7: Chicago

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Bajamos del jet, nos dirijimos al aeropuerto con las maletas y esperamos a los coches que nos llevarían a nuestro hotel y, de ahí, a las escenas del crimen, donde nos estarían esperando el Jefe del Departamento de Policía de Chicago, algunos policías y las directoras de las universidades. Todavía no nos daba indicaciones sobre quiénes irían a qué escena, pero no tardaría en hacerlo.

- Emily y Rossi, ustedes vendrán conmigo al departamento. Reid y J.J. Ustedes irán a DePaul, donde les alcanzaremos, pero nosotros iremos a la primera escena, ustedes a la segunda y, Morgan y Vázquez, ustedes irán a la Universidad de Chicago. Tenemos 25 minutos para salir del hotel una vez acomodemos nuestras cosas, allí les diré el asunto de las habitaciones, y cada quién irá a las escenas del crimen.
Todos asentimos y justo en ese momento, llegaron los coches. Dos Suburban negras y blindadas. Las chicas iríamos en una y los chicos en la otra.

Los chóferes nos dejaron en el Hotel Viceroy Chicago. Un edificio hermoso de cristales, parecido a un rascacielo, 5 estrella, luminoso y bastante moderno y elegante. Le dieron los pares de las llaves a Morgan y a Emily.
Los botones llegaron rápidamente, colocaron nuestro equipaje en dos carros distintos y nos adentraron al hotel.
Hotch se acercó con Emily a hacer el check in y nos dejaron a los demás en el lobby. Se acercaron después de que les dieran las llaves de las habitaciones y nos asignaron las habitaciones.

- Morgan y Reid estarán en una habitación. - dijo Hotch mientras les entragaba una llave a cada uno. Seguido de él, habló Emily.
- J.J., nos tocó a las dos juntas y Cate, dormirás sola. Suertuda. - y me guiño un ojo mientras me entregada mi llave.
- Rossi, tú dormirás conmigo. - concluyó Hotch.
- Como en los viejos tiempos. - bromeó David y todos reímos.

Subimos a nuestras habitaciones acompañados de los botones.
Todos quedamos en el piso 5. Hotch y Rossi en la 509, Morgan y Reid en la 510, Emily y J.J. en la 512 y yo en la 511.  Y fui la última en entrar a la habitación. Cuando entré, me gustó bastante mi habitación; moderna, con muchísima luz, debido a las ventanas que hacían como pared hasta el fondo de la habitación. Una cama king size con un sillón al final. Una mesita y 2 sillas en una esquina. El baño espectacular y reluciente y el espacio que tenía era demasiado. Jamás imaginé que llegaría a dormir en un hotel así. Jamás me imaginé aquí, mucho menos con todo lo que ocurrió en Londres. Jamás lo imaginé. Lo anhelaba, pero se volvió mejor aún, ahora que lo estaba viviendo.

Me instalé y me refresque; me peiné, me coloqué desodorante, perfume y me cepillé los dientes, todo nuevamente. Me sobraba algo de tiempo, así que decidí sacar mi ropa y colgarla en el closet. A los 5 minutos bajé al vestíbulo y, al ver que no había nadie aún, me senté en un sillón frente a la recepción, agarré una revista de chismes y esperé.

- Nutriendo la mente, ¿no? - dijo la voz de Derek detrás de la revista. La bajé y me encontré con el incio de una sonrisa.
- Claro, puras cosas buenas aquí. - bromeé yo, mientras golpeaba con mi dedo índice mi cabeza, lo que hizo que sonríera, ahora de verdad. - Les estaba esperando. Bueno, supongo que sólo a ti. - dije, colocando la revista en su lugar, agarrando mis cosas y levantándome.
- De acuerdo, vámonos. - dijo Derek, mostrándome las llaves y resguardandolas en su mano. Nos dirigimos a la Suburban con destino a la Universidad de Chicago.

Llegamos a la universidad, bajamos del coche y nos recibió la directora con unos cuantos policías a su alrededor.

- Hola, soy el oficial Ryan. Gracias por venir. - dijo un policía estrechandonos la mano, primero a mí y luego a Derek.
- ¿Qué tal? Soy la agente Vázquez. - me presenté. - Él es el agente Morgan.
-Mucho gusto. - saludó Derek con una mano, y con la otra se aproximó aquitarse las gafas de sol, y a la vez se acercaba, rápidamente, una mujer de traje beige, alta, de tacones y rubia.
- ¿Son ellos? - le preguntó al oficial.
- Sí, son ellos. - le respondió éste.
- Excelente. Soy la directora Michaels, mucho gusto. - dijo, mientras le estrechabamos la mano.
- Agente Morgan y Vázquez. Mucho gusto. - nos presentó Derek apuntandonos al decir nuestros nombres. - ¿Nos podrían llevar a la escena?
- Claro que sí. Es por aquí. - nos guió la directora Michaels, junto con el oficial Ryan, a través de algunos estudiantes.

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