Las 12. Un chico rubio se dispuso a salir de su cuarto para ir a la sala que Hermione le había dicho, no oyó nada ( por el hechizo silenciador que puso Hermione) y abrió la puerta. Para su sorpresa había una chica bailando al son de la música que era bastante movida, se sentó en uno de los escalones que había y esperó hasta que se diera cuenta de que él estaba allí.

Hermione notó una presencia y se giró de golpe, se encontró con un chico rubio aplaudiendo muy lentamente. Cogió su varita y quitó la música, se secó con la toalla y bebió agua. El chico no le quitó la vista de encima, observó su cuerpo, ahora que podía ya que siempre llevaba unas fachas importantes. Miró a Hermione de arriba abajo. Estaba roja con el pelo desordenado aún estando recogido en una coleta, tenía unas piernas largas y el pecho no era pequeño, aún no podía entender cómo esa chica insistía en ir siempre tan ancha pudiendo presumir de un bonito cuerpo.

— Malfoy... bienvenido a tus clases de tango... — dijo con ironía.

— Así que tú eres la profesora ¿no?... — levantó una ceja y volvió a mirarla de arriba abajo.

— Sí, soy yo... venga, quítate la chaqueta y empezamos..

— No creas que vas a ser así de mandona todo el tiempo... — dijo con cara de asco.

— Yo soy la profesora aquí, así que quítate la chaqueta y siéntate.

Draco hizo lo que le mandaba, no estaba en las de gana. Hermione puso un tango flojito de fondo de compases muy marcados y empezó a hablar mientras se paseaba de un lado a otro muy lentamente.

— El tango es pasión, furia, desesperación, amor, locura... -— dijo rápidamente remarcando cada una de las comas — y vas a tener que aprender a fingir todo eso...

— No creo que sea tan difícil — Hermione se acercó a el seductoramente y le cogió del cuello de la camisa para ponerle frente a ella.

— Lo primero que vas a aprender, va a ser mi cuerpo... tienes que acariciar por donde yo te guíe ¿entendido?... — Draco levantó otra vez la ceja, no era posible lo que estaba diciendo.

— Claro...

Hermione le empujo suavemente poniendo su mano en el pecho de Draco y mientras cogió la mano del chico poniéndosela en la cintura.

— Ahora vas a dar pasos suaves hacia delante y muy marcados... — Hermione mirándole a los ojos empezó a contar — 1... 2....3... veo que no se te da tan mal.

— Bueno ¿qué hay con tocarte?... — dijo desesperado Draco.

— Veo que ya empiezas a sentir ansias... — la castaña cogió su otra mano con la suya y volvió a repetir los números. Siguieron así un par de minutos andando hacia delante y hacia atrás suavemente.

— No es tan difícil... — dijo con una sonrisa triunfante.

— Fíjate — Hermione empezó a mover sus piernas entre las de Draco — lo repetiré una vez más y luego haz tú lo mismo... — repitió el movimiento y después Draco lo intentó, pero no fue fácil — otra vez...

Así siguieron con movimientos de piernas y al final consiguieron dar 4 pasos atrás y andar hacia delante cruzando las piernas. Al final de la clase, Hermione le propuso que se quedara quieto.

— ¿Qué vas a hacer?... — Hermione le vendó los ojos.

— Sssh... vas a sentir la música... y a mí...

Hermione cambió de canción a una más depresiva, triste, pero no por ello lenta. Y colocó a Draco en el centro, al pasar unos segundos se acercó a él bailando, le cogió de un hombro y le puso la pierna en su cintura dejando que el rubio pasara una mano por su muslo. Pero cuando ella quiso él paró. Pasó una mano por la boca del chico y se giró refregando su espalda por todo su cuerpo, subió y bajó lentamente con movimientos sinuosos manteniendo los brazos en alto, los cuales eran acariciados por el chico, volvió a dar una vuelta a su alrededor para abrazarlo por detrás aprisionando su pecho contra la espalda de Draco, el chico suspiró y puso sus manos en la cintura de ella y suavemente la acariciaba, pero ella hizo un movimiento brusco que hizo que él la apretara con más fuerza, se había convertido en una guerra, no había sensibilidad era todo fuerza, luego se aprisionó contra él abrazándolo mientras él pasaba sus manos por la espalda de la chica. Ella le quitó la venda y se quedó a escasos milímetros de él mirándole a los ojos.

— No vale mirar al suelo... 1... - empezaron a moverse-....2.....- Draco le puso la mano en la cintura-...3... - no apartaban la vista el uno del otro. ...4.5.6.7.8. – y ahí acabó la canción.

Hermione estaba pegada a Draco y notaba su respiración en la cara. Sus pechos subían y bajaban para coger más aire. No habían hecho casi ningún esfuerzo físico, pero habían experimentado la pasión.

— Sinceramente... Sí... Todas tus... clases van a a ser así... — cogió aire — creo que no faltaré a ninguna.

Hermione le miró y agachó la cabeza, ¿cómo podía haberse dejado llevar así? Sin decir nada le tiró una toalla para que se secase, y con lágrimas en los ojos, se fue a su habitación.

Draco se quedó mirándola... "Sinceramente ¿lo he hecho tan mal?" miró como salía con lágrimas en los ojos y se sentó en el escalón donde tenía el agua Hermione, bebió un trago. Hermione le había hecho sentir algo que nunca había sentido con ninguna otra chica. Si no llega a ser por que controlaba sus hormonas bastante bien por la experiencia, seguramente se hubiese excitado más de lo debido.

Se secó el sudor con la toalla que ella le dejó y volvió a beber agua. Miró sus manos temblorosas. Aún sentía su pecho junto al suyo, su aliento caliente, aún sentía su piel... bueno, en verdad sus mayas. Esa noche le había dejado tocarla, pero siempre mandaba ella, esa sensación de ser él el esclavo le gustó, le encantó que ella se impusiera, ya que para él esto era terreno desconocido y ella por lo que había podido comprobar lo manejaba muy bien.

Se levantó lentamente, cogió la toalla y el agua y se fue a su cuarto. Ya era tarde, llevaban una hora y media bailando y estaba agotado.

Hermione llegó a su cuarto llorando y se tiró encima de la cama. Aquella noche le había recordado a Philip, y eso lo odiaba, odiaba a ese chico y todo lo que tuviera que ver con él y justamente el tango lo tenía todo que ver.

Le había hecho el mismo jueguecito... el mismo que acabó destruyéndola, se había dejado llevar por aquella música pasional, por la sensación de tener un hombre cerca, ya que no era la primera vez, pero lo echaba de menos. Aún sentía su aliento frío y sus caricias, deseosas de placer, deseaba tocarla más, pero ella se impuso y él supo respetarla, algo que le llegó al alma.

Sacó una caja decorada con manchas de vaca y sacó unas fotos, ella con 10 años bailando con Philip, otra foto con él a los 11, a los 12, a los 13... y varias en el verano que entraría a cursar 4º en Hogwarts. Al ver las fotos las rompió y luego vio una foto de Krum, pensó en él, ¿cómo le iría? esperaba que bien, pero no iba a escribirle... siguió viendo fotos de sus padres y no pudo evitar soltar unas lágrimas... y ahí estaba esa foto tan deseada, la que buscaba: Ella bailando un tango con su vestido rojo fuego lleno de brillantes y un recogido perfecto con el pelo tintado de negro. Cogió esa foto y la puso en su mesa de noche, aunque le dolía sabía que tendría que superarlo algún día.

Malfoy entró en su cuarto y ahí estaba Pansy en su cama tirada esperándolo.

— Draco.. ven aquí... — Draco se sentó en la cama y la morena le empezó a dar un masaje. Tras un largo minuto, Malfoy habló.

— ¿Qué haces aquí?... — Pansy paró el masaje.

— Estaba esperándote... — olió su ropa e indudablemente olía a Hermione — hueles a esa san.. a esa chica...

— Hemos bailado, ¿qué esperabas?... — Draco se tumbó en la cama boca arriba.

— Venga Draco, no hace falta ni que te muevas, yo te quito la ropa...

— Ni se te ocurra tocarme Pansy... — Pansy le miró divertida, pero no paró. Le desabrochó la camisa y le empezó a besar, sabía que Draco nunca se resistiría — Pansy... para va... para... — pero ella no paraba, cogió las manos de Draco y se las puso en su trasero poniéndose ella encima de él.

— Venga, no tienes que hacer nada, solo disfruta.

Y así lo hizo. Y es que Malfoy no podía resistirse al tacto de Hermione... era tan suave tan... "Hermione" — pensó... pensaba que estaba con Hermione... y no dijo nada. Solo cerró los ojos imaginándose que la morena era ella pero no pudo, ya que sus caricias no eran las mismas, ni la misma piel, ni el aroma... simplemente Pansy no se podía hacer pasar por Hermione. Pero de todas maneras disfrutó de esa noche, ya que pensó que seguramente sería la última que pasara con Pansy.

Pasión [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora