Meikai No Unmei

Prologo

En una dimensión diferente a todas las vistas, hay uno en especial donde la tecnología moderna aún no existe, todo gira al entorno de la Hechicería, Magia, Artes Sagradas o Comandos, todos tienen el mismo significado, solo seria para la persona cual usar de los tres, este mundo fue creado por cuatro Dioses, la Diosa de la Creación, Stacia, ella gobierna la existencia de todos los objetos inanimados o animado que forma la vida, la Diosa del Sol, Solus, que ofrece sus bendiciones a partir de los rayos solares, cada persona regenera su poder sagrado que le permite usar la magia, hechicería o los comandos, La Diosa de la Tierra, Terraria, la cual ofrece las bendiciones a las plantas, protegiendo a todo ser vivo que provenga de la tierra, ofrece también protección a los artesanos y cultivadores y por último, el Dios de la Oscuridad, Vector, este ayudo con su poder a crear a todo en este mundo pero se llenó de celos al ser el único que los humanos no adoraban fue desterrado por las tres diosas principales.

Fue un problema que Vector se fuera, el traía la noche al mundo con el tiempo las tres diosas crearon a otra deidad siendo ayudadas por las plegarias de todo ser vivo del mundo, la Diosa de la Luna, Lunaria, además de traer la noche controla los sueños de cada ser vivo del mundo.

Mil años pasaron desde ese momento donde las Diosas crearon a Lunaria y volvieron al cielo, dejando a cada ser viviente libre, la humanidad continua expandiéndose creando su sociedad actual, El Imperio Humano conformados por cuatro áreas principales: Imperio Norlangarth, Imperio Eastabarieth, Imperio Wesdarath e Imperio Southacroith.

En este caso nos centraremos en el Imperio Norlangarth al norte de todo en un pequeño Pueblo Agrícola, Rulid... cerca del rio Ruhr que queda al este del Pueblo Rulid, tres niños jugaban en la orilla.

"Eugeo, deja de lanzar piedras puede ser peligroso", Una pequeña niña de diez años con una largo cabello dorado como el mismo oro, sus ojos de un azul zafiro vestía un delicado vestido color azul con un tono similar a sus ojos, un delantal blanco que rodeada su cintura y llegaba hasta sus hombros, ella jugaba al lado de otro niño de la misma edad, "Puedes lastimar a alguien"

El niño que se encontraba tirando las rocas al agua se detuvo, tenía una apariencia similar a la niña pero su cabello rubio era un poco más oscuro y el color de sus ojos es un poco más verdoso que azules, Eugeo es su nombre.

"Perdón, Alice, se movieron muy rápido cuando ya había lanzado la piedra", Eugeo se disculpó con sus dos amigos, Alice así se llama la niña, ella solo tenía el ceño fruncido tiene la intención de darle un sermón a Eugeo pero fue detenida por el tercer niño.

"Vamos, Alice... Eugeo ya se disculpó", El tercer niño de cabellera casi rojiza y sus ojos de un color casi dorado, un color similar al cabello de Alice.

"Como siempre defendiendo a Eugeo, Shirou", Alice llamo al chico como Shirou, un niño bastante alegre al igual que Eugeo y Alice, solo que este tiene una sonrisa que hace sentir tranquilidad a las personas que lo observan.

"Mejor sigamos jugando Alice es nuestro último día antes de recibir nuestras tareas sagradas de la Diosa Stacia", Alice bajo la mirada... del mismo modo Eugeo lo hizo, ambos se sentían tristes aunque fuera un honor tener una tarea sagrada tendría menos tiempo para jugar juntos.

"Shirou, Eugeo", Alice dijo sus nombres, sus pequeñas manos están unidas sobre su pecho, los dos chicos la vieron, "Prometerán que seguiremos jugando juntos"

Ambos niños se vieron mutuamente, ambos sabían que la tarea sagrada les tomaría casi todo el tiempo del día y no tienen descanso pero ambos saben que encontraran una manera para jugar juntos.

"Por supuesto, Alice seguiremos jugando juntos", Shirou fue el primero en hablar, movió sus pequeñas piernas acercándose a Alice, tomando sus manos temblorosas, "Verdad, Eugeo"