Dieciséis: Un puto experimento

Mulai dari awal
                                    

Dani puso sus dos manos en mis hombros,  me obligó a mirarlo y a calmarme. Respiré profundamente y hablé.

—Pero se me va a hacer tarde...— hice un puchero.

—¿Podes dejar de preocuparte por todo?—me sonrió.

—Jamás— admití, él me dio un beso en la mejilla.

—¿Desayunamos?.

—Si, pero. ¿Me puedo bañar?— pregunté, obviamente no me voy a meter en el baño de mandada.

—No— dijo serio.

—Bueno...— agaché la mirada. Sentí una risa por parte suya y lo miré.

—Obvio que si boba, ya te dije que es tu casa...— me sonrió, lo imité y le di un abrazo.

—Gracias.— le di un lindo besito en la mejilla. Si gente, todavía no me cepillo los dientes. Alto asquito darle un beso así.

No digo que no le quiero dar un beso por que todavía él no se cepilló los dientes. Sino que lo digo de mi parte.

Agarré mi ropa y me fuí a bañar. Me terminé de bañar y abrí el último cajón del baño donde tenía un poco de ropa mía. Me cambié, me peiné como pude con los dedos. Improvisé un cepillo de dientes con mi dedo y me enjuague, escupiendo la pasta de dientes, para después salir.

—¡Ya me bañeee!— avisé mi llegada a donde estaba Dani, que era el living, donde le estaba dando de comer a Jackson y a Coco.

"eres lo más puro que yo he presenciado"

Él estaba cambiado con una remera blanca y un short de color verde, con zapatillas blancas, como si se hubiese bañado. En si, tenía el pelo mojado, por lo que supongo que usó el otro baño en el apartamento.

—Era hora que te bañes, otaku— se rió, yo lo miré seria.

—¿Que me decís otaku?, lo dice el nene que no se bañó por una semana—repliqué.

—Tenia ocho años— me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Que tiene? Eras y sos sucio igual— le saqué la lengua.

—No me digas sucio, rancia.

—No me digas rancia, feo .

—No me digas feo...— pensó en una respuesta para pelearme—tonta.

—¿En serio?—me reí de su respuesta.

—¿Que?— me miró confundido.

—De tantas buenas rimas y replicas en batallas ¿me decís "tonta"? Caiste muy bajo— me cagué de risa en su cara.

—¿que tanto, eh?— me tiró en el sillón para hacerme cosquillas mientras que Jack venía a jugar con nosotros.

—¿que tanto, eh?— me tiró en el sillón para hacerme cosquillas mientras que Jack venía a jugar con nosotros

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Colegas // Daniel RibbaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang