Mejores amigos, como cuando éramos jóvenes.

—Odiaba ser tu mejor amigo —confiesa él.

—Eso es mentira.

—No es mentira, lo único que quería era meterte en mi cama —replica con un encogimiento de hombros.

—Cosa que al final lograste —lo interrumpe Pierce. Por un breve segundo lo mira por el espejo retrovisor y le lanza una sonrisita maliciosa—. Y después no pudiste sacártela de la cabeza y la perseguiste como un perro faldero.

—Es verdad —concuerda Isa con una sonrisa.

Y Xander dice a la vez:

—Eso no es cierto.

—Sí, es cierto —repite Isabella, empujándolo con el hombro—, hasta me dijiste que lo hice bien.

—No podía decirte que lo habías hecho mal. Sería una mierda si lo hubiera hecho, ¿no?

—¿Lo hice mal? —inquiere Isa con los ojos entrecerrados.

—Por supuesto que no —se apresura a responder Xander—. Joder, la estoy cagando, ¿verdad?

—Sip —responde mi amiga cruzándose de brazos—. De hecho creo que pasaremos a ser algo así como hermanos.

—Vas a torturarme mucho tiempo, ¿verdad?

—No sé de qué me estás hablando —contesta Isabella desviando la mirada hacia la ventanilla.

—Claro que lo sabes —espeta Xander antes de atrapar el lóbulo de su oreja con sensualidad—. Harás que ruegue por ti, vas a hacer que me arrastre por un poco de tu atención, ¿verdad?

—Me gusta como suena eso —contesta Isa con una sonrisa de suficiencia.

—Eres malvada —murmura sonriendo con maldad sin dejar de observar a Isabella con fascinación.

—Aún así, me adoras —contraataca Isabella, haciéndose una bola. Hunde el rostro en su cuello y aspira de manera sonora—. Mierda, Xander: hueles a Infierno Prohibido —confiesa con la voz grave por la excitación.

Pecado con sabor a chocolate [+21] ©️ LIBRO 1Onde as histórias ganham vida. Descobre agora