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Me doblé el tobillo.

Sinceramente he experimentado peores dolores que este, si dolió, pero no fue para tanto, pero todos exageraron todo de una forma que sentí que era mejor seguirles la corriente, y hasta fue medio agradable que me cargaran tipo princesa por todo el campamento hasta llegar a mi cabaña.

Mi tobillo está hinchado y pica un poco, pero al menos me libró de seguir haciendo esos juegos que poco me faltaba para tocer un pulmón. En mi defensa, mi padre es un hombre extremadamente atlético que después de tener sus devocionales matutinos sale a correr, desde que llegué me ha estado despertando a las cinco de la mañana para salir a correr, no despierta a Lucas ya que: «Él necesita dormir bien porque su cuerpo está en desarrollo», cómo si yo con mis casi veinte años no necesite seguir en desarrollo... o al menos tengo la esperanza de que así sea... pero el día de hoy me levantó a las tres de la mañana para tener un devocional que sinceramente tuve que terminar de pie porque me terminaba venciendo el sueño si lo seguía haciendo postrado y me despertaba sobresaltado cada que mi padre elevaba la voz.

Me pregunto si Dios recibirá con agrado mis frases sin terminar pero bien intencionadas...

Si, ya no quiero ser cristiano, pero eso no significa que no crea en Dios, la verdad él es el único al que puedo expresar sin filtros todo lo que pienso, recuerdo cuándo le conté la primera vez que vi una página para adultos pero en realidad no vi mucho ya que los nervios me ganaron y tan pronto la página abrió, la cerré.

Recuerdo que borré el historial tantas veces y que me sentía tan culpable...

Estuve paranoico toda una semana, pensando en que mis padres se habían dado cuenta, y Moisés con sus historias sobre hombres de negro o del FBI que ven todo lo que haces en internet no me ayudaron mucho. Aunque al final del día el no estaba tan equivocado.

—¿Todo bien?

—Si me trajiste el agua que te pedí, estaré bien —ella sonrió ante mis palabras y extendió una botella hacía mi dirección, la botella estaba caliente, y aunque hubiese preferido agua helada, no me quejé, además de que disimuladamente me pasó algo que le había pedido en secreto, aunque no entendí porqué la discreción si estábamos solos—. Gracias.

—Te noto extraño. Bueno... extraño ya eres...

—Oh, gracias, Eva, eso hace que me sienta mejor.

—¿Te enojaste con Adán?

—¿Y porqué habría de hacerlo?, no fue su intención lesionarme además de que me gane una linda enfermera que me cuida.

—Sigue hablando así y mi hermano te doblará el otro tobillo.

Una sonrisa maliciosa se posó en sus labios, sabía que la amenaza era real, pero por alguna razón disfrutaba eso, el no ser intocable por ser hijo de Pastor, aunque bueno, a veces eso te deja secuelas...

—Si mueves mucho el tobillo te dolerá —Se cruzó de brazos por la mirada de obviedad que le di y ahora fue mi turno de sonreir—. Te iba a acomodar bien el hielo pero vas a tenerlo que hacer tu solito ahora.

No me quejé y, dejando las cosas a un lado, me incliné para acomodar mi bolsa de hielo que ya se comenzaba a derretir, pero al menos me había adormecido el tobillo y aunque dolía, era soportable.

—¿Y tu porqué no estás con las otras chicas en los juegos?.

—Dolores menstruales.

—Pero si te ves muy tran...

—¡Ay, ay!, ¡Ay!... calambre...

—Sabes que estamos en un retiro espiritual, ¿Verdad?, no deberías mentir así.

¡Rayos!... Ya No Quiero Ser Cristiano [Parte 2]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon