Capítulo 25: humanidad apagada parte 3

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Estar dos días atada a con verbena y acónito quemando mi piel, esperando no morir de hambre. La luz del día dándome a la cara encandilado mi rostro, sintiendo la sed de sangre aumentar cada vez más.

Sintiendo como cada parte de cuerpo se empezaba a secarse y como el dolor aumenta, la incomodidad. Elijah no aparecía para regañarme, solo aumenta el enojo y la frustración de seguir atada, ya no podía pensar en nada más en la sed y el hambre que seguía como mi cuerpo se seca lentamente.

Elijah abrió la puerta de golpe y preguntó viéndome serio al respecto.
—Danica.
—Elijah, libérame. —mencionó sería alzando la voz.
—Danica, no te puedo liberar, hasta recuperes tú humanidad. Tal vez no los veas así ahora, pero se que es lo correcto.
Elijah me analiza intentando comprenderme con su expresión seria sobre mi actitud rebelde y sin importar que estoy luchando internamente por mantener la humanidad apagada a toda costa. Y digo con sarcasmo en la voz.
—Vamos Elijah. No quieras arreglar a algo que está roto, porque ya no funciona igual. Cuando ambos sabemos que ya no hay reparación.
Elijah con la mirada puesta en alto y pensativo a la vez decreta firme alzando la voz.
—¡Danica! Si estás rota. Pero no lo estarás siempre, tienes que recuperar tu humanidad y Klaus y tú tendrán la conversación que tanto evitan a toda costa.
—¡No me molestes más con ese tema! ¡Ya basta! ¡Están agotador escuchar una y otra vez lo mismo!
Elijah se acomoda su traje y alza la voz.
—¡Danica! ¡A que le temes! ¡Si no lo quieres hablar conmigo! ¡Hablo con Niklaus! Pero ambos no pueden seguir así.
—¡libérame! ¡Elijah!
Bramó molesta viendo cómo Elijah sale de la puerta dejando sola y molesta.
Tal vez no quería hablar del tema, y recuperar mi humildad sería también un problema que no podía resolver, las emociones la tristeza, el dolor, la venganza. Sería una bomba a punto de estallar y parece que Elijah ese era su plan, sacar cada emoción de mi para recuperar mi humildad.

Cerré los ojos intentando de nuevo ignorar el dolor y la ira, cada parte de mi Cuerpo tratando de mantenerse despierto en esta guerra contra sigo misma y Elijah. Una puerta entre abierta hacia mis emociones. Sentí el hambre, como cada vena de mi cuerpo se estaba empezando a cercar sintiendo menos energía.

La noche llegó el silencio rodeando la sala, respiro hondo. Trato de no pensar en nada y no moverme más en la silla. Esperando el regreso de Elijah Mikaelson.  Esperar toda la noche si era necesario para que me liberara, no hablar del tema, sería una opción que no creo que pase cuando se trata de Elijah.

Se cerré los ojos volviendo todo oscuro. Para mantener la poca energía que aún tenía. Solo tendría que ahorrar mis fuerzas. Y esperar a que Elijah por decisión propia decida liberarme de la silla.

Al despertar viendo la luz de la ventana reflejarse, agachó la cabeza y cierro los ojos para tratar de calmarme, cerrándolos de nuevo veo una silueta aparado acercándose al darme que cuenta que esta Klaus parado de frente de mi me libera de la silla y me recuesta en sillón de piel café oscuro y preguntó aun confundida.
—¿Cuando Elijah te libero? No entiendo nada.
Nik toma mi cabello rubio y lo acomoda detrás de mi oreja y menciona serio.
—Me libero hace unas horas, Lobita. Esperando que tú y yo hablemos o no. Un intento de Elijah para obligarnos a hablar.
Con la poca fuerza queda miro a Klaus y digo aún exhausta.
—Si ya recupere mi humanidad. Y la verdad no estoy lista para hablar de todo lo que a pasado. Y una parte de mi sabe que tú tampoco lo estás, Klaus.
Klaus tomó mi mano sin decir una palabra abrazándome con fuerza y agregó seguro.
—No tenemos que hablar de eso, ahora. Lobita. de Nos quedamos en un silencio acogedor. Una parte de mi sentía que mi humanidad había regresado de golpe, todo en mi cabeza daba vueltas lo que habíamos pasado, mi muerte, el rescate de nuestra hija, la piedras de luna afectando a Klaus en luna llena por culpa de Genevieve, apagar mi humanidad, todo se estaba acomodando como un rompecabezas roto y perdido con falta de piezas, respiro profundo tratando relajarme con Klaus a mi lado nos levantamos del sillón en dirección bajamos por el balcón hacia las escaleras negras en dirección a la salida,apareciendo Elijah con la mirada seria y pregunta viéndonos.
—¿Ya hablaron?
Miro a Klaus y respondo seria observado a Elijah parado con los brazos cruzados.
—No. Elijah. Si ya recupere mi humanidad, pero eso no significa que queramos a hablar del tema.
Nik observa a Elijah alzando sus cejas y menciona firme.
—Elijah. No se si lo notaste pero ninguno de los dos quiere hablar de tema. Aunque parezca que tu insistencia seguí.
Elijah analiza nuestras miradas y menciona autoritario .
—Hermano, no podrán evitar el tema por siempre.
Observo a Elijah pongo los ojos en blanco y mencionó segura.
—Tranquilo Elijah. No es como que me vaya a caer en mil pedazos y me voy a derrumbar.
—Danica. Niklaus. Se que por lo visto no quieren hablar del tema. Y que por más que les diga, no lo harán esta que estén listos. —menciona honesto Elijah viéndonos a ambos.
—Hermano, no vamos a discutir esto de nuevo, aún cuando me atacaste con la daga de papa Tunde y que estuve en cerrado en una tormenta por esa daga, para traerme de nuevo a la cordura y volver a al plan original, sin hacer nada. —agrega Klaus firme alzando ambas cejas viendo a Elijah y luego a mi espetando acabar esta conversación.
—Elijah, no voy a resolver mis problemas ahora, así que los dejaré en pausa. —mencionó segura al respecto, me pongo mi chamarra de piel negra y veo a Klaus y a Elijah para agregar segura.
—Ahora, no se resolverá nada. Así que iré a buscar una presa para quitarme esta sed de sangre que aumento en estos días. 
Camino directa a la salida sola, esperando dejar de pensar que volví a la normalidad pero ahora el único sentimiento qué tengo es enojo. Klaus apareció unos segundos delante de mi y puso su brazo derecho deteniéndome y hablo seguro.
—Amor, ya veo que tú hambre aumento en estos de días de castigo, y veo que estas molesta desde que regreso tu humanidad.
—Klaus es el único sentimiento que tengo desde que regrese, estoy molesta con las brujas y no puedo dejar de pensar de que estes débil en luna llena y no hacer nada, para dejar creer a Francesa Correa que ganó. —digo con honestidad viendo a Klaus esperando calmarme un poco con todo lo que está pasando. Solo quería vengarme pero parece que la venganza tendría que esperar hasta que sea el mejor momento para atacar.

Caminamos por Jackson Square viendo turistas bailar y cantar, personas tomando alcohol, aprecio un hombre que atacó a una mujer y lo empujó con fuerza agregó amenazante.
—No hagas ruido. No te dolerá.
Mordí su cuello dejando escurrir la sangre en mis labios y suelto el cuerpo al piso y veo Klaus con una sonrisa de lado a lado soltando un cuerpo al cuerpo de aquella mujer dejándola tirada al piso con un poco de sangre en su rostro, me acercó y digo aliviada.
—Bueno por lo menos el hambre se fue.
—Vamos a casa, lobita.

Regresamos a al Royal viéndonos y tomando de la mano, apareciendo Elijah con una chica y con la mirada seria. Esperándonos listo para hablar Elijah junto a una chica a su lado. Sin saber quién era. Esperando conseguir respuestas de parte de Elijah y de aquella mujer que se ve de mi edad. Un montón de preguntas empezaban a llegar.

La chica del Híbrido Where stories live. Discover now