Egoism

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-Porqué en todas las fiestas a las que vamos pasa algo? –preguntó la pequeña después de despedirse de todos y caminar con Lauren hasta el auto.

Lauren rió.

-Tal vez porque eso pasa en las mejores familias. –le abrió la puerta del Impala a la pequeña y dio la vuelta.- Tienes frío?

Camila asintió y la morena tomó la sudadera favorita de Camila del asiento de atrás y se la entregó. Lauren encendió el auto y dio media vuelta, en dirección hacia la salida de Boston.

-Crees que ellas van a estar bien?

-Realmente espero que Vero tome coraje. –dijo sincera pensando en lo que haría con la amiga si no luchaba por Lucy.

Camila asintió y miró a su alrededor. Había algo extraño. En el asiento de atrás había una guitarra y una mochila negra que ella nunca había visto y al mismo tiempo Lauren estaba conduciendo en dirección contraria a su casa.

-Hm…Lauren? Creo que la casa de mis papás está al otro lado.

Lauren miró rápidamente a Camila y sonrió.

-No vamos para tu casa. –afirmó recibiendo una mirada extrañada.- Iremos a California.

-Cali- qué? –gritó Camila saltando en el asiento. Lauren soltó una carcajada.- Lauren, esto está pasando muy rápido, por qué no me avisaste? Qué haremos en California? Y mis papás? No traje ropa, dinero, comida, qué estás haciendo?

-Camila, respira! –pidió Lauren entre risas.- Todo está en el maletero. Dinah robó tus maletas y Vero las buscó por mí. Hablé con tus papás, tengo dinero, aunque creo que no lo vamos a necesitar.

Silencio. Lauren lo entendió como el momento en el que Camila procesaba todo lo que le acaba de decir mientras armaba un nuevo monologo.

-Quieres matarme, lo sé. –dijo en cuanto entraron a una carretera desierta.- En dónde nos vamos a quedar? Está lloviendo.

-Podemos pasar a un hotel en la carretera y mañana vamos a la casa de campo de mi familia.

Camila aún estaba vuelta hacia la morena que le guiñó, la pequeña se derritió.

-Te amo y lo que estás haciendo por mí es increíble.

-No lo es? –repitió convencida recibiendo un beso en la mejilla.- Te amo.

**

Verónica había andado lo suficiente para esconderse del grupo, a pesar de aún escucharlos cantar. Está bien, ella solamente no quería que la vieran llorar, sería muy humillante. Así que encontró una piedra y se sentó en ella para ver el rompimiento de las olas.

-Interrumpo? –aquella voz que le dio tanta alegría un día llegó a sus oídos. Ella se levantó bruscamente sintiendo que su corazón iba a salirse.

-Es claro que no. –Respondió. Lucy se acercó tímida y se detuvo al lado de Vero.

Silencio. Podía decirse que era posible escuchar el corazón de ambas latir en sincronía, ellos sabían que estaban muy cerca, sabían que estaban a punto de chocarse.

-Me preocupé cuando saliste de ese modo. –dijo Lucy arriesgando una mirada hacia Vero.

-No podía seguir mirándote, Lucy…-Vero parecía incómoda y por algunos segundos el silencio volvió a reinar, pero era uno cómodo. Vero miró a Lucy y luego desvió la mirada hacia un lado.- Será que puedo pedirte algo? –Vero controló la respiración al mirar a la chica a su lado y le tendió la mano.- Bailas conmigo otra vez?

Lucy la sujetó y se acercó a Vero aún más, quedando a centímetros de su rostro, sintiendo el cálido aliento de su amor. Ese era el peor dolor que ella podría sentir, estar tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.

Lucy suspiró y Vero la abrazó. Ellas comenzaron a bailar lentamente sobre la luna que iluminaba todo lo que necesitaban ver esa noche y sobre la fina lluvia que limpiaba sus almas de todo anhelo. El sonido de las olas se transformaron en el ritmo de la música produciendo algo tan suave, tan romántico… Verónica llevó sus labios al oído de Lucy y murmuró.- Aún te quiero tanto.

Lucy se alejó con lágrimas de desespero en sus ojos, pareciendo derrotada. Intentó decir algo, pero se detuvo, en seguida giró en la arena y exclamó:

-Por qué aquí en mi corazón duele tanto? –dijo pasando la mano por su cabello mojado.- Pienso en ti y lloro igual que un bebé.

Verónica se asustó al escuchar esas palabras y sintió como si algo en su pecho volviera a vivir.

-Lucy…

-En la noche de navidad, el verte me provocó cosas que jamás pensé que iba a sentir nuevamente, la paz que encontré en tus ojos, me hizo sentir tan bien. –dijo con suplica en los ojos.- Cuando te veía comenzaba a sonreír por dentro. No entiendo, no sé por qué este sentimiento por ti es más fuerte que yo. Sabes cuando llega la nostalgia y no tienes para dónde correr!? A veces me siento así, no sé por qué, parece que te necesito tan rápido y tan fuerte. Es tan locas mis ganas de ti que nunca se acaban, y por lo visto nunca se acabarán. Te amo y, aunque cruel, dudoso y triste, a veces, el destino no se equivoca y sé que eres el mejor error que pude haber cometido algún día, Vero.

Lucy intentó correr, pero Verónica fue más rápida y tomó su mano sin saber muy bien lo que hacía.

-Fui tan egoísta al dejarte…Quise vivir una vida en la que no estuvieras, Lu. Sufrí mucho cada momento que pasé como una mujer enamorada y, principalmente, en cada momento que pasé triste, olvidada por todos, intentando comprender lo que pasaba conmigo, intentando olvidarte. –Hubo un relámpago en el cielo, revelando los rojos ojos de ambas. Lucy lloraba como una niña que acaba de lastimarse las rodillas.- Será que, después de todo este tiempo que pasé sola, de verdad quise olvidarte o será que solamente quise hacer lo que creí que era más fácil?

Y de repente Vero sintió un cálido aliento cerca de su boca, Lucy la tomó por el cuello de la chaqueta y luego la besó, ella apenas correspondió, quería eso hace mucho tiempo. El olor que ella emanaba era delicioso, extrañaba ese beso y ahora era como si sus heridas se hubieran cerrado. Vero envolvió la cintura de Lucy con sus brazos levantándola del suelo, la lluvia aumentó a una capa más gruesa y Lucy estuvo segura de que necesitaba de Vero más que cualquier cosa.

**

Muy lejos de ahí, en un hotel de carretera, Lauren estaba recostada a la barandilla de la ventana de la habitación viendo su auto abajo. La lluvia aumentaba cada vez más y los relámpagos y truenos eran cada vez más fuertes. Pero, su cabeza giraba lejos de ahí, sus ojos buscaron el cuerpo de Camila atrás de ella que dormía tranquilamente en la cama. Su razón le llamó la atención; ella tenía un pasado. Ella había dejado algo atrás y no podía librarse de eso ahora, con Camila enferma.

Estaba actuando completamente por impulso y sabía que pagaría muy caro por eso. La universidad, el auto, su novio. Su familia. Eran detalles que ella había dejado para después, pues ahora lo que ella necesitaba era a Camila y la pequeña la necesitaba a ella. Se detuvo frente a la cama y cubrió a su pequeña para que no tuviera frío, entonces se dio cuenta de que ella llevaba el collar. Sonrió. Luego se acostó frente a ella en la cama, viendo sus ojos tranquilamente cerrados, escuchando su tranquila respiración. Ahora, para Lauren, amar es cuando encuentras algo fuerte, algo que destruye tus vidas, alguien que las salva. Y ella, de alguna forma, se sentía a salvo en ese momento y eso sonaba tan perfecto.

It Was Just A DreamOnde as histórias ganham vida. Descobre agora