Is Christmas.

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Él se tambaleó hacia atrás bajo los gritos desesperados de las personas, Vero se acercó un poco más y le dio otro golpe. Wes cayó en el suelo y ella se agachó frente a él, y dijo bajo;

-Solo para avisarte, ni siquiera estoy ahí. –después se levantó y entró a la casa siendo seguida por varias personas. Lauren no podía moverse.

Ella realmente no se esperaba eso, y la mirada shockeada de Camila decía lo mismo. Drew apareció en el jardín y corrió para ayudar a Wes seguido por Willie, la morena vio a Camila esconderse detrás de ella.

-Creo que es mejor salir de aquí. –dijo Lauren llevando a Camila lejos de las personas, la verdad, ella llevó a Camila a la calle.

-Qué estás haciendo? –preguntó Camila confundida viendo a la morena abrir la puerta del auto para que ella entrara.- No vas a ayudar a Vero?

-Ella sabe cuidarse sola, y estoy segura de que si regreso, ella me va a correr a golpes y patadas.

La pequeña frunció el ceño desconfiada, pero entró al auto. Lauren dio la vuelta y entró, encendiéndolo.

-No vas a secuestrarme, o sí? Porque mi validez no es muy larga. –el humor negro de Camila hizo a Lauren cerrar la cara y estremecerse.

-Tengo una sorpresa para ti.

Después de eso la pequeña no preguntó más, estaba más emocionada por saber lo que era. Durante el camino, Lauren se puso nerviosa, estaba a punto de realizar algo que Camila soñaba, y ella tenía miedo de que no le gustara, o encontrarlo un abuso. Varios pensamientos negativos invadieron la mente de Lauren, y ella no quería imaginar lo que pasaría si alguno de ellos se volviera real. La morena entró con el auto a lo que parecía ser una especie de parque abandonado. La nieve cubría gran parte del lugar, así que encontró mejor estacionar ahí y seguir a pie.

-Ahora tú me estás asustando.- dijo Camila con cierto temor en su voz.- qué estamos haciendo aquí?

-Es una sorpresa Camz. Confías en mí? –preguntó dirigiéndose hacia la pequeña en el asiento. Las dos intercambiaron miradas.

-Con mi vida.

Lauren sonrió y bajó del auto, abrió el maletero y sacó una bolsa beige de adentro y la colgó en su hombro, después tomó una cobija y un radio.

-Vamos a acampar aquí? –rió Camila cuando vio el cobertor en las manos de la chica.

-Más o menos.

Camila enlazó su brazo al de Lauren y comenzaron a caminar entre el bosque cubierto de nieve, la morena sentía a la pequeña temblar y eso la preocupo al inicio, pero después se relajó. Necesitaba aprovechar la noche con Camila.

-Sólo quería que tuvieras una navidad diferente. –fue lo único que dijo Lauren al detenerse.

El brillo en los ojos de Camila fue inevitable, la pequeña pareció paralizarse en cuanto vio el lago congelado frente a ella. El lugar era perfecto, y Lauren le agradeció a Vero por conocer Boston como la palma de su mano. El lago congelado estaba rodeado por árboles, y si veías hacia arriba, podías ver el cielo estrellado y la gran luna reflejada en el hielo. Camila aun parecía shockeada.

-Lauren…-fue todo lo que pudo decir.

-Lo sé, es hermoso.

Lauren también estaba encantada con el lugar, y se sentía aún más feliz al ver que a Camila también le había encantado. La pequeña comenzó a llorar y abrazó a Lauren, tan fuerte como nunca antes. Lauren besó lo alto de su cabeza y dejó el cobertor y la radio cerca de un árbol para envolver a Camila en un abrazo completo. Completo en el sentido de ella misma sentirse así. Por increíble que pareciera, Camila la estaba completando desde el día que viajó a Nueva York.

-Eres perfecta, Jauregui. –la voz de Camila salió rasposa y la morena rió.

-Te dije que sería una sorpresa. –bromeó separándose del abrazo. Camila alborotó su cabello.- Ven, hay algo más.

Ella quitó la bolsa de su hombro y de sacó de adentro dos pares de patines.

-En serio? Voy a patinar? –ahora la pequeña parecía una niña que acaba de recibir un regalo.

-Pero es claro, Camz. –respondió Lauren. Camila se sentó en la nieve e intercambió rápidamente sus botas por los patines, Lauren la ayudó a levantarse y caminar hasta el lago.- Debí haber dejado el auto más cerca por si intentas el suicidio.- bromeó ahora sentándose en la nieve y cruzando las piernas para observar a la pequeña divertirse en el lago. Realmente, Camila no parecía tener más que doce años, ella corría como loca por el hielo y se deslizaba como un ángel.

Con movimientos tan delicados y al mismo tiempo descoordinados. Lauren imaginó que solo había una persona en el mundo que podía hacer esas dos cosas, y ella se llamaba Camila Cabello. Lauren abrió la bolsa a su lado una vez más y sacó la cámara que Alejandro le había dado. Ella parecía encantada con los movimientos de la pequeña, que reía bobamente. Comenzó a sacar varias fotos de Camila, encantada con la belleza que solo ella podía reflejar. Esas fotos serían recuerdos, recuerdos del primer paso que ella había dado.

Después de varias fotos, guardó la cámara y decidió que era hora de entrar en el juego, quitó sus zapatos y se colocó los patines.

-Ven, Lauren. –llamó la pequeña corriendo en dirección a la más alta en cuanto comenzó a patinar. Camila perdió el control y chocó contra el cuerpo de la morena quien la sujetó fuerte en sus brazos.- Ups.

-Más cuidado por donde patinas, Cabello. –alertó Lauren bromista alejándose de Camila. La pequeña recibió eso como un desafío y comenzó a patinar detrás de ella.

Las dos reían fuertemente, por cualquier cosa. Camila conseguía alcanzar a Lauren y las dos se tomaron de las manos para patinar juntas. Cielos, aquella era tan divertido. Nunca pensó en sentirse tan libre y rebelde, pero sí, ella estaba feliz al lado de Camila. Las dos se detuvieron en medio del lago y se miraron por algunos segundos.

-Eres la mejor patinadora que haya visto, Camz. –mintió Lauren entre los suspiros de cansancio. Camila abrió la boca y sus ojos crecieron.

El reloj sonó marcando la media noche, la morena levantó los ojos de vuelta a la pequeña frente a ella.

-Es navidad…-dijo con voz baja.- Pide un deseo.

La pequeña siguió mirando a Lauren como siempre lo hacía, maravillada con el cambió que dio. Ella apretó las manos de la morena y respondió;

-No hace falta, ya me diste todo lo que podía querer.

Los ojos de Lauren brillaron y de repente algo en su estómago se manifestó, como mariposas.

Esperen, mariposas?

Eso no era bueno…

-Quiero intentar algo. –dijo Lauren como susurro.

Camila asintió con la cabeza, ella jadeaba.

-Cantas conmigo?

Los ojos de la pequeña cayeron, y su expresión cambió a dolor. Lauren sabía por qué, ella tenía miedo de cantar, era el sueño que ella no podría realizar de la forma que deseaba. La morena sujetó la barbilla de la pequeña y levantó su rostro haciéndola ver sus ojos nuevamente.

-Confío en ti, o sino no hubiera hecho nada de esto. –explicó con una mirada dulce.- Eres la mejor cantante que he conocido, y no importa si miles de personas o solamente yo lo veré, tu espectáculo es perfecto, así como tú, Camz.

Camila tocó la mano de Lauren en su rostro y la bajó, algunos segundos pasaron con ellas aun viéndose como siempre les gustaba hacerlo, hasta Camila decir;

-Sé que canción quiero cantar.

It Was Just A DreamWhere stories live. Discover now