Se levantó a tropezones y retomó su escape. Solo la sensación del viento al rozar su piel, lograba disminuir en algo su pena. No sabía a donde iba, ni donde ir. Siguió corriendo en la oscuridad de la noche.
De pronto, sintió que el suelo bajo sus pies perdía firmeza y se desvanecía. Iba a caer por un barranco.
Estiró sus manos con la esperanza de sujetarse de algo. Al mismo tiempo identificó una silueta brillante aproximarse a gran velocidad. Wei Wuxian estaba atento a la expresión del jade, lucía preocupado e inquieto, mostraba el mismo temor por perderlo que antes él sintió. Suspiró aliviado. Aunque su amado no correspondiera sus sentimientos, al menos todavía tenía su aprecio.
El espíritu manipuló el viento, y una ráfaga de aire lo sostuvo hasta llevarlo a tierra firme. Su cuerpo cayó al suelo como una muñeca de trapo.
—¿Pensé que iba a morir? —confesó bajito.
El mayor se acercó, sin saber cómo consolar al joven que se deshacía en lágrimas. En estos momentos odiaba su condición.
La noche era fría, pero las dos figuras seguían quietas en su lugar. Silenciosas y melancólicas. Inmersas en su propio sufrimiento.
Wei Wuxian no se incorporó hasta la primera luz del alba. Tenía rastros de lluvia y lodo en su rostro, sus ojos estaban húmedos y su corazón seco.
—Vámonos —se dirigió al espíritu sin mirarlo, aunque amaba ver su reflejo en esos ojos dorados y cálidos; no quería ver su rechazo y decepción.
En el camino de regreso Wei Wuxian no dijo ni una palabra. Dio un paso tras otro, mecánicamente, su rostro pálido no mostraba emoción. Era un muñeco roto, sin alegrías y sin penas, solo conservaba los recuerdos. Este fuerte contraste fue causa de conmoción. Al espíritu no le gustaba este silencio, de cierta forma su silencio era una fuerte protesta, como una daga filosa atravesando su conciencia.
—¿Quieres decirme algo verdad? —su dulce voz, sonó igual que un canto del Olimpo en la cabeza del espíritu.
Wei Wuxian lo miraban con ojos oscuros desvaneciendo su desolación. Si el joven se hubiera negado a volver a verlo, prefería no seguir viviendo. Respondió la pregunta con una mirada vacilante.
—No finjas ignorancia, te conozco muy bien —le regaló una sonrisa sutil al espíritu, pero esta carecía de brillo, alegría, esplendor, optimismo, euforia, y todo lo que constituía una sonrisa de Wei Wuxian.
El jade meditó por un momento, repentinamente fue invadido por una emoción desconocida. Se podría decir que era entusiasmo, había descubierto algo importante. Mirando el gran manzano, tan familiar como siempre, tomó su espada y empezó a escribir con trazos veloces.
"Recordé algo"
—¿De verdad? ¿Qué es? —retomando su energía.
De vez en cuando el espíritu le comentaba cosas de su pasado, aunque la mayoría eran recuerdos a medias.
"Mi nombre"
—Eso es grandioso. Puedes escribirlo para mí —pidió entusiasmado. Poco a poco, estaba olvidando su pena anterior.
"Lan Zhan"
"Lan Zhan", leyó en su mente, repitiéndolo incontables veces hasta grabar ese nombre en su corazón.
"¿Lan Zhan?"
"¿¡Lan Zhan!?"
"¡Lan Zhan!"
El sonido era suave y claro, como el jade. Sabía que debía olvidar sus sentimientos, sin embargo, no podía evitar sentirse cada vez más, y más, enamorado.
—¡Lan Zhan! ¡Tu nombre es Lan Zhan! —se giró lleno de renovada euforia, pero la sonrisa en su rostro se quebró abruptamente.
Frente a sus ojos, la figura del espíritu se desvanecía igual que un espejismo, poco a poco la imagen se consumía, dejando un vacío. Ambos se miraron con pánico, sin saber qué estaba sucediendo.
El corazón de Wei Wuxian se detuvo, las palabras no salían y una roca pesada aplastaba su cabeza. Sintió mucho miedo, el miedo de perder lo único que tienes. Se apresuró hasta la imagen brillante, que se volvió opaca y borrosa.
—¡¡¡Lan Zhan!!! —reaccionó demasiado tarde, sus manos quedaron suspendidas en el aire, entre pequeñas esferas de luz brillantes que se perdieron con el amanecer. Miró sus manos vacías apunto de caer en la locura.
—¡Lan Zhan! —llamó a la nada.
—¡Lan Zhan! ¿Dónde estás? —preguntó en un grito desesperado, añorando la respuesta que pusiera fin a su incesable búsqueda.
Sus gritos se extendieron hasta el ocaso, sin obtener resultado. Sus pies se rindieron, perdieron fuerza y voluntad. Sostuvo el peso de su cuerpo en sus rodillas sobre el pasto. Dirigió la vista hacia el solitario manzano, con ojos cristalinos busco la familiar silueta que estaba ausente.
—¿Fue por lo de anoche? ¡Lo siento! —el dolor en su pecho era indescriptible, y sus pensamientos estaban hechos nudo. Todo era muy confuso.
—¡Puedes fingir que nunca paso! ¡Puedes olvidar lo que dije! ¡Puedes odiarme si quieres, pero no me dejes! ¡Puedo resistir el dolor, pero no puedo soportar la idea de no volver a verte! —sus gritos se apagaron negándose a la realidad.
—¡Lan Zhan! ¡Lo lamento! —como si su cuerpo no pudiera resistir más su pena, su cabeza se inclinó cayendo sobre la hierba, sus lágrimas se perdieron en la tierra.
Fin.
Es bromi.
Pero díganme quieren un final sad o un final happy. Si quieren puedo terminar aquí o ¿le sigo?
Como no es buen momento para un meme, pondre esto:
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