El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓

𝙻𝚊𝚜 𝚙𝚛𝚎𝚐𝚞𝚗𝚝𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝙽𝚎𝚍: ¿𝙳𝚎 𝚍𝚘́𝚗𝚍𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚙𝚊𝚐𝚊𝚜?

𝙸 𝚓𝚞𝚜𝚝 𝚝𝚛𝚢 𝚝𝚘 𝚍𝚘 𝚖𝚢 𝚋𝚎𝚜𝚝
𝚋𝚞𝚝 𝚒𝚝'𝚜 𝚗𝚎𝚟𝚎𝚛 𝚎𝚗𝚘𝚞𝚐𝚑.

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Peter Parker

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┌→❝ ¿𝐀 𝐪𝐮𝐢𝐞́𝐧 𝐥𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐨
𝐜𝐨́𝐦𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨? ❞」

Desperté cuando escuché a mi alarma sonar; me costó mucho abrir los ojos por el cansancio que sentía, desde que la araña me había mordido se me hacía muy pesado levantarme de la cama, quizá por todo el trabajo que había comenzado a realizar como justiciero y mi constante división de mi vida entre las calles de Queens y mi vida como adolescente de instituto. Con  cierta pereza me levanté de la cama, bueno, al menos me senté en la orilla de la misma quedándome estático mientras miraba a la nada aún tratando de asimilar que se trataba de otro día vivo.

Haber dormido tres horas no me era suficiente para comenzar hoy un nuevo día, no porque me sintiera desvelado, sino porque no me sentía mentalmente preparado para lo que pudiera venir a lo largo de las siguientes catorce horas de mi rutina diaria.

Me duché, me cambié de ropa y fui a desayunar aún adormilado. Ni siquiera el baño con agua fría había ayudado a que terminara de despertarme.

Fui hacia la cocina y encontré en el comedor a May, estaba desayunando tranquilamente en la cocina mientras leía las noticias en su celular hasta que escuchó mis pasos y volteó a mirarme de reojo para levantarse y acercar al comedor mi plato con el desayuno y mi jugo de naranja.

—Gracias, May. —Murmuré apenas tuve el desayuno frente a mí; apenas me llegó el olor de los omelettes, mi estómago gruñó.

—Alguien no durmió bien —escuché a mi tía comentar luego de observarme meticulosamente—. ¿La comida tailandesa te cayó pesada?

—Más bien, las tareas que tengo aún pendientes. —Expliqué en lo que daba un trago pequeño al vaso con zumo de naranja que había preparado May.

No sabía qué era, si mi ayuno o si realmente May tenía un don para cocinar pero el pequeño trago al zumo y la primer cucharada que tomé del omelette fueron como sentir un pedacito del paraíso entre mis papilas gustativas. Siempre había intentado copiar las recetas de mi tía pero siempre había un ingrediente que añadía de más o de menos, pero inclusive aunque no me quedara exactamente igual admitía que tampoco se me daba mal la cocina.

—Oye, debes relajarte un poco. Que no hagas toda la tarea en un día no te matará, ¿de acuerdo? No todo son buenas calificaciones, eso no va a definir cuán valioso e inteligente eres si sacas algo menos que una A+.