Juntos, pero por separado ¦¦Cinco Y Tu¦¦ COMPLETADA

~Capítulo 7~

Sentía un dolor horroroso en la parte de atrás de mi cabeza. Intenté abrir los ojos pero era como si alguien o algo me lo impidiese.

Cuando por fin pude abrir los ojos vi como estaban torturando a Klaus. Traté de gritar que parasen pero no tenía la fuerza suficiente ni para abrir los ojos.

-No te lo vamos a preguntar más veces- era una voz femenina-¿donde está tu hermano?

-Deberías especificar - vi como miraba a una esquina de la habitación, sería Ben.

-Pero mirad quién a despertado - se acercó un hombre.

-Dejadla- exigió Klaus.

-¡Callate! - la mujer le golpeó.

-¿Quiénes sois? - intenté sonar lo más segura que pude.

-Eso no te interesa- la mujer se acercó y se inclinó para estar a la altura de mi cara - queremos saber donde está tu hermano.

-¿Cuál? - pregunté.

-No te hagas la listilla- me dio una bofetada - dinos donde está número cinco.

-No sé donde está - me pegó de nuevo.

-Otra igual- dijo el hombre frustrado.

"¿Qué le podré hacer para que confiese? Cha Cha, piensa." pensó la mujer.

-Asi que Cha Cha ¿verdad? - esta me miró sorprendida. Ya tenía más fuerzas.

-¿Como sabes mi nombre?

-No deberías pensar tan alto- dije e intenté no reírme por su expresión.

-¿Asi que tenemos a otra graciosilla? - dijo el hombre.

-Pero si tu te has reído, Hazel- dije y este me miró igual.

-Ya me he cansado- Cha Cha agarró un saco y me lo puso en la cabeza.

Mientras ellos se pusieron a hablar, yo me quité el saco con mi poder.

-Psh- me llamó Klaus- ¿puedes hacerles algo con tu poder?

-Si, pero tengo que hacer un plan - ya la he liado, se han dado cuenta de que estábamos hablando.

-¿De qué tanto habláis? ¿Y cómo te ahs quitado el saco? - dijo Hazel.

-De a ver que corte de pelo nuevo se puede hacer Klaus.

-Os vais callando- dijo Cha Cha.

-¿Y si no que? - pregunté desafiante.

-Me habéis artado- Hazel le puso una cinta en la boca a Klaus y Cha Cha me puso un cuchillo en el cuello.

-Habla ahora, porque si no lo haces ahora luego no podrás - me amenazó.

-Un caramelito no vendría mal, Cha Cha- en cuanto dije eso me clavó el cuchillo en la pierna- ¡AH! - grité.

-La próxima no será en la pierna.

-Dinos donde está número cinco ¡Ya! - Hazel.

-¡Que no sé! - grité por el dolor.

-Mmm- Klaus intentaba hablar, Hazel le quitó la cinta.

-Habla-dijo Cha Cha.

-Tengo sed- me reí.

-Mira en sus abrigos- dijo Hazel.

Cha Cha agarró el abrigo de Klaus y encontró sus pastillas.

-Eh, eh, eh- dijo rápido- esas son mis pastillas para... ¡El asma!