Quince: Confesiones

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-Toma agua, te va a hacer bien corazón- Dani me ofreció un vaso con agua, yo con nervios agarré el vaso y tomé un sorbo

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-Toma agua, te va a hacer bien corazón- Dani me ofreció un vaso con agua, yo con nervios agarré el vaso y tomé un sorbo.

Cuando le dije eso Daniel automáticamente quiso ir a pegarle a Jeremias, pero me puso como prioridad a mi y me trajo hacia su departamento.

El morocho estaba sentado en el sillón al lado mío. Le devolví el vaso, él lo agarró y lo dejó en la mesita de vidrio, yo me levanté y me acerqué a él rodeandolo con mis brazos.

Dani aceptó mi abrazo y por unos minutos, que parecieron horas, permaneció a mi lado en absoluto silencio y agradecí eso.

Agradecí de que cada vez que lo necesito está ahí. Que por más que mi enojo sea una boludez, él intenta de todo para que estemos bien.

Que por más mal que esté yo, él se sienta conmigo a intentar comprenderme, es un ser incondicional.

Me gusta que cuando se siente mal sea yo la persona a la que llama como primera opción por que tiene la suficiente confianza en mi.

Por que así es Daniel. El ser más transparente que pueda conocer, es una persona hermosa con sus defectos (que para mi son pocos) sigue siendo Daniel, la persona de la que da mucho gusto conocer.

Es simpatico; uff es la persona más simpática del planeta, aunque tiene su constante cara seria en todo momento, tiene sus sonrisas que derriten.

Compañero; si me mandaba una cagada, por más que él no estaba en ese momento conmigo, decía que fuimos ambos.

Por que así siempre fue Daniel, me defendía y cuidaba aún cuando no se lo pedía. Creo que antes no lo admití, o bueno, no quise admitirlo.

Pero... me estoy enamorando de Daniel Ribba.

Me separó de él y agarró mi cara con su mano, con su mano tatuada limpió mis lágrimas rebeldes que se habían escapado, que ni siquiera yo sabía que estaba llorando.

-No llores, Gre.

-No estoy llorando- y se me hizo un puchero inconscientemente. Él por alguna razón bajó su vista a mis labios, cerró sus ojos con fuerza y volvió su vista a mis ojos.

Colegas // Daniel RibbaWhere stories live. Discover now