Lights Wandering |JungKook|

Capítulo 52

Por cada vida hay un precio que pagar
...

Pov Minsun

Finales del 2021. Invierno.

x: ¿Y ahora qué?

Lo miré desinteresada.

x: Tu madre está muerta.

MS: Mantegámoslo en secreto, Taehyung. Sabes que si no mataba a mi madre no podríamos encontrar este lugar.

Los sitios ocultos, pasadizos secretos y demás lugares desconocidos solo el heredero de la familia Min puede saberlo. En ese caso, mi madre aún era heredera y mientras ella estuviera viva nunca se pasaría esas memorias a mí.

Por ello hemos venido a la villa sagrada de los Min.

x2: Maestra —lo miré—. La señorita Minso no se encuentra aquí —sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

MS: ¿Qué dices, Jung Jinyoung?

JY: Hemos revisado todos los lugares que usted nos comunicó y nada —se incó—. Castígueme por no serle útil.

Exhalé frustrada.

MS: Tú no tienes nada que ver con la vieja loca de mi madre.

Esa mujer... incluso muerta me hace la vida difícil.

MS: Entiérrenla en la capilla familiar.

JY: Sí, maestra.

Volvimos ingresar a la camioneta para marcharnos de este espantoso lugar.

Desde que nos graduamos de la preparatoria han pasado casi 6 años. Los primeros 3 años eran tranquilos, luego... la enfermedad de Minso volvió porque se acabaron las píldoras y mi padre no regresaba. Estuvo internada meses sin despertar. Su tono de piel se tornó de un pálido amarillo.

See la llevó sin dejar rastro alguno y solo hasta tres años después pudimos localizar su paradero. Todo gracias a su codicia y lujuria hacia los hombres.

x3: Señor, tenemos una llamada del señor Park Jimin.

TH: ¿Qué dice, Kotaro?

K: Encontró al Señor Kang...

TH: Que lo lleve a mi residencia.

K: Muerto.

Apreté mis puños.

Él era la única persona que sabía como curar la enfermedad de Minso.

TH: ¿Su equipo?

K: Igual.

TH: ¿Dónde lo encontró?

K: En Japón. Unos pueblerinos se encontraban descansando en una cueva, pero percataron de un mal olor. Siguieron el olor y dentro de un pequeño lago adentro fue donde los encontraron muertos.

TH: Preparen todo, nos iremos a Japón.

(...)

Miré una vez más el cuerpo de mi padre. Por el estado en el que se encuentra, a un paso de convertirse en solo huesos, deduzco que ha estado por aquí por mucho tiempo.

Hice un ademán con mi mano izquierda para que se lo llevaran.

MS: ¿De qué murió?

x4: Pues la herida en que atravezaba su abdomen milagrosamente no lo mató, también tenía los órganos dañados y tampoco fue la causa de la muerte.

TH: Qiang.

Q: ¿Vista la marca de mano que hay en su cuello? —asentí— Eso tampoco fue —lo miré irritada—. Murió por consumir veneno.