catorce

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Hoseok se empeño en que hoy Aerin la pasara aun más que bien. Al salir de su casa, la llevo directo a comer algo en un agradable lugar exterior. Pudo estar satisfecho al ver la sonrisa de Aerin.

- ¿Te gusta? -preguntó cuando llegaron al otro lugar que preparó Hoseok, más bien, a donde la llevo-

- Me gustan los animales. -sonrió grandemente mientras miraba los patos que estaban en el agua- Me encantan los animales... Pero, no me encantan como estar contigo.

Sintió que su corazón dio un y mil vueltas, sonrió feliz pero algo tímido al igual que ella. Hoseok dio un leve apretón a su mejilla y después la acaricio. Se podría decir que están en una relación, algo así, pero nada es oficial, no es como que se vean a diario, se besen entre otras cosas que hacen los novios. No. Ellos solo se sonríen, se dan cariño y se toman de las manos. Bueno, en resumen, algo así como novios de primaria.

Para Aerin eso no es un problema, en cambio, agradece que Hoseok la entienda y vaya lento, sabe que ella no esta lista para una relación desde que sucedió aquello, hace ya pronto un año. Si bien, le a hecho bien, la ha ayudado como nadie y de ello esta más que agradecida. De que se gustan, se gustan.

Aerin comprendió con el tiempo mientras estaba en la clínica, que no era amor lo que sentía por Kyungh, ni siquiera cariño, era algo así como algún tipo de costumbre, salió con el por más de dos años, se hizo costumbre el estar con el, pasar tiempo con el, no se dio cuenta cuando dejo de amarlo, pero lo hizo, incluso antes de que el comenzara a descuidarse, y cuando eso paso, el cariño también se fue.

Lo que el sentía, no era amor, era obsesión.

Ahora esta agradecida de que todo acabo, aunque aun están ahí en su cabeza esos terribles recuerdos, intenta seguir viviendo con ellos, porque fueron parte de ella y lo son de su vida, seguirán ahí por siempre, pero no les pondrá esa atención, o nunca podrá ser feliz.

Caminaron de la mano por todo el zoológico. Compraron unas bebidas así como comida para darle a los animales, lo disfrutaron tanto, el día lo hace aun mejor.

Cuando llego la hora de marcharse, el sol esta por esconderse, por lo que Hoseok se apura y conduce dirigiéndose al ultimo destino. Aerin lo miro algo confundida cuando noto como se desviaba lejos de la ciudad. Pero no dijo nada, dejara que Hoseok la sorprenda con lo que sea que le preparo.

Las estrellas esparcidas por todo el azul oscuro del suelo, son mas visibles ahora, la luna llena brilla en su mejor esplendor, cautivando a Aerin haciéndola reír tonta.

Aquella tonta sonrisa se borro cuando Hoseok paro el auto, miro a su alrededor, hay muchos arboles y plantas verdes sobre el suelo, una casa de madera esta a su costado, pero lo que más llamo su atención fue el lindo puente que hay frente a ellos, un puente de madera que los lleva a lo que parece ser un río.

- Hobi. -lo miró sin poder creer que la trajo a un lugar así-

-sonrió levemente- Quise traerte aquí porque.. Es un lugar sin ruido, es solitario, es hermoso. Quiero que disfrutaras de las estrellas, la luna, el paisaje, quiero que te relajes y olvides todo, por un día.

Solo se quedaron mirando, Aerin no puede estar mas agradecida con Hoseok, el sigue ahí a pesar de todo.

- Has mejorado mucho, estoy muy feliz de que estés mejor. Espero estar aquí te haga pensar en muchas cosas y te de aun más ánimos.

light | jung hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora