Capítulo III. Un amigo muy silencioso

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El espectro de luz se acercó con pasos lentos y calmos, que aumentaban la angustia en el corazón de Wei Wuxian. Aunque el infante había sido asustado hasta la muerte antes por los fantasmas callejeros que se manifiestan a media noche y lo persiguen dentro de sus pesadillas. La presencia del espíritu despelucaba sus nervios. En su mente resonaban las voces rasposas de los ancianos narrando las leyendas.

"Come niños"

"Secuestra niños"

"Los aldeanos desaparecen"

"No vuelven"

"No vuelven"

"No vuelven"

Los canticos terroríficos se detuvieron junto con los pasos del espectro de ojos dorados. Inesperadamente el espíritu levantó su mano en alto. Wei Wuxian rogó en su corazón "¡Mamá! ¡Papá! ¡Ayúdenme!".

Sin embargo, el golpe que acabaría con su remota existencia, no llego a suceder. En su lugar, la red fue cortada por una espada de hoja cristalina, cayendo por efecto de la gravedad hasta chocar con el suelo. Wei Wuxian se incorporó algo aturdido, "¿Ahora va a comerme?".

Miró de frente al espíritu, rescatando sus rasgos principales, era alto con apariencia humana, usaba ropa de luto como un fantasma, y su rostro inflexible e inexpresivo le aportaba un tipo de belleza difícil de ignorar; pero lo más llamativo eran sus ojos, aquellos ojos dorados.

Esperó su próximo movimiento e instintivamente apegó el conejito más cerca de su peño. Para su sorpresa el espíritu parecía desinteresado en cualquier acto violento en su contra, Wei Wuxian admiró por última vez esos ojos dorados antes de que el espíritu girará siguiendo su camino por el bosque. La figura volvió a perderse entre las sombras. Su salida fue tan repentina, como su llegada.

El infante estaba confundido, lo había abandonado a su suerte. Entonces, no iba a comerlo. El conejito asomó su cabeza de algodón ¿Debería ofrecerte como tributo? se arrepintió al fijarse en los ojos oscuros e inocentes del animalito No, eres muy lindo para ser comido. 

Meditó por un tiempo corto, que se supone que haría ahora, perdido en medio del bosque. Por un momento quiso confiar en esos ojos dorados, aquellos ojos que bajo la luz de la luna brillaban intensamente, de forma casi celestial. 

"Esos no son los ojos de un asesino, que comería niños ¿verdad?".

Había tomado una decisión, Wei Wuxian eligió vivir ¡Oye! ¡Espíritu zorro! ¡Espera! gritó antes de correr tras él ¡Espíritu zorro! ¡Espera! ¿Dónde vas? . No tardo en alcanzarlo, la figura traslucida que brillaba era fácil de distinguir en medio de la oscuridad nocturna.

¡Te atrape! con la característica torpeza e intensidad de un niño pequeño se lanzó contra la figura brillante en un inútil intento por detenerlo. Sin embargo, su cuerpo traspasó con facilidad el cuerpo del espíritu, al igual que si se tratará de aire suspendido. Lo último que vio antes del característico espacio negro, fue el suelo a centímetros de su rostro, ya que no pudo incorporarse por la sorpresa y la fuerza con la que se abalanzó. Instantáneamente perdió la conciencia.

Cuando finalmente despertó el cielo era azul de nuevo, sobre su cabeza se levantaba un aro de luz intenso que lo hizo parpadear repetidas veces. Se levantó desorientado, estaba en un lugar inexplorado del bosque, pero pudo identificar su bolso a unos pasos. Había pasado la noche en el bosque sin abrigo, milagrosamente no se enfermó o murió, mientras estaba inconsciente.

|EL ESPÍRITU ZORRO| - WANGXIANWhere stories live. Discover now