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- Osea ¿No la conoces? - Ya perdí la cuenta de cuantas veces preguntó lo mismo, solo que con diferentes palabras. - ¿Al menos le dijiste tu nombre? -
- Ya te dije que no. -
- Que lastima, era linda. - Dijo al mismo tiempo que le dio otro sorbo a su bebida.
Caminábamos sin rumbo de un lugar en específico. Solo no sabíamos que hacer que solo nos conformamos en pasear por el centro comercial.
- ¿Por qué tantas preguntas sobre ella? - Pregunté.
- Nada en especial, solo siento que es como una pista del universo diciéndonos que tu fama ya está creciendo. -
- Yo no creo igual. -
- Uff, tu optimismo me ilumina. -
- Y yo puedo ver tu nivel de sarcasmo sin chiste. -
- Solo digo que si te encuentras de nuevo con una chica linda que te conozca, no desperdicies tu tiempo y la invites a salir. - Topó levemente mi hombro. - No tienes vida amorosa, y eso es bastante triste. -
- ¡Hey! tú tampoco tienes una vida amorosa y no te juzgo, además, no creo que tenga tiempo para una chica si parte de la tarde y toda la noche estoy en ese bar. -
- Yo solo te recomiendo eso, ya es tu asunto si decides seguirlo o no. -
Las palabras de Jungkook me tenían bastante confundido, lo único que tenía en mi vida era a mis amigos, mis padres y mi trabajo, aunque, a mis padres no los veo hace ya dos años desde que decidí continuar mis estudios en Nueva Zelanda.
Aunque aún tenía tres meses antes de empezar con la universidad, mi vida ya era bastante ocupada, no puedo imaginarme lo que será de mi cuando mis estudios comiencen, ya no tendría tiempo para mi y no puedo renunciar a mi trabajo en el bar, ya que el dinero que me dan en ese lugar servirían bastante para pagar mi facultad. Pero esos problemas se los dejaría a mi yo del futuro.
Algo que tal vez no sea lo más recomendable...
- Jungkook. - Llamé tomando la atención de mi amigo. - ¿Qué hora es? -
- Son las... - Se dio tiempo mientras trataba de ver el reloj de su muñeca. - 4:27 -
- Ya veo, me tengo que ir. -
- ¡¿Qué?! ¡No! -
- Lo siento, el deber llama. -
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