EIGHT

506 83 9
                                    

En su cama en la mañana, JiMin no estaba. Lo que era sumamente extraño porque el chico siempre era de los últimos en levantarse. YoonGi buscó en las orillas del bosque, en el comedor, incluso en la enfermería pero su compañero de escuadrón no dejó ni un poco de su rastro.

Regresó a casa con los pies molidos, un dolor de cabeza y lleno de suciedad de la naturaleza.

Todavía tenía los nervios a flor de piel, demasiado nervioso por no encontrar a su compañero faltante. No quería que sus pensamientos tomaran un rumbo obscuro pero inevitable no imaginar a JiMin avanzando en la dirección honda del lago.

—YoonGi —Le irrumpió el líder del escuadrón, con una mano tensa y torpe sobre su hombro. Los ojos de YoonGi tardaron un poco en atrapar la silueta de NamJoon, ellos parecían haber chocado en el pasillo de su refugio o él estuvo deambulando mucho tiempo en la inconsciencia—- ¿Qué sucede?

No perdió ni un segundo en confesar.

—No encuentro a JiMin.

Tal vez entre todo el equipo podrían organizar una brigada de búsqueda, era radical sin embargo sentía que su desesperación podría llegar a ese punto. SuRan probablemente ni si quiera saldría de los dormitorios, por el contario, SeulGi saltaría a arrancar las raíces de los árboles y le diría algo como: "Cavaré hasta el fondo de la tierra para encontrarlo, deja de estorbar y muere."

Y morir.

YoonGi no estaba feliz de concederle en eso a la chica de cabellos azules. Tan solo imaginar a JiMin en su regazo, sin tener que compartirlo con él volvía su sangre caliente dentro de sus venas. ¿Qué podía hacer sino?

La cara del líder se transformó en la viva imagen de la confusión.

—Está en las duchas. —Le avisó NamJoon, demasiado desconcertado. El alivio regresó a YoonGi con una bocanada de aire que por fin pudo pasar por su garganta.

El corazón iba a escapar de su pecho si no tenía a JiMin pronto, ronroneando por un poco más de contacto físico.

—Muchas gracias. —Su líder le sonrió en respuesta, retomando su camino.

Ni si quiera le importó despojarse de una sola de sus prendas, abrió la puerta de los baños de golpe. Estaba en el segundo piso, compartían ese espacio con las chicas y un pequeño cartel de madera al que podía darse vuelta anunciaba de quién era el turno para usarlo. Dentro de la bañera que golpeaba las paredes del fondo y dejaba un poco espacio de losetas, el cuerpo de JiMin se veía sumamente pequeño. Encogido contra la pared y sus rodillas aplastando su pecho.

No era un muchacho pequeño precisamente. Pero, la forma en que estaba encogido le daba un aura de vulnerabilidad exponencial. Le recordó al niño del Garden, al llorón que se escondía en un rincón y todo el tiempo estaba siendo reprendido por los adultos por su falta de control emocional.

—¿Dónde estabas? —No pudo evitar preguntarle, sin estar arrepentido del todo por su tosquedad.

JiMin lo miró, sus ojos de iris rojizo escondiéndose tras los mechones rubios que escurrían de agua.

—Fui al bosque.

—No mientas —le reprochó, cerrando la puerta, sólo por si alguna de las chicas pasaba por ahí, no deberían ver a JiMin tomando una ducha—. Te busqué.

—No lo hago. —Le repitió, creyendo en ello. No tuvo no un encogimiento de culpa por lo que YoonGi desde el inicio supo que estaba diciendo la verdad— tengo ramas en el cabello, por si quieres inspeccionarme.

Se acercó, con las manos tras su espalda y se detuvo en el borde de la bañera.

Odiaba tanto ver al pequeño estambre tan deprimido. Con los ojos muertos y los labios pálidos.

Kiss of Death [JimSu]Where stories live. Discover now