Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*

Cap. 12

12. ALIARSE CON QUENTIN ES UNA MALA IDEA.

Corrí a mi departamento y me disculpé con mis padres al pasarlos de largo y correr a la habitación de Quentin.

-Mocoso ¿Estás jugando videojuegos?

Se encogió de hombros sin dejar de presionar botones y mirar la pantalla. -Si tú no soportas a tus padres ¿Por qué tengo que soportarlos yo?

Suspiré tratando de reunir toda la calma del chacras.

-Necesito tu ayuda.

Sip, tuve que hacer un gran esfuerzo para no ahogarme con mi propia lengua.

-No me interesa. Yo necesito una cama de bronceado y un club nocturno con mujersuelas me abaniquen, el mundo, mi querida Luce, no es como uno quisiera.

Abrí la boca de golpe.

¿Qué clase de monstruo tenía frente a mi?

-Te pagaré.

Arrojó el control a un lado, apagó la pantalla y me miró.

-Dale, pero rapidíto.

Entrecerré los ojos tratando de reconocer al demonio que yacía frente a mi.

-¿Recuerdas a Liam Woodgeth?

-¿El pollón que giró a la izquierda?

-Si... digo no... ¡No! No puedes llamarlo así eso es una falta de respeto a un mayor.

-Tú lo llamaste gilpollas, y...

-Yo sé lo que dije pero...

-¿Entonces es correcto que un adulto insulte a otro adulto, incluso es aceptable que el mismo adulto insulte al joven pero se considera un pecado capital y una eminente falta de respeto que el joven lo haga?

-Si... no... bueno yo creo que.., ¡No estés tratando de confundirme!

Quentin sonrió aparentemente divertido.

-Necesito que finjas... que yo... que yo soy...

Resopló. -¿Que eres virgen? Me darían un Oscar.

-¡YA BASTA! -le arrojé una almohada que le atinó a la cabeza.

-Esta bien, esta bien -mostró las palmas- Te escucho.

-Que Liam y yo estamos saliendo.

-¿A donde?

Lo fulminé con la mirada. -Juntos.

-¿A donde? -insistió.

Enrojecí. -Ya sabes... como saliendo...

¿Enserio me iba a hacer decirlo?

Se estaba riendo entre dientes.

Le lancé otra almohada. -Sabes de lo que estoy hablando.

-¿Luce, está todo bien, cariño? -preguntó mamá.

-Si -grité.

Quentin rió con fuerza y volvió a mostrar las palmas. -Lo siento, es que siempre que alguien menciona algo que, aparentemente, puede terminar en sexo te pones colorada. No has tenido esa charla conmigo, por cierto.

-Ni la tendré, más deberías de explicarme tú a mi.

-Oye, creí que lo odiabas.

Y le conté lo que había sucedido.

-Quiero el 50% de tus ganancias.

-¡¿Qué?! Vete al infierno.

-Veinte.

-Diez es mi limite y no voy a cambiar de...

-Acepto.

Lo miré sorprendida. -¿Enserio?

-Iba a aceptar cinco pero veo que iniciar con cincuenta fue bueno.

Me estafó.

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Me acerqué a la mesa frente a mamá y papá, con Quentin detrás de mi.

-Mamá, papá... tengo que decirles algo...

-¡Estás embarazada! -festejó mamá.

Papá me fulminó con la mirada.

-¡Mamá no! Dios, no. Solo... solo estoy saliendo con alguien y me gustaría que lo conocieran... y no lo hicieran huir... o mojar sus pantalones.

-Lo de Sam fue un clásico -aseguró Quentin sonriendo.

-¡Tú no estas saliendo con nadie! -atacó Wen.

Ya lo veía venir, esta era la parte en la que Quentin entraba.

Lo miré... y lo miré... ¡Seguía callado!

Carraspeé.

-Ah si... digo... ¡Luce tiene novio!

No iba a pagarle ni el 3%

Y dijo la palabra con N, ew.

-Claro que no ¿Cómo es que nunca lo he visto? -preguntó Wen cruzándose de brazos.

-Es que ella no es tan zorra como tú... -todos lo miraron sorprendidos y molestos- ... como tu has podido ver a muchas mujeres... cielos gente... relájense.

Estaba perdida, aliarme con Quentin había sido una terrible idea.

-¿A si? ¿Y quién es? -preguntó Wen con la barbilla en alto.

Mi hermana siempre se llevaba las alabanzas de nuestros padres, ella era la princesa de papá mientras yo era su fiel soldado. Estaba cansada de que nadie viera lo que yo hacia en realidad. Wen para empezar, un gracias por ir a prisión por mi, no estaría nada mal.

Abrí la boca.

-Liam Woodgeth -respondió Quentin orgulloso.

Y la volví a cerrar.

-¿Qué? Vete a caer al colmillo.

-¿Qué? -preguntamos Quentín y yo a unisono.

A veces a Wen le gustaba usar frases raras.

-¿Quién es Liam Woodgeth? -preguntó papá.

Wen resopló y tomó con fuerza el brazo de Juan. -No está hablando en serio papá.

-Es el heredero de James Woodgeth, dueño de la editorial Woodgeth, que para gente a la que le importa una mierda la lectura (como a mi), es una cosa súper famosa. Osea que el tipo tiene mucho dinero -explicó Quentin.

Cerré los ojos. No debí pedirle ayuda a Quen.

Papá me miró pidiendo una confirmación y mamá sonrió esperanzada.

Asentí con la cabeza.

Wen resopló. -Que te crea la penca.

-¿Qué demonios...?

-No lo sé, ya le dije que dejara el juego de palabras -le respondí a Quentin en un susurro- Como sea -me volví a mamá y papá- Nos invitó a cenar... con sus padres.

-¡¿Qué?! -preguntó mamá maravillada.

-¡¿Qué?! -preguntó Wen pálida.

-¡¿Qué?!... Nah, yo ya sabia.

Y ese, claro, había sido Quentin.

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=] Alex