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Un poco más de una semana había pasado desde que él no reconoció a Emma. Los días seguían pasando igual: Emma en el parque, con su perro, un libro, días soleados y el rubio corriendo por el parque. Emma todavía se concentraba en sus gemelos. Probablemente era lo más cerca de él que podía llegar a estar.

Hoy viernes, Emma tenía que irse más temprano. Era la fiesta de cumpleaños de Bridgit, y tenía que ayudarla a ultimar detalles antes de que la gente llegara. Estaba feliz por su amiga, enserio que sí, pero no podía soportar el hecho de que hoy no vería a su rubio.

Cuando llegó la hora, levantó todo lo necesario pero dejó a Bobby suelto. Le estaba enseñando a acatar órdenes. Si bien le ató la cuerda en caso de tener que correrlo y pisarla, Bobby debía aprender a manejarse en las calles. En caso de que algo pasara, aunque era el perro más cuidado del mundo.

Emma estaba concentrada en que Bobby frenara antes de cruzar la calle, y pegó un chiflido para llamar su atención. Bobby automáticamente frenó y se dio vuelta, con la lengua afuera, hacia un costado. Emma suspiró con el alma de vuelta en su cuerpo, pero el alma se le volvió a ir cuando dio un paso al frente y cayó al piso.

—Lo siento —murmuró mirando hacia arriba.

Decir que quedó como hielo era poco. Era su rubio, que mágicamente también había decidido salir más temprano. Con una sonrisa y una mano estirada, la invitaba a levantarse. Ella negó la mano y se levantó sola con la poca dignidad que le quedaba.

—Lo siento —dijo un poco más alto.

—Está bien, soy...

Un ataque de pánico llegó a Emma y lo cortó.

—Debo irme. ¡Bobby!

Y con eso salió corriendo atrás de su perro. El rubio quedó un poco confundido, pero se encogió de hombros y siguió corriendo su camino. Emma no entendía, ¿por qué hoy había decidido salir más temprano? Miro el reloj principal del parque y se dio cuenta que no era así. Emma se había atrasado, él estaba en tiempo. Bridgit la mataría.

—Te juego una carrera —le dijo a su perro, que en cuanto viera los movimientos entendería.

Empezó a correr con Bobby pisándole los talones pero en su cabeza nada más pasaban los ojos celestes de su rubio, el rubio que la había tirado, el rubio con el que al final había tenido contacto físico, el rubio con el que soñaba despierta.

El rubio que en esos momentos, nada más pensaba en la bonita chica a la que había tirado al suelo mientras corría.


¡Hola! Bueno, no sé si es corto o está bien, estoy desde el celular así que no puedo guiarme por los caracteres.

Esto fue el primer contacto físico que ellos tienen. Gracias a la chica que me dejó la idea, estoy disfrutando mucho el desarrollarla. Es la primera vez que narro desde una tercera persona, y para mí es toda una experiencia nueva.

Gracias a ustedes que me votan, me comentan, me leen y me agregan a sus listas de lectura, ¡las amo!

PD: Mañana me estoy yendo de vacaciones por diez días, más o menos. Trataré de escribir algo, pero no les prometo nada.

Exquisito dolor ➳ l.hOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz