El muro ✔️

EXTRA N°2

Porque yo misma ya me he declarado fan de esta pareja es que de forma completamente parcial subo otro extra de ellos.

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Esta vez, este extra ocurre luego del capítulo 10. Aliada.

Cuando Nick ya está de vuelta en casa, después de ser rescatado del hospital.

Conoceremos un nuevo personaje, al que debemos recordar porque será importante en la nueva historia.

Nick y Emily

Emily

Golpeó la puerta de la casa de Nick con un nudo en la garganta, Will me había dicho que fuera a verlo. Como si por mí misma no me preocupara lo suficiente por él.

Era casi en lo único que pensaba. Había crecido con la figura de Nick como el chico perfecto. Con el correr de los años logré ver todos aquellos defectos que de pequeña no veía, pero, aún así, no podía evitar lo que sentía por él.

Era demasiado fuerte y no se comparaba con lo que llegara sentir por nadie más.

Casi no había podido mirarlo durante todo el camino de vuelta a su casa desde Arlen, no podía soportar verlo así... golpeado, sangrando, arrastrándose, sin fuerzas. Sentía demasiada impotencia. Hasta incluso prefería que me hubieran golpeado otra vez a mi que a él.

- Em que bueno verte. - la madre de Nick, Riza, me abrazó muy fuerte. - Pasa, estas en tu casa. Estas hermosa, como siempre.

- Gracias. Es bueno verte a ti también. ¿Como está? - pregunté, no había necesidad de expresar a quien me refería, era obvio.

- Mejor. Sigue quejándose. Sabes que es un experto en eso cuando quiere. Sabe que voy a hacer todo lo que quiera y aprovecha. - bromeó y no pude evitar sonreír un poco. En ese instante se puso seria los ojos se le llenaron de lágrimas. - Nos preparamos para esto, sabemos que puede suceder, pero... ver a tu hijo en este estado y saber que su padre no quería rescatarlo es...

- Terrible. Lo sé Riza. - le tomé la mano intentando demostrarle mi comprensión, mientras ella se sentaba en una de las sillas de la cocina.

Esa mujer se había convertido en una segunda madre para nosotros, cuando la nuestra murió y nos quedamos solos; ella no dudo ni un segundo en darnos un lugar en su casa. Nos alimento y cuido como si fuéramos sus propios hijos.

Nuestros padres habían muerto con menos de dos años de diferencia; primero papá, baleado en Arlen y luego mamá, enfermo poco después, suponemos que de la tristeza.

Todos nos miraban con lástima, pero no Riza, ella jamás nos había hecho notar la falta de nuestros padres, simplemente nos cuido y protegió, nos adoptó, sin ningún beneficio a cambio.

Will se había hecho cargo de mi, era cierto, pero Riza, nos había dado un techo, cuando no teníamos ningún lugar donde vivir.

Suspiro: - Ojalá mi hijo no haya heredado la increíble estúpidez de su padre y logré ver lo que tiene frente a él. - la mire sin entender muy bien lo que estaba intentando decir. - Ay Emily. No hace falta que intentes ocultarlo. Es obvio lo que sientes por Nick. Sólo espero que no te haga sufrir.

Le sonreí un poco, avergonzada. Me conocía demasiado bien; básicamente me había criado.

La dejé atrás y entre en la habitación de Nick. Estaba dormido. Aunque lo conocía desde que había nacido, casi no lograba reconocerlo detrás de todas esas heridas y golpes. Sentí que la angustia volvía a apoderarse de mi.

Me acerqué; estaba dormido. Los analgésicos que Liv nos había dado hacían que se durmiera por mucho tiempo, pero al menos ayudaban a calmar los dolores.

Cuando estaba a unos centímetros besé su frente. Me dolía verlo así, tanto que se me hacía difícil respirar.

Me acomode en el poco espacio que su cuerpo no ocupaba, acostándome a su lado. Lo abracé, cuidando de no molestarlo. Me dediqué un momento para oler su perfume, el cual me encantaba.

Así, en esa posición, en la que todo parecía perfecto, me quedé completamente dormida.

Al despertar, levante la mirada y me encontré con la suya, fija en mi; al verme, sonrió.

- Creo que tengo un efecto somnífero. - ¿Por qué era tan perfecto?

- Estaba agotada, no te creas tan importante. - respondí intentando disimular mi nerviosismo.

- Soy importante. Al menos para ti ¿No es así? - rodé los ojos, siempre tan creído. - Vamos Ly, podrías estar en cualquier lado, durmiendo con cualquier tipo y estás conmigo, que parezco un Frankenstein.

- Si eres importante. Y puedo estar con cualquier chico - aunque solo quiero estar contigo pero tú no te das ni cuenta, pensé. -, cuando yo quiera. Ahora me importas tú, porque te molieron a golpes.

Puso cara de pensativo y en ese momento me di cuenta de que no me había movido, seguía apoyada en su hombro, con mi brazo alrededor de su cuerpo. Por otro lado, él me estaba abrazando por la cintura. Podría llegar a acostumbrarme a esto. A tenerlo cerca, a despertar y encontrar sus ojos y su maldita hermosa sonrisa a centímetros de mi.

- Entonces creo que dejaré que me golpeen más seguido. Si con eso consigo despertar con esta vista.

Me sonroje por completo y baje la mirada un poco aturdida.

- No te acostumbres. - murmuré.

- Me gusta acostumbrarme a lo bueno. - respondió.