| EL TÍO QIREN |

3.3K 528 187
                                    

Sábado 20 de marzo

Eran las ocho de la mañana y Jiang Cheng daba vueltas por su cama sin poder conciliar el sueño. La idea era despertar a las nueve, comer casi a las diez y salir a las diez y media, pero despertó a las siete y desde ahí que no puede cerrar los ojos. Ha visto a Qiren en las reuniones de líderes que hacen, pero el hombre casi no habla, no sonríe, no se ríe y parece estar evaluando todo con la mirada. Frustrado, se levantó sin más que hacer, se cambió ropa y arregló su cabello en su moño habitual. Cuando llegó a la cocina su madre ya estaba ahí.

—Oh, A-Cheng, ¿vas a salir hoy? —preguntó, sin mirarlo.

—Si, iremos con A-Xian a Gusu hoy, ¿recuerdas?

—Ah, verdad. Oye, me llegó información de LanLing hoy, ¿quieres saber?

—Claro.

—Mi informante dijo que ese viejo verde estuvo realmente enojado cuando escuchó tu mensaje, que volteo mesas, jarras de vino y todo lo que pilló por delante. Esas fueron las palabras de tu padre, ¿no? tu no las aplicas mucho, pero sirvieron bastante. —dijo la señora Yu, con una media sonrisa.

—Si... Oye mamá, ¿Cómo es Lan Qiren? —preguntó nervioso.

La señora Yu lo miró por un momento, bufando. —Ese viejo chivo es un chismoso, se pasa todo el día con esa cara de piedra suya, así que uno nunca sabe cuando está feliz o enojado. Cuando sale se preocupa de cumplir esas tres mil reglas de su casa, pero habla mal de sus sobrinos y verás que se le olvidan todas. Su maldita barba me parece fea e irritante, y personalmente no me agrada, pero supongo que tu podrías caerle bien. —dijo.

—¿Por qué?

—Porque ambos quieren algo en común. Lan Xichen. —respondió Madame Yu, con una sonrisa suave.

Jiang Cheng se quedó en silencio, sin saber muy bien que decir. Una pequeña y boba sonrisa se esbozó en sus labios. Yanli entró con Wuxian en sus brazos, quien venía contándole algo sobre unos conejos con los que se había soñado, disfrutando de comerlos asados.

—¡Buenos días mamá! ¡Buenos días Cheng gege! —saludo el infante, con su gran sonrisa.

Madame Yu se lo quitó a su hija de los brazos y sonrió cuando el niño le besó la mejilla, estrechándolo un poco más en sus brazos. Lo sentó en su silla y revolvió su cabello, luego le dejó un vaso con leche blanca tibia y un sándwich con quedo y jamón, también le dejó un pequeño pote con frutas picadas. FengMian llegó, los saludó y se sentó a desayunar con ellos.

Bien, eran las nueve y media y ya habían desayunado. Él ya estaba listo, pero se tomó su tiempo en arreglar a su pequeño demonio. Así que a las diez con diez ya estaban listos. Sintiendo su estómago medio revuelto de los nervios, tomó la mano de Wuxian, se despidieron de sus padres y agradeció el "todo saldrá bien" de Yanli, quien los despidió en la puerta. Wei Ying lo miró, ladeó un poco su cabecita y solo le sonrió.

Bien, debe ir a conocer a su suegro.

¡Ánimo!

El camino al receso de la nube fue realmente tranquilo, bromeando con A-Xian mientras lo llevaba en sus brazos. El camino se hizo cada vez más frondoso, hasta un poco helado, menos mal que se habían puesto abrigos gruesos. Cuando llegaron a la entrada del receso, uno de los habitantes del lugar salió a recibirlos y los llevó a la entrada de la residencia del maestro Lan.

Y en la entrada de la puerta, estaban Xichen y WangJi esperándolos.

—Hermano Xichen, ¡Lan Zhan! —saludó Wei Ying, sonriendo.

¡La guardería de Xichen! | MDZS AU |Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang