Capítulo XV

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^'^'^'^'^'^'^'^'^'El Nacimiento de La Luna^'^'^'^'^'^'^'^'^'

Tharton fue el último en subirse a un caballo dorado _ Nos vemos en el castillo _ dijo el mago mirando a Eduardo _ Tengan buena noche.

Una vez dicho eso todos dejaron al grupo detrás, los caballos empezaron a andar con las luces blancas iluminándolos desde lo alto, el pasto a sus pies perdía forma gracias a la velocidad en la que iban. Las luces del reino dejaban de ser pequeñas estrellas conforme avanzaban; cuando la oscuridad ya no los rodeaba y las luces blancas se esfumaron, el reino de Moondust los recibió. Una alta muralla, con arqueros situados en el adarve listos para disparar, les dió la bienvenida. El grupo se detuvo al borde de una fosa que rodeaba la muralla.

De repente un hombre se asomó por las almenas _ ¡Déjenlos pasar! _ demandó en voz alta al verlos. Leah lo reconoció, lo había visto la primera vez que había ido a la Casa de los Clanes. "Samuel" se dijo a sí misma al recordar cuando Fermí mencionó su nombre al abrazarlo.

_¿Quién es él?_ preguntó Leah a Graham.

_ Es el hermano del Rey Albert y general del ejército.

En ese momento, el puente levadizo empezó a descender con lentitud, era una gran estructura de madera que parecía impenetrable; cuando chocó contra el suelo, el grupo cruzó el puente con los magos guiándolos delante. Leah aprovechó para dar un vistazo a la fosa debajo de ellos, vió clavadas lo que parecían ser puntiagudas lanzas que llenaban en su totalidad la fosa. A cualquiera le esperaría una muerte atroz si intentaba invadir la ciudad por la fuerza. Mientras cruzaban el puente, el rastrillo de grueso hierro de la entrada ascendió dejando libre por completo el paso a la ciudad.

Las personas llenaban las calles, iban de un lugar a otro sin prestar atención al grupo que pasaba con los caballos; algunos de ellos llevaban en platos lo que parecía ser un pastel blanco en forma circular. A sus espaldas, la bruja notó que la entrada permanecía abierta y cómo algunos de los ciudadanos empezaban a salir por ella. Dio golpecitos en el hombro de Graham para llamar su atención.

_ ¿Por qué están saliendo?_ tuvo que alzar la voz entre el montón de voces y risas de la multitud.

Graham volteó a verlo por un momento _ ¡Oh! Parece que hemos llegado algo tarde, la Iniciación está a punto de empezar.

_ ¿Qué es eso?

_ Es la primera transformación de hombres lobos entre catorce y dieciséis años. Te lo explicaré mejor cuando lleguemos allá.

Las casas y edificios que se encontraban de camino al castillo eran muy diferentes a los de la Tierra, en Moondust no habían edificios que llegasen hasta el cielo, el máximo de pisos que la bruja pudo observar era de cinco. Toda estructura tenía un aspecto rústico, el color de las fachadas lisas o de sillería parecían varíar entre solo tres colores : rojizo, marrón o negro. No había ni una sola ventana que no dejara pasar la luz del interior de cada casa, todas las luces estaban encendidas y daban cierto recibimiento cálido y de confort, pero aquello no era lo único que iluminaba en las calles; miles de pequeñas luces blancas flotaban sobre sus cabezas formando un camino luminoso, parecían luciérnagas, pero no lo eran.

El camino se hizo menos laborioso conforme avanzaban y las calles empezaban a vaciarse. Se detuvieron enfrente de una enorme fortificación, con dos gruesas torres circulares a ambos extremos de la fachada, que formaban parte de una muralla, era la edificación más alta que había visto hasta ahora. Las dos inmensas puertas de madera se abrieron a la par dejándolos pasar hasta el patio de armas del castillo, en donde una vieja mujer de aspecto descuidado los estaba esperando.

_ ¿Quién es ella?_ musitó Leah luego de reconocer a la mujer. También la había visto la primera vez que fue a la Casa de los Clanes, pero había pasado desapercibida, no conocía su nombre ni quién era.

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