Es desgarradoramente familiar y aterrador.

─Lo siento. ─Suelta finalmente, atragantándose con la palabra.

Lamento haber arruinado lo que teníamos, por haber sido débil y no luchar un poco más.

Lamento haberte hecho tanto daño, por haberte dejado caer y no saltar detrás de ti para atraparte.

Perdóname por no buscarte, por huir del pasado y encontrar consuelo en la persona menos indicada.

Lamento tanto seguir dañandonos después de tantos años...

No dijo nada de eso. Exhala, tragándose el aire frío de la noche y cierra sus ojos para contener las lágrimas. En solo unos segundos, siente cómo su mundo se desestabiliza por completo, deja caer la máscara de indiferencia que ha adornado su rostro por tantos años y abre su corazón una vez más. El dolor crudo llena sus venas y entumece su cuerpo, haciéndolo sentir débil, pequeño y asustado.

─Estoy demasiado cansado para hablar de eso en este momento. ─Lo escucha murmurar y sabe que se refiere al pasado que tuvieron juntos─, tampoco deberías pensar tanto en ello, solo te harás más daño.

El tiempo parece detenerse entonces, pero no es más que su imaginación. El agua del arroyo sigue corriendo a su espalda, las hojas secas crujen entre sus dedos cuando baja las manos y sostiene un puñado de ellas. La luna se alza en el cielo estrellado, las aves nocturnas trinan a lo lejos y la gélida brisa le eriza la piel.

Aether está en lo correcto, no es momento de pensar en eso. Está aquí para llevarlo sano y salvo de regreso con Lumine.

Cierra los ojos y respira profundamente, intentando acomodar todas sus ideas. 

─Tienes razón. ─Responde finalmente─. Lo lamento.

─¿Puedes mirarme... Xiao? ─Escuchar su nombre se siente terriblemente incorrecto. Sin embargo, no duda en cuanto cumple con la petición de Aether.

Se miran en silencio por lo que parece una eternidad, luego Aether se hace a un lado y palmea el lugar vacío cerca suyo. La duda solo atraviesa su mente un segundo antes de arrastrarse hasta ahí y sentarse lo más cerca que puede. 

Es incapaz de negarse a una petición suya, por más insignificante que esta sea, nunca podría decirle que no. 

Sus brazos y piernas se tocan y rápidamente puede sentir el calor del otro cuerpo contra su costado, el aroma a coco llena su sistema y se obliga a sí mismo a no inclinarse; no obstante, es Aether quien acomoda su cabeza contra su hombro. Siente como el cabello le hace cosquillas contra la mejilla y solo en ese momento se permite perderse un poco en la embriagadora y dulce fragancia.

─Te extrañé. ─Lo escucha susurrar y quiere llorar, porque él también lo ha extrañado y justo ahora, teniéndolo tan cerca, pero sin poder tocarlo como desea, lo extraña aún más.

─Yo también lo he hecho. ─Se sincera, porque es todo lo que puede hacer en un momento de vulnerabilidad como este.

─Estás saliendo con mi hermana. ─Esta vez su voz es más fuerte, pero no suena molesto─, ¿es porque ella...?

─¡No! ─Niega rápidamente. Es parecida a mí, Xiao sabe que eso es lo que Aether estaba a punto de decir─, no lo he hecho por eso. 

─¿La quieres? ─Cuestiona entonces. Su cálida mano está una vez más sobre la suya.

─La quiero. ─Responde, porque es la verdad. A su lado, Aether tararea─. Ella está muy preocupada por ti, te ha buscado por todas partes y no te ha encontrado. Entre los tres, creo que es ella quien más sufre en este momento.

Asuntos pendientes.Where stories live. Discover now