Colegas // Daniel Ribba

Veinte: Amor

Un mes después...

Me desperté y cerré la puerta sin hacer ruido, ya que sabia que no se querían despertar estas morsas mas si estuvieron de joda anoche. Si, son las diez de la mañana clavadas. Ni de broma se levantan a estas horas.

En fin, termine de buscar el contacto de Coscu y lo llamé.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Cuatro tonos.

Y hasta estas alturas mi paciencia se acababa. Y no, no digan "que impaciente que sos". No, no soy impaciente, solo que me gusta que me contesten cuando necesito algo realmente importante.

Y hasta que al fin atendió el tarado este.

—¿Hola?— dijo dormido.

—Marto, te dejé como cuatro llamadas perdidas—mentí.

¿Exagerada? Obvio que si, pero antes muerta que admitirlo.

—No te hagas la boluda Roma que puedo estar dormido pero se que me acabas de llamar— me descubrió.

—Bueno.

—¿Que es tan importante para despertarme a estas horas de la madrugada?—exageró.

—Son las diez de la mañana, Martín—Respondí obvia.

—¡LO MISMO TE DIJE YO WEON!— Una voz de mujer gritó por el celular, retando a Martín.

—¡HOLA CHILE HERMOSA, DEJALO A ESE RANCIO Y VENITE A CASAR CONMIGO!—Me reí, saludando a Belén, la novia de Martín.

—¡OBVIO QUE SI CULI...! No me sale weon, ¿como e' que deci' vo'?.

—"Culi'a" chile.

—Bueno, eso— dijo y escuché pasos como que se fue.

—En fin, decime que querías—Habló Marto, perdiendo la paciencia.

—Boe ura, que me hablas así culia'o conchetumare— dije inconscientemente, sin darme cuenta que mezclé todos los acentos.

—Tenes que dejar de escuchar los acentos vos—Dijo bostezando.

—Sisi, lo que tu digas—Dije dándole la razón en joda— A lo que iba, ¿vos me podrías hacer un favorcito? No es nada...

—Plata no tengo—Habló rápidamente.

—"Plata no tengo" dice la rata inmunda—Le reproché—No te voy a pedir plata culia'o, te iba a pedir el numero de Gonza.

—¿Que Gonza?.

—El del culo gratis, ya tu sabe'—le dije seria, pero a la vez divertida.

—JAJAJAJAJA, EL DEL CULO GRATIS—Estalló en risas.