Lights Wandering |JungKook|

Capítulo 67

Una vida llena de felicidad y agonía
...

Pov Minso

C: Ohara prométeme una cosa —tomó la bolsa de granadas.

Él tiene que morir... si no va todas las muertes de los demás serán en vano.

Asentí.

Me extendió un collar.

C: Esto le entregarás a mi novia —lo tomé—. Y esto —me extendió su placa—. Es para que no me olvides —despeinó mi cabello—. Cuídate, mejor amiga.

Se marchó saltándo de la montaña.

R: Ohara, muchas gracias por hacernos vivir y disfrutar nuestro últimos días de vida —me lanzó su placa—. ¡Fue grandioso!

También se marchó.

Mis ojos están llenos de lágrimas.

B: O-ohara...

—No. Continuemos con el plan.

B: Pero solo quedo yo...

Colton, Rey y Bryan fueron los que se quedaron escoltándome en una pequeña base en las montañas, ya que yo informaba por radio las posiciones enemigas.

B: Es hora de que también sea valiente —agarró las granadas—. Tan valiente como tú, si soy así sobreviviré. Nos veremos pronto —dejó su placa.

También se lanzó.

—Conviértanse.

Solté con amargura.

Tienen que llevar estas granadas hacia los autos blindados del enemigo, ya que traen consigo a muchas tropas y los demás se encuentran luchando en la base. Incluso si quisieran ir a detenerlos, se les haría imposible, ya que aún no logran vencer a los tanques que casi rodean el perímetro.

Se escucharon grandes explosiones.

Lo divisé con unos vinoculares y eran provocadas por las granadas de Colton. Él tiene ascendencia híbrida, por lo que usar su fuerza es... ¡no.!.. otro híbrido, en su forma animal, lo interceptó desprevenidamente y le arrancó la cabeza con sus caninos.

Rey presenció aquella escena, pero no se paralizó continuó con el plan provocando que el resto de las armas fueran neutralizadas. Se preparaba para ir hacia la base, pero en eso un soldado del otro bando le disparó... directo al corazón.

S: ¡Ohara! ¡Ohara!

Me está hablando por la radio.

S: ¡Ya tenemos el arma! ¿¡cuál es la situación!?

—¡Siguen en el mismo lugar! ¡por la zona suroeste! ¡tam-también ha aparecido una gran bes...!

Se escuchó un rugido muy cerca a mí.

S: ¡Ohara! ¿¡Ohara, estás ahí!?

Giré mi cabeza lentamente...

E-esa bestia... trae la cabeza de colton en su boca mientras la sangre no deja de chorrear por sus colmillos.

S: ¡Enviaremos refuerzos!

—¡No! ¡sigan con la misión!

Volví a divisar la situación.

—¡Estaré bien! ¡repito estaré bien!

Comenzó a golpear fuertemente el escudo, pero no importa. Necesito ganar tiempo.