Adictos a la maldad

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Una vez más Flora visitaba a sus ahijados en el Orfanato y como siempre, entraba con el brillo de la luna y como si fuera una brisa, aparecía dentro del cuarto y comenzaba a caminar entre las camas o simplemente se sentaba en su sillón, y cuando estaban todos los niños listos en sus camas, comenzaba a contar una historia, con una pequeña vela como iluminación. Y así comenzaba:

Érase una vez, un hombre lloraba desconsoladamente al pie de un árbol, sus sollozos se oían muy altos y no paraba de quejarse. Él creía que nadie lo observaba, pero se equivocaba, había un ángel, una mujer, observándolo desde una roca.

El hombre miró al ángel sin querer, y volvió a mirar rápidamente asombrado de su presencia, quedando sin habla y secando sus lágrimas.
- ¿Por qué lloras?- le preguntó el ángel.
- Yo.... Yo..... - comenzó a llorar otras vez.
- Respira, intenta calmarte.... Quizás pueda ayudarte.
- Es que mi vida es un desastre, tengo tan mala suerte, nada de lo que me propongo se cumple: mi familia la he perdido, mi negocio no prospera y creo que estoy enfermo, JJJJjJ- se quejaba el hombre hasta que comenzaba a llorar otra vez.
- Ya veo...... bueno, déjame ver qué puedo hacer- dijo el ángel levantando una ceja irónicamente.... Ajá.... Si....- decía mirando hacia su oído izquierdo como si alguien le hablara- esto es lo que vamos a hacer: un trato de un día.
- ¿Un trato de un día?
- Si..... durante un día, vas a conseguir tener únicamente pensamientos positivos, y por lo tanto emociones positivas, y de más está decir que tu conducta será buena.
- Pero, no suelo tener muchos pensamientos positivos que digamos.
- En ese caso, no te puedo ayudar- el ángel alzó sus alas e hizo como si fuera emprender el vuelo.
- ¡No, no, no!... por favor.... Te lo suplico.... Haré lo que me digas.
- Fíjate bien, no se trata de pensar ingenuamente y decir que "todo estará bien" aunque las cosas se te pongan difíciles..... se trata de que tus pensamientos no te pertenecerán por un día, le servirás al bien en este mundo, y por lo tanto, se los vas a regalar, tendrás pensamientos dignos de él, serán pensamientos de amor, felicidad, salud, armonía, bondad.... Etc, etc, etc..... ¿Estás entendiendo?
- Si
- Aun cuando la situación se te ponga difícil, deberás saber que los pensamientos no te pertenecen y que de lo contrario a eso, sería prácticamente una ofensa a las fuerzas del bien.
- Entiendo.
- ¡Perfecto!.... cumple con esto y conseguirás la mayoría de tus deseos.
- Recuperaré a mi familia?
- El libre Albedrío no lo permite, pero sí podrías recuperar tu negocio.
- Gracias, gracias, gracias.
- Además, podrás ir al cielo cuando mueras.
- ¡Oh, maravilloso!

Diciendo esto el ángel elevó sus alas y se elevó, la fuerza del viento que hacía movían las ramas que estaban cerca, incluso el hombre tuvo que ponerse la mano frente a su rostro porque lo molestaban.
- ¡Recuerda!- le decía mientras movía sus alas cogiendo impulso- ¡Solo pensamientos digno del bien, y todos tus problemas se habrán resueltos. ¡AH! ¡Comienzas mañana a la 1:00am y terminas a las 12:00pm!

El hombre se fue feliz para su casa. Estaba listo para recuperar todo lo que había perdido y comenzar una nueva vida. Y así temprano en la mañana, desayunó, hasta hizo una oración religiosa y se sentó en el portal de su casa, procurando no pensar en su negocio, su familia, y todo aquello que lo atormentaba, sólo que notó que cuanto más intentaba deshacerse de esos pensamientos que tanto lo afligían, más le venían a su mente.

Entonces escuchó un susurro desde el bosque "A lo que te resistes, persiste; no luches, déjalo ir".
- No estaba soñando ni nada- se convenció el hombre, quien había llegado a dudar y pensar que había sido sólo un sueño.

Se paró, movió los brazos a ambos lados, se estiró intentando no pensar en nada negativo. Entonces se le ocurrió que podía leer un buen libro. Fue muy contento a un desván pero para su sorpresa, no había nada positivo en lo que leía, al parecer sólo le atraían calamidades y desgracias, entonces, decidió ir al pueblo a buscar algo como lo que necesitaba.

Por el camino, se encontró en medio de dos veredas, una conducía a una pelea entre hombres que rodeados de mucha gente, se golpeaba soltando sangre, y el otro, estaba tranquilo y conducía al pueblo donde encontraría lo que buscaba.
- Debo alejarme de los problemas si quiero conseguir mi objetivo- pensó sabiamente y siguió caminando por el camino tranquilo.

Sin embargo, mientras caminaba no podía dejar de pensar en la pelea de los dos hombres, cómo se golpeaban y se partían la cara, se picaban, la gente gritando como loca. Se "moría" de curiosidad", la sangre "le ardía" deseoso de ir a ver lo que estaba pasando. Hasta llegó a arrepentirse de no haber ido a presenciar la pelea.

Por fin llegó al pueblo y lo primero que vio fue un hombre fumando, tenía una enorme pipa verde y humeaba con muchísimo placer. Aspiraba el humo y lo soltaba lentamente como si deseara que jamás se apagara.

Al campesino se le caía la baba mirando al desconocido fumar, ya que él también lo hacía, pero estaba enfermo, se le caían los dientes de lo amarillo que estaban, además de los dolores de muela, y un sabio le había dicho que todas sus dolencias eran por fumar, pero era tanta la adicción, que le pidió al hombre que compartiera, y así lo hizo, se sentó un rato a fumar y mientras lo hacía se le olvidó por completo, el trato con el ángel.

Fue así como se puso a comentar con el fumador, la pelea entre los hombres, sus problemas con su familia, sus negocios, su salud, y lo triste que estaba hasta que...... recordó al ángel y de su acuerdo.
- Oh, por Dios, lo olvidé por completo.

No obstante, como el trato terminaba a las 12:00pm, pensó que quizás el ángel lo perdonaría y podría conseguir su objetivo. Así que siguió por el pueblo y llegó a la librería. Allí se puso a buscar algo que leer. Tenía un mundo por escoger, podía hacerlo acerca sobre obras del bien, finales felices y todo eso, pero que va, los odiaba, prefería aquellas cosas de calamidad y sufrimiento, así que terminó escogiendo cosas de guerra, maldad, traiciones y todo eso.
- Solo son libros- pensó.

Siguió caminando, se encontró con su ex mujer, la vio y se puso a conversar con ella, como estaba lleno de esperanza y felicidad, consiguió llamar su atención y se quedaron un buen rato conversando, pero una hermosa mujer pasó por su lado, vestida de rojo y llena de joyas, mostraba orgullosa su pecho y lo miraba provocativa.

Él que conversaba con su ex esposa y el día anterior lloraba por su partida, la dejó hablando sola y se volteó para mirar a la hermosa mujer que simplemente pasaba por su lado. Solo que cuando regresó a su conversación con su ex esposa, ésta ya se perdía entre la multitud del lugar.

El día continuó pasando y llenando de pruebas al campesino, cuya misión olvidaba por completo hasta que llegaron las 12:00pm y este yacía en su balcón esperando una respuesta.
- ¿Sabes lo que hiciste?- le dijo una voz femenina a sus espaldas. El campesino miró abajo para luego voltearse a mirar al ángel.
- Si....... Lo arruiné todo.
- Sólo un día, sólo un día debías dedicarle tu mente, tu alma y tu conducta a las fuerzas del bien y lo tendrías todo en esta vida.
- Ya lo sé...... lo siento.
- ¿Por qué lo sientes? ...... ¿No te das cuenta? Eres infeliz porque te gusta ser infeliz. Vives en peleas porque buscas las peleas. Tienes mala salud porque no te cuidas, perdiste a tu esposa por no amarla y respetarla. Tienes una mala vida porque estás adicto a la maldad, como el vicio de fumar, sabes que te hace daño, pero aun así es tan delicioso ¿Verdad?.... no te quejes. Ya que estás adicto a la maldad, gózala, pues, ni aunque vivieras en el paraíso, conseguirías ser feliz, ya que la buena obra no es lo tuyo.

Un silencio aterrador se sintió por todo el lugar, y el campesino pudo ver que ya estaba completamente solo, y entendió, que si quería mejorar su vida, tenía que mejorar sus aficiones, sus deseos, sus actitudes, pues aunque no siempre la vida nos recompensa con la misma moneda, lo cierto es que la construimos con nuestros pensamientos, emociones y conducta. O de lo contrario, será mejor aprender a ser felices, siendo infelices.

Cuentos del Hada MadrinaWhere stories live. Discover now