DOS

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Después de un par de canciones, ya había llegado la hora de irme y volver a mi hogar

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Después de un par de canciones, ya había llegado la hora de irme y volver a mi hogar.

Bajé del escenario no sin antes llevarme los dos discos que contenían mi música. Afuera del bar se podía notar la oscuridad que representaba la noche, a lo lejos dos tipos fumando y riendo como si no hubiera un mañana y bolsas de basura tiradas a un lado de la calle.

De un momento a otro, gotas de agua empezaron a caer del cielo.

>> Mierda <<

Corrí con dirección a mi casa protegiendo con mi ropa los discos que tanto me importaban. Por suerte la distancia del bar hacía mi hogar era de solo unos 10 minutos caminando.

Abrí la puerta principal cansado de correr por las calles, me tiré rendido al sofá de mi sala que se encontraba delante del televisor.

Encendí el aparato con intenciones de entretenerme un rato, que para mi suerte estaban transmitiendo "Star wars, el imperio contraataca" una de las películas que me había visto más de tres veces.

— ¡Jamás me uniré a ti! — Habló Luke.

Sinceramente yo si me hubiera unido al lado oscuro.

—  Si sólo conocieras el poder del lado oscuro. Obi Wan nunca te dijo lo que le ocurrió a tu padre. — Dijo Darth Vader intentando convencer a su hijo.

>> Pero eso aún no lo sabía <<

 — Me dijo lo suficiente. Me contó que tú lo mataste. — Respondió Luke.

— ¡Tonto, él es tu padre!— Grité como si el personaje pudiera escucharme.

— No...

De pronto todas mis fuerzas se recuperaron al saber la próxima línea de Darth Vader. Me paré del sofá listo para decir las palabras.

— Yo soy tu padre. — Hablé al mismo tiempo que aquel personaje ficticio. -

— ¡Nooooo! — Gritó Luke al descubrir tal secreto, mientras que yo me acomodaba nuevamente en el sofá.

— Luke, puedes destruir al emperador. Él lo ha anticipa...

El pesar de mis parpados se incrementó tanto a causa del cansancio que no pude escuchar lo próximo que iban a decir.

>> El sueño me ganó <<


(...)


La luz del sol se coló en mi ventana iluminando mi rostro.

Mis ojos se abrieron con pereza. Me senté y froté mis parpados con mis manos intentando despertarme.

De pronto el teléfono de la casa empezó a sonar captando mi atención.

Me puse de pie tambaleándome de un lado a otro por el cansancio.

— ¿Sí? — Pregunté al tomar con mis manos aquel ruidoso objeto.

— ¿Taehyung? — Habló una voz al otro lado de la línea.

— Si, ¿Quién es?

— Soy Jungkook, te quería preguntar si querías ir a la plaza conmigo.

— Claro, ¿A qué hora? — Miré la hora que colgaba de la pared actualizándome del tiempo, eran las 11: 45 de la mañana.

>> ¿Tanto había dormido? <<

— ¿Está bien a las 12:30? así podríamos aprovechar a comer en ese gran restaurante.

— Si, está bien, te veo ahí. — Colgué sin esperar respuesta alguna.

La plaza estaba a 20 minutos de mi casa, así que aún tenía tiempo suficiente para cambiarme de atuendo.

Después de un tiempo, ya me había decidido de ropa, llevando puesto unos jeans, una camisa a cuadros de color gris y una casaca que me habían dado en mis eras de colegio por pertenecer al grupo de futbol.

Aunque ya había acabado mis años de estudios en la escuela, era una prenda que me traían varios recuerdos.

12:03 

Salí de la casa empezando el camino hacía el lugar acordado llegando después de 20 minutos, tiempo exacto del que había calculado.

A lo lejos vi el cuerpo de mi amigo que esperaba pacíficamente en la entrada del local de comida.

— ¡Hey! ¡Jungkook! — Grité a lo lejos captando la atención del menor.

Agitó sus manos saludándome

Cuando ya no había tanta distancia entre nosotros, hicimos nuestro típico saludo que representaba nuestra amistad.

— ¿Entramos? — Pregunté refiriéndome al restaurante.

— Claro, siéntate en una de las mesas, necesito ir al baño.

— Está bien.

Me adentré el lugar buscando un asiento en donde podía esperar a Jungkook, sin embargo, mi distracción me dio una mala jugada ya que me topé con un cuerpo más pequeño que el mío.

— Lo lamento. — Me disculpé.

— Lo siento. — Alzó la mirada conectando mirada con aquella chica con cabellos castaños. — Oh, ¿Tú no eres el canta en el bar? -

— ¿Qué? — Hablé confundido por las repentinas palabras de la desconocida.

— Es que ayer te vi cantar en ese lugar, eras tú ¿Verdad?

— Si, pero ¿Quién eres tú?

— Mi nombre es Jennie, es un gusto conocerte mejor, me gusta tu música, tienes mucho talento. 

Los halagos crearon un ardor en mis mejillas ya que no acostumbraba a escucharlas y mucho menos si se dirigían a mí.

— Gracias. — Acaricié mi nuca con nerviosismo evitando verla a los ojos.

— ¡Jennie!

>> Al parecer la estaban llamando <<

— Me tengo que ir, espero volver a verte después. — Dijo.

— Oh, claro, igualmente.

Veía como se alejaba poco a poco.

— Ya volví. — Jungkook me rodeó mi hombro con brusquedad con uno de sus brazos causando un leve empujón. — ¿Ya sabes en donde nos sentaremos?

- Nop. - Respondí con tranquilidad restándole importancia.

— Mm...no me enojaré, pero... ¿Quién era la chica con la que hablabas?

— No lo sé, creo que me vio cantando en el bar.

— Uhh, es la primera persona que te reconoce, ya te estás volviendo famoso. — Se alejó de mí y comenzó a tocar mi hombro con la punta de sus dedos.

>> Al parecer quería molestarme <<

— Ya cállate. — Dije riendo por las pesadas bromas que se le ocurrían a mi amigo.

— Está bien, está bien, vamos, encontremos una mesa en donde sentarnos. — Palmeó mi espalda para empezar con la búsqueda.

>> Jennie, lindo nombre, me gusta <<





Continuará...

𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 80'𝒔 ✷ ᵀᵃᵉⁿⁿⁱᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora