Fearless | Harry Styles

XXXII

Harry.

— Como puedes tener todo esto Harold — aventó todas las revistas al suelo — ¡eres un maldito! ¡¿por qué cojones las conservas?!
— Cálmate Candy, no te pongas así — la tome de los hombros pero ella se esquivo muy irritada
— ¡No me digas que me calme y mucho menos que me ponga así! — chilló, pasando sus dedos por el cabello — ¿Cómo quieres que reaccione?, ¡mi novio tiene un montón de revistas de su ex novia! ¡¿tú crees que debería de calmarme?! ¡Pues no!
— Candy, basta — dije entre dientes — debemos de hablar, muy seriamente.
— ¿Ahora qué? — bufó, mirándome mal.
— Debemos de parar esto, no sé si realmente finges no saberlo pero yo creo que sí lo haces, sabes que sigo amando Carter y nunca he dejado de hacerlo.
— ¿Qué? — ahogó un grito
— Mira, yo te quiero como un amigo, y siempre lo haré Candy. Pero yo no puedo mirarte de otra forma, no de esa manera — le aclaré, ella frunció sus labios y comenzó a derramar lágrimas.
— ¿Tu no me quieres? — chilló, poniendo su mano en su pecho
— Que sí, pero como amigos.
— No puedo creerlo. Pensé que ya te habías olvidado de ella, que ahora me amabas a mí.
— Candy no lo hagas difícil, tú misma sabías cuanto la amaba o en este caso, amando.
— Que sí joder, pero.. ¿y todo lo que pasamos? — lloriqueó bajando su vista
— Lo tendré en cuenta, siempre te querré como una amiga.

Candy se sentó en una de las sillas para comenzar a llorar en silencio. Yo sabía que siempre hacía eso para que termine abrazándola y sobre todo perdonarla. Pero esta vez no iba hacerlo, no voy a caer en intento. Me he dado cuenta que debo hacer esto si quiero estar con la persona quien amo, se que le hice daño a Candy, pero no hay nada para arreglarlo. No perderé más tiempo pasando mi vida con alguien que nunca amé. Quiero dedicar ese tiempo para estar con Carter, y decirle cuanto la amo de verdad.

Carter.

— Londres, ¡te he extrañado tanto! — suspire sonriendo
— Hay que coger un taxi e irnos, ¡muero de sueño! — dijo Jorge bostezando, el pobre no pudo dormir porque yo andaba hostigándole, ya que yo tampoco no podía dormir.
— Hace tanto frío — me cubrí más con mi suéter
— ¿Vamos por un café?, tengo ganas de uno — pidió Taylor
— Ni jodan ¡Quiero irme a casa! — insistió Jorge en un quejido
— Pues vete tú, nosotras iremos por un café — reí
— Las odio chicas — negó y nos siguió hasta la cafetería

Ya era muy noche, y en Londres hacía siempre frío, mucho más que en Nueva York. Pedimos unos cafés para nosotros tres y en cuestión de minutos, ya lo teníamos en las manos. Fuimos a la estación de taxis con nuestras maletas y cafés, y ahí esperamos media hora hasta que comenzó a chispear.

— Dios, que suerte tenemos — rió Taylor temblando de frío
— Lo sé, ya quiero llegar a casa — murmure bebiendo de mi café caliente
— Ahora se aguantan cabronas, yo les dije — dijo Jorge y nosotras reímos
— Tranquilo, ahí viene uno.. — alcé mi brazo y el taxista se paró para que nos subiéramos — ahora sí, vámonos.

Dejamos primero a Taylor, luego a Jorge, quien nos demoramos más en llegar en su casa, no quiso que me quedará en el taxi porque ya era muy noche y mi casa estaba demasiado lejos como para quedarme otro rato aquí, así que me sugirió irme a su casa a pasar la noche y así lo hice. Entramos a su hogar, nos cambiamos para dormirnos más cómodos con nuestras pijamas y nos fuimos directo hasta su cuarto. Yo me eché a dormir en su cama, y él en el sofá de su habitación. Yo le insistí en que se durmiera conmigo, pero él se negó para que estuviera más cómoda.

Aguanté mis ganas de dejar de recordar a Harry, pero simplemente no podía dejar de hacerlo, los recuerdos me llegaban a cada rato. Vi a Jorge dormido, estaba roncando levemente sin hacer mucho escándalo. Me reacomode en la cama y seguí con mi vista al techo, tenía problemas para dormir. De pronto, mire la hora en el despertador y vi que era las cinco de la mañana, cerré mis ojos de nuevo y en cuestión de minutos, caí dormida.

Desperté muy temprano con la sensación de que no había podido dormir nada, luego me fui al baño a cambiarme con la mismísima ropa de ayer ya que me daba pereza sacar algo de la maleta. Mire a Jorge aún dormido, opté en irme de una vez dejándole un carta diciéndole que ya me iba a mi casa. Llegué en un taxi, y entre suspirando a la vez que dejaba todas mis cosas en la sala, me senté en el sofá y me dedique ver televisión un rato.

 — ¡Ya voy! — grité cuando escuche que alguien tocaba el timbre, se me hacía muy extraño, cuando abrí la puerta casi caí al suelo — ¡Harry! ¡¿Qué haces aquí?!
— Te amo — murmuro, simplemente dijo eso.
— ¿Qué cosas dices?.. — mi voz se corto, seguía sin creerlo
— Te amo Carter, te amo demasiado — tomó mis mejillas y comenzó a besarme con mucha ansiedad, yo retrocedí pasos aún besándolo.
— ¿Qué haces en Londres? ¡no entiendo nada! — me aparte, viendo sus ojos brillosos
— Me he enterado que no has pasado la audición, me dijeron ahí mismo en la empresa que te habías regresado a Londres, y he venido por ti cariño — me abrazo fuertemente
— ¿Qué hay de Candy? — murmure
— Olvida eso, he terminado con ella.

Y eso fue todo. Seguí besando sus labios, agarrando sus mejillas con fuerzas para besarle, sin dejar ni un espacio entre nosotros. Harry tomó mis caderas y me pego más hacia él, no quería soltarme y yo tampoco a él.

— ¿Estaremos por fin juntos? — preguntó él, mirándome a los ojos
— No sé, dime tu.. — reí, rozando mi nariz con la suya
— Te amo Carter, soy un jodido amándote.
— Yo también te amo.
— No sabes cuánto me alegra oír eso — sonrió muy contento
— A mi también, enserio. Pero.. tengo frío, hay que entrar.
— Oh sí, lo siento cariño — cogió mi mano y juntos entramos — ¿qué tal si preparamos cafés?, sabes que nos encanta el café.
— He tomado café esta mañana, ¿Qué tal si preparamos chocolate caliente?
— Lo que sea amor. Anda, vamos..

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bonitas, si veo votos y comentarios, le sigo al otro HUHU. So, las quiero mucho, que bueno que les guste y que la lean, me he enamorado de ustedes, lmao :)