El aire caliente y pesado le abrasaba la piel.

Qué distinto a Santorini... Aquellas noches de ensueño que había compartido con Zayn.

Habo varios momentos en los que creyó que lo amaba de verdad; días perfectos, antes de descubrir que lo había utilizado como escudo para protegerse de Petra, la mujer que llevaba a su hijo en el vientre, la mujer con la que ya debía de estar casado.

Un brusco golpe de la aspiradora en el medio de la espinilla lo devolvió a la realidad de un plumazo.

El tiempo que había pasado con Zayn no había sido nada más que una fantasía. Su auténtica vida era lo que estaba a su alrededor.

Ése era su mundo, una realidad que se había encogido durante las dos semanas anteriores, convirtiéndose en una polvorienta carretera con edificios de madera a ambos lados.

Se acercaba otro coche, abriéndose paso a través de la calle principal; un coche increíblemente limpio y resplandeciente; la carrocería demasiado baja y aerodinámica para los antiguos caminos rurales.

Niall se detuvo un momento para verlo pasar. Sin embargo, para su sorpresa, el vehículo se detuvo frente al hotel, bajo la sombra de un viejo gomero.

¿Era ése el huésped distinguido que esperaban? En Mullingar no se veían muchos de ésos.

El joven dejó a un lado la aspiradora y apoyó los brazos en la barandilla para observar. El conductor se bajó del vehículo y entonces se quedó sin aire.

Zayn...

Vestido con unos pantalones de pinzas color crema y una camisa blanca a medio abotonar, parecía sacado de cualquier ciudad cosmopolita de Europa.

Anonadado, Niall se aferró al pasamanos, pensando que sus piernas ya no serían capaces de sostenerlo.

¿Por qué estaba allí? ¿Qué quería de el?

Estaba solo. Sacó un pequeño bulto del maletero.

Niall sintió ganas de escapar antes de que lo viera. Tenía que esconderse en su habitación del sótano.

Pero entonces Zayn levantó la vista y sus miradas se encontraron.

«Por favor, por favor, quiero odiarte por lo que me hiciste. Quiero estar furioso por la forma en que me utilizaste. Quiero olvidar. Por favor, no me hagas recordar», pensaba Niall, con el corazón en un puño.

No obstante, bastó con una sola mirada para darse cuenta de que todavía lo deseaba con todo su ser. Y entonces él se quitó las gafas de sol y Niall supo que sentía lo mismo por el.

¿Pero por qué estaba allí? ¿Qué podía significar todo aquello?

Dispuesto a salir corriendo, Niall retrocedió un paso, pero él lo hizo detenerse levantando una mano.

Kalimera, Niall —dijo con su espléndido acento de siempre.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí?

—Me gustan mucho los omegas de Irlanda —le gritó desde abajo—. Siempre dicen lo que piensan.

Se oyó un murmullo proveniente de la puerta de entrada del bar del hotel. Debían de ser los hombres que siempre se juntaban allí para pasar el tiempo.

—¿Conoces a tantos como para saberlo con certeza? —dijo Niall, y enseguida deseó haber salido corriendo.

Parecía que todos los clientes del bar acababan de salir al exterior para enterarse de lo que estaba ocurriendo.

—Sólo a uno. Pero con ésa me basta y me sobra.

Una oleada de risotadas brotó de la multitud. Todos miraban con asombro a aquel dios griego que parecía sacado de la portada de una revista.

A Niall no le hacía falta ver las expresiones de sus caras para saber lo que estaban pensando; que había que estar loco para rechazar a un hombre como ése. Sin embargo, ellos no sabían lo que Zayn había hecho. Ellos no sabían que él tenía a una mujer embarazada en casa.

—¡Vete al infierno, Zayn!

A duras penas logró bajar la aspiradora por las escaleras exteriores, huyendo de él. Se dirigió rápidamente hacia las escaleras del sótano. Estaba demasiado confundido como para pensar con claridad. Tenía el corazón demasiado herido.

Pero Zayn lo interceptó en el vestíbulo del hotel.

—Niall.

—Qué ironía. Que nos volvamos a ver de esta forma. ¿Tienes pensado apropiarte del Mullingar Hotel? ¿Debería buscar otro trabajo ahora?

—No he venido por el hotel.

—¿Ah, no? —se agarró al poste de la escalera de caracol como si fuera su salvavidas—. ¿Entonces qué estás haciendo aquí?

—Vine a verte.

—¿Y si yo no quiero verte?

El ruido del bar contiguo llegó hasta sus oídos. La gente había entrado rápidamente, decidida a no perderse ni un detalle de la película.

—Tenemos que hablar. Aquí no. En privado. Cena conmigo esta noche y te lo explicaré todo.

—¿Señor Malik?

Daphne Cooper, la esposa del gerente, se arreglo el pelo y sonrió como una colegiala.

—Si es tan amable de firmar aquí. Si necesita un poco de intimidad, puedo servirles la cena en la suite nupcial —les dijo, guiñándole un ojo a Niall.

—Se lo agradecería mucho —dijo Zayn.

Daphne se rió con nerviosismo y Niall aprovechó la oportunidad para salir huyendo.

Entró en su habitación dando un portazo, agarró sus cosas de baño y se encerró en él antes de que Zayn pudiera seguirlo.

~ ♡ ~
HAKFJDKAKA se va a poner buena la cena!!!

Se me olvido que tenia que subir el capituló hace unos días que lo termine 😂 lo siento!!

Lover for Money | ZiallWhere stories live. Discover now