Lights Wandering |JungKook|

Capítulo 25

Nacida para ser amada
...

Pov Minso 

Nunca imaginé que unos Cheetos me darían problemas. La cuestión es que fui a comprarme unos Cheetos, pero unos revoltosos niños hicieron que mi celular cayera al agua, solo los miré mal y fui a conseguir arroz, pero me encontré con el cuerpo de alguien.

Como yo no tengo velo en ese entierro me fui alejando para llamar a la policía, pero me tomó de las patas y me obligó a ayudarlo o si no me amenazó con que me iba a buscar e iba hacer que me arrepienta de haberlo dejado... y ese hombre no parecía estar vacilando. Encima cuando desperté en el almacén, por estar cuidándolo, se había ido.

No creí encontrarme con JungKook y sobre todo que se comportara de esa manera. Por unos minutos me hizo pensar que estaba celoso, pero luego entré en razón y pensé que lo único que hacía era preocuparse por la hermana de su interés amoroso.

En fin, hasta ahora sigue enojado.

Ya estamos en enero, los finales están a la vuelta de la esquina al igual que la entrega de los trabajos finales. ¿Y cuál es mi estado ahora? Así es, modo zombie. Usualmente solo me preocupo por mi parte y que sea la nota que merezca, pero los señores Kang me han prometido que si tengo notas sobresalientes podría pasar las vacaciones con los Choi.

—"A ver pedazo de humano o entregas tu parte o te sacamos del grupo"

Claro eso solo pasa en mi cabeza y lo que realmente digo es...

—Por favor, entrega tu parte rápido, si no le diremos a la profesora.

Le envié al audio a una chica de mi grupo y seguí mi camino hacia el comité del consejo estudiantil para llevar algunos materiales. No sé que sean. Me encontré al profesor mientras acomodaba mi trabajo de investigación y me pidió que llevara estas cajas.

Intenté abrir la puerta de la biblioteca, pero no tenía como.

De pronto alguien más lo abrió. Le agradecí y salí.

x: Señorita —lo miré.

—Oh, sunbae Moon. ¿Se le ofrece algo? —le sonreí.

Es tan guapo. Es una lastima que ya se vaya a graduar.

x: Al parecer usted es al que se le ofrece algo —fruncí los labios y negué—. ¿No?

—No —dije sin preocupación.

Rio ligeramente.

x: Déjeme ayudarla, señorita. Podría caerse si lleva tantas cosas en sus pequeñas manos.

Ohh... tiene razón. Hay muchas escaleras.

—De acuerdo —tomó unas cajas—. Gracias.

Continuamos con nuestro camino.

A pesar de que sea guapo no soy de mostrar interés porque quiero parecer interesante hasta que capte mi interés, si no vale la pena ni siquiera lo volveré a mirar.

x: Señorita Minso... ¡presidenta!

Miré al frente.

¿Pero qué acaban de ver mis hermosos ojos?

Miré al chico.

—No, no compartimos sangre.

Cerré la puerta de golpe, dejé las cajas y me marché.

Ella estaba intentando seducir a un chico acorralándolo contra la mesa.

x: Señorita, espere.

Que hermana tan desvergonzada. Este no es lugar para esas escenas tan comprometedoras. Alguien podría chantajearla.