El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓

Las vacaciones: la llegada de Sara y Harry

||•|| _____ Stark ||•||

Por fin, después de unos cuantos días más, de entregar los proyectos faltantes y recibir las vacaciones de la mitad del año escolar, llegaban las añoradas vacaciones.

Jamás me sentí tan aliviada de tener vacaciones como ahora. Era cierto que el estilo de enseñanza y aprendizaje entre Midtown y mi antiguo instituto era muy diferente. En mi antiguo instituto aprendía más y no era necesario tantos proyectos finales para pasar la materia como en Midtown.

Para las vacaciones, Sara había confirmado que vendría con Harry para quedarse en mi departamento durante estos dos meses de vacaciones. Al menos eso compensaba que no acompañara a papá a sus vacaciones en Miami.

Estaba en el departamento arreglando todo el lugar para cuando llegaran pues había mandado un mensaje mi mejor amiga avisando que estaban a una hora de llegar. Alisté la habitación de huéspedes para Harry y mi habitación para que Sara y yo nos quedáramos a dormir.

Con Peter no había hablado mas que para nuestros trabajos en equipo en la clase que teníamos juntos. Michelle saldría de vacaciones con sus padres dos semanas a acampar así que no habíamos hecho planes para salir pero Ned había sugerido que saliéramos Peter, él y yo al cine, cosa que no iba a hacer.

La idea de estar con Peter en un lugar que no fuera la escuela me hacía sentir nerviosa, en especial porque aunque no quisiera, la sensación de tensión luego de mi sueño con él no me dejaba en paz.

Pasé un enorme rato ocupada en escombrar la sala y esconder cualquier cosa que pudiera usar Harry para incendiar la casa. Amaba a mi amigo pero aceptaba que era muy descuidado. La única vez que lo invitamos a una pijamada en casa de Sara le incendió la alfombra por estar jugando con cerillos.

Por fin la puerta sonó y fui a abrir al escuchar los gritos de Harry.

— ¡Hermano cayó la ley, está rodeada tu casa! —lo escuché cantar a gritos.

Estaba segura que los vecinos no tardarían en quejarse con el portero si Harry no planeaba quedarse callado.

Fui a abrir entonces y los miré.

Sara llevaba puesto un vestido de falta de tablillas beige con manga larga bombacha, unos tacones del mismo color y traía puestas unas gafas de sol ojos de gato junto a una mascada color beige que le cubría la cabeza como queriendo pasar en un modo de incógnita.

Pero sinceramente no creo que su atuendo cumpliera con el propósito de que nadie volteara a verla.

Harry por su parte venía vestido con unos pantalones de mezclilla rasgados, unas vans negras, playera de rayas y una chaqueta de mezclilla.

—Creí que tardarían más —dije yendo a abrazarlos siendo correspondida por ambos.

—Agradece que Sara no vio centros comerciales ostentosos porque estoy seguro que habríamos tardado medio día ahí —dijo Harry entrando a casa con sus maletas yendo directo a la sala para prender la televisión y buscar algo para ver.

—Oye, igualado —se quejó Sara—, ¿Cómo entras como Juan por su casa al departamento?

—La conozco desde los cinco años, ¿En serio debo preguntarle si puedo pasar o si tiene baño? —cuestionó Harry.

—Déjalo, creo que si no fuera el señor don confianzudo, no sería el Harry que es mi amigo —le dije a Sara que entró metiendo sus maletas.

—No sabes cuánto deseaba venir a verte —Sara me abrazó una vez que cerré la puerta.

—Yo igual, Sara. No es fácil tratar de acostumbrarse a no escuchar las anécdotas de Harry o el ya no tener pijamadas contigo como antes.

—Bueno, pero ahora estamos juntos, ¿No? —sonrió mi amiga mientras me seguía a la sala—, es más, deberíamos de aprovechar, ¿Qué te parece salir?

—Claro pero... —señalé las cámaras y me llevé una mano al oído para hacerle entender que papá tenía micrófonos por toda la casa.

—Tony no sería Tony si no fuera tan exagerado —viró los ojos mi amiga de manera divertida.

—Tengo una idea —dijo Harry con una sonrisa en el rostro que me causó desconfianza.

—Ay no... —dijimos al mismo tiempo Sara y yo.

De antemano sabíamos que una muy mala idea se le había ocurrido.

— ¿Qué planeas? —lo cuestioné.

—Bueno, ¿Conoces el karaoke que está en el centro? Lo vi cuando venimos la primera vez y parece que dejan entrar a adolescentes, así que ya tenemos un plan para esta noche.

—Pero las cámaras en casa, Harry...

—Te he dicho que me lo dejes a mí, pequeña y dulce niña —esbozó una sonrisa confiada—, por si no recuerdas, el chico con papás super estrictos soy yo. Pensar correcto es lo que hago.

—Sólo espero que no conlleve nada ilegal —le dije cruzándome de brazos.

—"Legal" es mi segundo nombre.

— ¿Y el primero? —cuestionó Sara a Harry cuando lo vio levantarse y dirigirse a la planta alta en dirección a mi habitación.

—Es "I", por supuesto —respondió a voz alta antes de ir a encerrarse a mi habitación.

Sara y yo nos miramos con una cara de aterradas porque podría ser que nos metiera en un problema de verdad así que lo seguimos para entrar con él y saber qué era lo que se disponía a hacer.