°Solo Es Una Falda°NaruBoru°

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Una chica de llamativos cabellos morados caminaba por la aldea en busca de la casa de su mejor amigo. A lo lejos, pudo divisar su objetivo sonriendo en el momento. Apresuró el paso saludando en el camino a diversos de sus compañeros hasta llegar a la puerta.

Sumire tocó el timbre esperando a que abran. Eran según sus cálculos las 10 de la mañana y quería ver cómo estaba Boruto al no haberle visto el pelo en algún tiempo, eso la tenía preocupada, sabía lo depresivo que es el Uzumaki. Sumire no negaría que eso le daba miedo, no sabría que hacer si el Uzumaki llegará a tomar una decisión precipitada.

Los pasos se escuchaban detrás de la puerta. Quien le abrió fue Naruto, el Séptimo Hokage y eso subió los nervios de la chica. Ella no pensó que estaría en casa, habitualmente trabajaba de lunes a lunes.

—Hola Sumire, ¿Cómo estás?— Saludo alegremente el rubio.

—Hola Hokage-Sama, estoy bien ¿Y usted?— Sus manos le sudaban, Sumire siempre se ponía nerviosa cuando tenía a Naruto al frente, le tenía mucho respeto y algo de miedo aún sabiendo que el Uzumaki no era malo la verdad es todo lo contrario.

—Bien, Vienes a ver a Boruto ¿No es así?— Naruto alzó una ceja y el asentimiento de cabeza que hizo al chica le dió la razóz.

Naruto se hizo a un lado dejándola pasar, hoy decidió quedarse en casa para así pasar un rato con Boruto y recuperar el tiempo perdido, Himawari esta en un misión y Hinata con su hermana, pero el muchacho no había salido de su cuarto diciéndole indirectamente que no quiere estar con el. Eso desánimo bastante a Naruto.

Miro a la Kakei, la chica estaba ansiosa y Naruto la miro confundido. Tenía una duda acerca de la chica y su hijo, siempre se ven tan juntos que cualquier persona pensaría que tienen algo. Por eso, Naruto comenzó a pensar que tal vez sea Sumire el amor de su hijo. Naruto estaba encantado que fuese ella la chica con la que Boruto sintiera esos sentimientos. Sumire es buena y solidaria y a pesar de ser tímida a demostrado que es una valiente y muy eficaz ninja, muy parecida a su esposa cuando era joven.

—Sumire, necesito que me seas sincera con algo'ttebayo.

Sumire miro al rubio confundida y nerviosa, su corazón empezó a latir fugazmente acelerando su respiración provocando que sudara en frío. Podía escuchar sus propio latidos como zumbidos en los oídos.

—¿Sobre qué cosa quiere hablar se-señor?— Tartamudeo. Jugo con sus manos apretandolas y sobandolás detrás de su espalda intentando calmarse. La pobre Sumire siempre es muy fácil de asustar.

—Es sobre Boruto.

La chica se paralizó al escuchar el tono de voz que uso el mayor. Pensó que había descubierto a su hijo, se preocupo de inmediato por el. Boruto le dijo que si su padre descubría sus gustos lo odiaría, y a pesar de no haberle creído ahora está empezando a dudar.

Naruto observo el comportamiento nervioso de la chica y eso solo le decía que ocultaba algo. Muy probablemente el amorío que tiene con su hijo, su sonrisa crecía cada vez más hasta el punto de parecer una mueca extrañamente aterradora.

Sumire tomo aire.

—¿Por qué no me dijiste?

Sumire sintió que le faltaba el aire al darse cuenta que estaba en problemas. Descubrió el secreto de Boruto y ella al saberlo y no decirle pagará las consecuencias. Boruto tenía razón.