Capítulo 21: la batalla parte 2

24 3 0
                                    

Las brujas me tienen sometida de los brazos llevándome a la iglesia de St.Anna, mientras grito con desesperada tratando de luchar con los hombres que me sometieron de los brazos llevando por el pasillo de la iglesia con Genevieve atrás y menciona firme.
—Déjenla en el suelo.
Monique junto a Genevieve menciona.
—Debe ir a la ciudad de Los muertos.
Genevieve menciona seria al respecto.
—No lo lograremos, la bebé está en camino.
Los hombres me recuestan en la escalera de madera y agregó preocupada y alarma a la vez.
—No, es muy pronto.
Me toman de los brazos y grito desesperada sobre la situación Genevieve camina con prisa menciona.
—Parece que no.
Monique detiene a Genevieve por un instante. Y Monique menciona viéndome a Genevieve seria al respecto.
—El plan era inducirlo con el sacrificio preparado.
Genevieve menciona viéndome a Monique.
—Tuve que contenerla, y eso causó el desprendimiento de la placenta. La bebé está en camino, tendremos que adaptarnos.
Las mujeres con fuerza me detienen y grito desesperada.
—¡Déjenme!
Genevieve se acerca y se agacha y agrega tranquila.
—Debes tranquilizarte, Danica.
Veo a Genevieve y cuestionó a en súplica.
—¿Por qué me haces esto?
Monique me mira y afirma segura.
—Para renacer debe haber un sacrificio.
Me suelto de Monique y cuestiono molesta alzando la voz.
—¡¿Qué diablos significa eso, perra psicótica?!
Genevieve menciona viéndome mencionado la bebé.
—Los ancestros exigen una ofrenda a cambio del poder.
Y Monique agrega viéndome.
—Y tu hija será una ofrenda adecuada.
Grito desesperada.
—No.¡No! No me quitarán a mi bebé. Las mataré a todas.
Monique menciona viéndome amenazante.
—No, no lo harás, y tampoco Klaus o Elijah. Cuando nazca, la ofrecernos a los ancestros.
Veo a Genevieve que me sostiene y agrega Genevieve.
—Lo siento, Danica. Pero es lo que debe suceder.
Grito desesperada de nuevo suplicando.
—¡No!¡No!
Siendo sometida por Genevieve y Monique, gritando desesperada intentado soltarme, escuchando de lejos los gritos de Klaus.
Solo podía pensar en una cosa y es mantener a mi bebé con vida de aquellas despiadadas brujas, y encontrar una salida de esta pesadilla para mantener a nuestra hija a salvo.

Las brujas me sometieron en una mesa dando a luz, gritando de desesperación, tratando de levantarme y miro a Genevieve grito.
—¡Suéltame, perra!
Genevieve me sometido acostándome de nuevo en la mesa mientras grito de dolor.
—¡No! ¡No!
Klaus apareció abriendo las puertas con desesperación lleno de ira listo para atacar, me levantó al ver a Klaus siento alivio al verlo venir a salvarnos, las brujas me detienen con fuerza los brazos y un hombre observa serio a Klaus corre con prisa mientras el hombre corre para atacar y Klaus le arranca la cabeza y camina hacia mi, las brujas usan su magia para atacar y detener a Klaus flotando en el aire lo mueven por el aire pegándolo en la pared gritando con fuerza, grito del dolor por la contracciones, Klaus observa a la brujas el horror, Genevieve con el cuchillo menciona viendo a Klaus.
—Debes saber que hacer esto no me agrada. Prometo que será rápido. Comencemos, ¿si?
Me levanto y grito desesperada.
—¡No!¡No!
Klaus pegado a la grita amenazante.
—¡Traeré el infierno a tu puerta!
Grito desesperada para que nazca nuestra hija. Genevieve menciona viéndome segura.
—El último pujo. Ya llega la bebé.
Klaus amenaza de nuevo a las brujas.
–Me bañare en ríos de tu sangre.
Monique menciona.
—Veo a la bebé.
Genevieve agrega de nuevo.
—Bien, ahora, puja. Con cuidado.
Grito desesperada tratando de sobrevivir este parto infernal y Klaus amenaza de nuevo.
—¡Morirás gritando!
—así. —Genevieve toma a la bebé en sus brazos y exhaló exhausta me levantó un poco para ver a mi bebé y cortan el cordón umbilical con el cuchillo, Genevieve observa a Klaus y menciona.
—Tienes una hermosa hija. Debemos comenzar con el sacrificio, apenas la luna se pose en el cielo matutino.
Klaus respira viendo a Genevieve con nuestra hija y suplicó desesperada.
—Por favor. Por favor, ¿puedo cargarla?
Las brujas me sueltan y Genevieve camina hacia mi con mi hija, Klaus detenido todavía suspira, Genevieve se acerca un poco a mi pasmándomela , escucho los llantos de nuestra hija y veo a Klaus casi sonrió, cuando siento de repelente una mi mano en mi cabello rubio jalándome hacu atrás pasándome el frío filo del cuchillo por mi garganta y Klaus grita desesperado.
—¡No!
Sintiendo la sangre de mi cuello correr por mi cuello con dificultad para respirar,cayendo en la mesa todo volviéndose oscuro.

La chica del Híbrido Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu