Capítulo 14

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J.


Los primeros rayos del sol que entraban por la ventana me daban directamente a la cara y abrí los ojos lentamente. Me volví quedando boca arriba y me estiré. 

No había sido capaz de dormir más de un par de horas seguidas y tenía el cuerpo totalmente entumecido, sin contar el cacao mental. 

Por más vueltas que le había dado, no había conseguido descubrir cómo Olivia sabía quién era yo y lo que era aún peor, no tenía ni la menor idea de como iba a contárselo a M.

Me levanté despacio y me puse los vaqueros dispuesto a empezar el día con un buen desayuno, con la esperanza de que el estómago lleno me ayudara a pensar mejor.

Encendí la cafetera en cuanto entré en la cocina. Puse el pan en la tostadora y el aroma que se filtraba por mis fosas nasales me tele transportó a otra cocina...

**

 "Caminaba descalzo por el pasillo para que mamá no me oyera. Asomé la cabeza despacio y la vi en la cocina con su camisón largo y sin el pañuelo en la cabeza que últimamente a penas se quitaba. Su pelo estaba corto y desigual. Cantaba con esa voz suave y aterciopelada al tiempo que untaba las tostadas con crema de cacao.

- Buenos días mi niño- dijo sin volverse.

- ¡Jo!...siempre me pillas, ¿Cómo lo has sabido mami?

- Porque puedo olerte- su risa era dulce y no podías evitar sonreír al escucharla. Corrí hasta ella y la abracé por la cintura.

- Jacob haz el favor de ir a despertar a tu hermano para desayunar y cálzate que te vas a enfermar.- pude ver la cara de cansada que tenía y las oscuras sombras bajo sus ojos. "

**


El sonido de alguien bajando la escalera me saca de mis recuerdos y lo agradezco. Todo aquello sigue haciéndome daño, es remover los trozos roto. Cojo la bandeja de Olivia dispuesto a subir su desayuno y al volverme estoy a punto de tirarlo todo. H está apoyado en el marco observándome sin decir ni una palabra y caigo de inmediato en la cuenta de que hoy no entra a trabajar hasta la tarde. Mi día ya no puede ser más mierda. 

- Dame esa bandeja-

- Es para ella, voy a subirlo. Ahí he dejado más café si es lo que quieres- contesto agarrando inconscientemente la bandeja con tanta fuerza que por un momento temo partirla por la mitad.

- Dame. Esa. Bandeja- repite despacio cada palabra mientras empieza a acercarse desafiante - hoy yo le subiré el desayuno a la gatita- La visión de una media sonrisa tenebrosa en su rostro hace reacción inmediata erizando mi cuerpo.

Agarró la bandeja con más fuerza si cabe y por unos instantes ambos la mantenemos en nuestras manos. Finalmente la suelto sabiendo que no hay opción. 

H dibuja  una cara de autosuficiencia y empieza a la subir las escaleras mientras yo lo sigo sintiendo mi corazón en la garganta y cómo el pánico crece invadiendo cada centímetro de mi ser. 

"No puedo dejar que le haga daño... Si se le ocurre tocarla, lo mato...juro que lo mato"

- Deja de seguirme- dice sin mirarme.

- ¿Que es lo que se supone que vas a hacer H?- 

Sin contestar agarra el pasamontañas que dejé colgado la noche anterior del manillar y se lo pone con una mano. 

Empieza a costarme mucho respirar. Sí,  odio reconocerlo, pero H. me acojona más que nadie en este mundo, es un tío sin principios que no le importa nada ni nadie salvo él. Que es capaz de seguir pegando a un tío inconsciente en el suelo y no parar hasta que lo reducen entre 5 policias. Así lo cuenta él vanagloriándose y lo peor de todo es que no es una chulería. Fue verdad. 

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