Liz: el gran logro

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Cuando por fin se acercó a donde estaba yo hicimos nuestro saludo especial antes de ir en dirección al tren para ir al colegio.

— ¿Cómo acabó la fiesta luego de irme? —pregunté a mi amigo una vez que tomamos asiento.

—No fue tan mala, todos siguieron en lo suyo y a Flash se le descompuso el equipo de D.J. de Liz por derramar cerveza en él. Creo que no te perdiste de nada, oye, ¿Y el beso qué?, ¿Le dirás algo a Liz al respecto?

—Claro, debo aprovechar —asentí bajando la voz para seguir contándole mi plan—, creo que la idea de declararme ahora puede ser buena, así ella me dirá qué siente o qué no siente por mí ¿No es buena idea?

—Lo es, ¿Se lo dirás al llegar?

—S-sí, si la encuentro antes de clases yo creo que sí.

— ¿Y qué le vas a decir? —preguntó nuevamente mi amigo mirándome como esperando que supiera qué decirle.

Pero yo no tenía la menos idea de cómo me confesaría a Liz, ¿Qué debía siquiera decirle?

—Y-yo no, no había pensado en eso...

—Bueno, deberías pensarlo. No vas a esperar verla y telepáticamente decirle que te gusta si quiere ser tu novia, ella te mire y te bese otra vez ¿No?

—Es que no es tan fácil, ella es mucho y yo...

—Y tú igual eres mucho, Peter —me interrumpió Ned—, no salgas con tus momentos despreciativos diciendo que eres nada porque te golpeo aquí mismo. Eres una maldita joya y si ella no lo mira así entonces no es la indicada para que le sueltes a tu corazoncito para que eventualmente lo rompa con un divorcio y ella se quede con sus niños que serán tres gatos ¿De acuerdo?

—Ned, te malviajaste...

—Un poco, pero, el punto es que debes decirlo sin miedo como Bob Esponja diciendo que era feo a mucha honra —nuevamente mi amigo se distraía del tema principal hasta que lo notó y volvió a hablar—, debes ir con ella, mirarla a los ojos y decirle cuán loco te trae.

—Pe-pero si dice que no...

—El "no" ya lo tienes, vas por el "sí".

Al llegar a la estación bajamos del tren y nos dirigimos a la escuela.

Una vez en Midtown, yo me dirigí con Ned a la entrada del instituto y ahí vi a Liz en su casillero.

—Es tu momento, ve por ella, tigre o mejor dicho —Ned se acercó a susurrarme al oído—, ve por tu mosca, araña.

Dicho esto palmeó mi espalda y se fue para dejarme solo.

Tragué pesado, respiré hondo y me acerqué a Liz.

Ella estaba a nada de cerrar el casillero cuando me vio.

—Hola, Peter, ¿Cómo estás? —me saludó con una bonita sonrisa.

Ella me hacía perder noción de mis capacidades intelectuales cada que mostraba su preciosa sonrisa blanquecina.

—Ho-hola, Liz. Estoy bien ¿Tú?, ¿Cómo terminó la fiesta?

—Muy bien a pesar del desastre que ocasionó Flash —soltó una risa jugando con su cabello—, ¿Te gustó mi fiesta?

—S-sí, claro, tu, tu fiesta fue maravillosa. Me gustó mucho.

—Me gustó más que fueras, aunque nos quedó mal tu amigo el hombre araña ¿No?

—Ah, le dije pero tenía cosas por hacer, me prometió ir pero, creo las cosas no salieron bien para él —me excusé mientras trataba de mirar a otro lado antes de hacer mi pregunta—, Liz, sobre el beso de ayer...

— ¿Qué pasa?, ¿Te incomodó? Sé que a veces mis amigos son un poco pesados pero...

—No, no, al contrario —hablé—, yo... Bueno, tú, es decir —suspiré guardando silencio, creía que no podría hacerlo.

— ¿Ocurre algo malo, Pete? —Liz cerró el casillero y pasó un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Me gustas —solté de repente—, desde hace mucho y no sé lo que sientas tú pero yo no he dejado de pensarte nunca y ese beso anoche, no sé, me hizo sentir con la posibilidad de que tal vez tú y yo...

Liz guardó silencio, estaba listo para recibir una negativa o un desplante de ella por todo ese momento que no dijo nada.

—Tú también me gustas Peter —al oírla, no podía creerlo. ¿Estaba soñando?—, es sólo que a veces siento que tú y yo no  congeniamos mucho, es decir, tú eres muy reservado y tierno y tímido y a mí me encanta salir, hacer amigos, bromear con todo mundo. Creo que sería muy difícil sobrellevarnos así.

—Pe-pero podríamos intentarlo —insistí, una vez que tenía el sí, no debía dejarlo.

— ¿Y tú estás dispuesto a intentarlo? Porque yo sí.

Asentí sin pensarlo dos veces, yo habría hecho cualquier cosa por Liz. Si ella decía "Rana" yo iba a croar y saltar de ser necesario.

—Sí, sí, Liz. Yo estoy dispuesto a... Intentarlo.

—Entonces... —ella me dio paso entonces a preguntarle.

—Liz, ¿Tú quieres ser mi novia? —le pregunté y casi podría asegurar que mis ojos brillaban con el sólo hecho de tenerla justo frente a mí.

—Sí, Peter, sí quiero —Liz sonrió dándome un beso pequeño en los labios antes de alejarse—. Debo ir a clase, ¿Nos vemos en el almuerzo?

—Claro que sí, hasta al rato... —asentí aún consternado por su beso.

La miré alejarse y yo di media vuelta en dirección a mi salón, sonreí apenas estuve suficiente lejos.

Estaba emocionado con la idea que ahora mismo ya tenía novia, mi primer novia y era Liz Allan.

Apenas había empezado la mañana en la escuela y yo ya la daba por perfecta. Sólo esperaba a que fuera la hora del almuerzo para juntarme con Liz.

Estaba seguro que en cuanto Ned se enterara estaría celebrando al igual que yo por la respuesta de Liz.

Eso quería decir que el hombre araña no era el interés amoroso principal de Liz. Cuando ella se enterara que ese héroe y yo éramos el mismo, estaba seguro que eso la haría aún sentirse más segura que yo era un buen prospecto a novio como no ningún otro chico jamás lo sería.

Ya en mi mente me hacía casado con Liz, tres gatos de hijos y sin divorcio planificado en los siguientes treinta años.

El chico araña (Peter Parker y tú) [TERMINADA] ✓Where stories live. Discover now