—Viejo estúpido —Josie murmura en voz baja.

—Jo... ve con calma. —Hope suspira—. Es un tipo decente.

Josie no dice nada más, con la boca bajada en un mohín molesto.

La clase termina y los alumnos salen, metiendo montañas de trabajo de repaso en sus mochilas.

—Entonces… —Hope enlaza su brazo con el de Josie, intentando levantar el ánimo—. ¿Vas a ayudarme a trasladar a Maya más tarde?

Se está burlando de ella y Josie lo sabe, lanzándole una mirada burlona.

—Prefiero cortarme las venas.

—¡Josie! —regaña Hope, un poco desconcertada por la ligereza de su comentario—. No seas dramática.

—Lo siento —Josie dice rotundamente—. De todos modos, no es que me quiera allí.

—Probablemente no. Pero realmente quiero que ustedes dos se lleven bien. —Josie pone los ojos en blanco—. No, en serio, Jo. —Tira de la chica para que se detenga—. ¿Quieres intentarlo? —Atrapa los ojos de Josie—. ¿Por mí?

Josie le devuelve la mirada y el momento se vuelve más absorbente, más cargado de lo que Hope quería que fuera, como suele ocurrir con Josie. Hay algo en esos malditos ojos marrones.

—Claro, Hope —Josie murmura, el primer aleteo de una suave sonrisa jugando en sus labios, además de un indicio de algo más—. Por ti, siempre.

***

—¿No le parece raro a tu madre que hayas querido cambiar de colegio al azar? —Lizzie le pregunta a Maya desde donde está sentada en la cama de la chica.

Hope se había sorprendido (y sospechado) cuando Lizzie se había ofrecido a ayudar a Maya a deshacer las maletas. Pero no debería haberse preocupado. Lizzie aún no ha movido un dedo, prefiriendo hacer preguntas entrometidas y husmear entre las pertenencias de Maya.

—Sí, lo entiende. Sobre todo no entiende por qué me apunto a una escuela dos semanas antes de que acabe el semestre. Le dije que era para poder hacer nuevos amigos antes de las vacaciones —responde Maya, colgando la ropa en el armario.

—Entonces, ¿cuándo sales con el lobo?

—Lizzie. —Hope le lanza una mirada. Transformarse por primera vez es aterrador, y no es algo en lo que quieras pensar demasiado.

—Está bien. —Maya sonríe—. El próximo viernes.

—Es duro tener el primero en diciembre —comenta Lizzie, examinando sus uñas.

—¿Por qué?

—Es la Luna Fría. —Lizzie hace una expresión de duh—. La luna llena más larga del año, ya que nos acercamos al solsticio de invierno.

—Oh. —La sonrisa de Maya vacila un poco.

—No hay mucha diferencia, Maya. —Hope la tranquiliza antes de mirar a Lizzie, con los ojos entrecerrados—. ¿Cómo sabes eso siquiera, nerd? No es tu especie.

—¡Mi buen amigo Raf es un lobo! Por supuesto que lo sé. —Lizzie se vuelve hacia Maya—. Raf y yo tuvimos un corto pero apasionado romance.

—Cogieron una vez y luego te dejó. —Hope pone los ojos en blanco.

—Ambos éramos almas dañadas, aún no estábamos listos para encontrarnos —Lizzie dice, recostándose en la cama—. Fue trágico, realmente.

Maya mira a Hope, con diversión en sus ojos. Hope le devuelve la sonrisa, negando con la cabeza.

El Arte De PerderWhere stories live. Discover now