Comienza una nueva etapa de cambios en la relación de Leon y Jessie.
Todo comienza con las deforestaciones, por lo que la familia de Leon se ve obligada a alejarse de su tribu para mudarse a la ciudad de Súper City.
A Leon le aterra mucho el hecho e...
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Ambos habían llegado a su destino más temprano de lo habitual. Aún había poca gente recorriendo el campus del colegio y uno que otro alumno estaba en la cafetería, el lugar escaseaba de maestros por las horas tan tempranas.
Jessie decidió aprovechar el momento y tomó a Leon de la mano. —Tengo un lugar dónde podemos estar mientras esperamos las clases, ¿vamos? —sugirió con una pequeña sonrisa.
Leon sencillamente cedió por lo que ambos fueron al salón de botánica.
Ambos subieron por medio de las escaleras hasta llegar al último piso en el cuál había una pequeña cafetería.
El lugar sin duda era muy hermoso; techado en la parte de la entrada y el resto del lugar al aire libre, habían varios comedores por los lados y una que otras bancas, el sitio estaba bordeado para evitar cualquier accidente.
Leon miró impresionado el lugar, el cual a parte estaba decorado con varias luces. —Wow —alargó impresionado mientras miraba con detalle el sitio.
—Ven, siéntate —invitó la pelirroja mientras caminaba hasta llegar a una de las bancas.
Leon se sentó a su lado. —Este lugar es muy lindo —añadió con una cálida sonrisa.
—Si, y eso que no lo has visto por la tarde. Las luces lo hacen ver cien veces más hermoso —agregó con emoción—. Podemos ver buenas vistas desde acá —señaló su parte izquierda la cuál daba al aire libre.
El sol de la mañana, el colorido cielo azul y las nubes blancas daban a la vista un hermoso ambiente.
—Me gustaría verlo algún día de estos.
—Siempre vengo a este lugar cada que necesito estudiar o pensar un poco...es...un sitio para este tipo de cosas.
Jessie comenzó a patalear alegremente. Estaba emocionada de mostrarle este sitio a su novio.
Leon apartó la vista del lugar y la dirigió hacia su compañera. —Supongo que muchos vendrán aquí a almorzar, ¿no?
—Si —sonrió posando sus delicadas manos en sus muslos—. Pero eso sucede por la tarde, en la mañana la mayoría de veces está casi vacío.
—Bueno...pues ya era hora de encontrar un sitio así —dijo para después soltar un profundo suspiro—. Gracias por mostrarme un sitio tan especial para ti, Jess.
—Ahora será nuestro sitio especial —habló con una tierna y tímida sonrisa.
Leon volteó detenidamente para ver a Jessie.
—Asi es —Este le devolvió el gesto sonriéndole de igual manera.
Ambos se sonrojaron en silencio y se miraron a los ojos unos segundos, hasta que Leon volvió soltar otro suspiro estirando sus brazos hasta ponerlos debajo de su cabeza mientras se cruzaba de piernas cómo en señal de relajación.
La contraria sonrió nuevamente al mirarlo de una forma tan tranquila.
El día era bastante tranquilo, así que, ¿por qué no relajarse un poco?
Ambos cerraron los ojos en silencio sintiendo la suave brisa sobre sus rostros.
Estuvieron así unos instantes hasta que la brisa poco a poco fue cambiando a una ventisca más fuerte y helada
Jessie abrió los ojos de golpe por el frío que empezaba a sentir. El día era muy hermoso pero no quitaba el hecho de qué hubiera frío.
—¿Uh? —Leon llegó a sentir el movimiento brusco de la chica desconcertandolo de sus pensamientos— ¿Pasa algo?
—U-uhh...N-nada —contestó ella abrazando al chico del brazo para tratar de disimular.
—¿E-estás bien? —Volvió a preguntar mirándolo con una ceja alzada— Estás temblando, ¿necesitas...?
—No, no te preocupes —Lo interrumpió— S-sólo es un poco de frío —añadió una risa nerviosa abrazándolo con más fuerza.
Es verdad, Leon había olvidado ese detalle por completo; el clima empezaba a ponerse frío y ella apenas llevaba un delgado suéter, cosa que no le favorecía mucho.
—Sé que necesitas —sugirió mientras abría el cierre de su sudadera.
—L-leon... —Ella inmediatamente adquirió un gran sonrojo— ¿Q-qué estás haciendo?
Jessie casi nunca había visto al chico sin su sudadera puesta, cosa que se le hacía extraño verlo sin ella.
Aunque admitía que le gustaba ver un poco más de la piel morena de su novio.
—Déjame ser un caballero, mujer —exaltó a modo de queja mientras cubría a la pobre Jessie con su prenda.
—N-no... —Al principio se negó por la vergüenza, pero después de unos pocos instantes cedió cubriéndose con la sudadera del contrario.
—Pudiste haberme dicho que tenías frío, podrías haberte resfriado —regañó el de ojos rubí.
—N-no quería molestarte... —mencionö apenada mientras se ponía la capucha de la prenda— Además, ¿tú no tienes frío? Si que hace viento aquí arriba.
—Tengo una solución para eso —contestó seguro.
—Ah, ¿si? ¿qué solución?
Leon acercó el cuerpo de Jessie con sus brazos dándole un tierno abrazo.
La contraria adquirió un pequeño rubor en sus mejillas al sentir los brazos de Leon rodear su cuerpo.
—Así~ —agregó en un tono bajo apoyando su cabeza sobre la nuca de la chica.
—L-leon... —Jessie estaba exaltada por la acción de su novia, la ponía tan nerviosa sentirlo tan cerca suyo.
Ambos transmitían una vibra bastante acogedora juntos, tanto fue así que en cuestión de segundos empezaron a sentirse abrigados, sobre todo por el abrazo.
Jessie se sentía tan cómoda que dejó caer su cabeza sobre su pecho cerrando lentamente sus ojos —Leon..~ —añadió un pequeño jadeo tranquilo.
El ojos rojizos suspiró profundamente abrazándola con más fuerza. —¿Estás cómoda?~ —Le habló dulce.
Jessie asintió con la cabeza.
Él rió a lo bajo, se veía tan tierna sentir la respiración de su chica.
Leon empezaba a notar la comodidad de Jessie, pues está a los pocos instantes dejó de temblar del frío.
Le encantaba tanto cuidar de ella.
Y a Jessie le encantaba sentirse protegida por Leon.
