Colegas // Daniel Ribba

Once: Sorpresa

-¿Posta?-Le pregunté feliz

Si, ya se nos pasó el enojo. Bipolares modo on.

-Pero me tenes que acompañar, está en otro lado- me dijo.

-¿Ahora?- consulté.

-No, mañana- contestó sarcástico riéndose.

-¿Que me descansa'? Enano de mierda- dije dándole una mini cachetada

-Callate ompaloompa, ¿querés?- me pellizco la mejilla.

Me levanté, me puse una campera de Boca y nos fuimos.

Antes de salir, Daniel me dió una tela para vendarme los ojos. Se hace el misterioso.

Estábamos rumbo a no se dónde pero Daniel puso música, estaban pasando la canción "Corazón sin vida" de Aitana.

Y bueno, cuando me agarra mis momentos sad me pongo a escuchar canciones que escucha mi mamá.

Sorry, soy esto.

Estaba cantando lo más trank, pero siento que alguien me está mirando, y como estamos con el auto en movimiento, supongo que la única persona por la me puedo sentir observada es Daniel.

-¿Que te pasa que me estás mirando?.

-¿Estas espiando?.

Para serles sinceros, no veo nada.

-No veo nada Daniel, solo sentí que me estabas mirando.

-¿Por que Paulo sabe antes que yo que vos compones?.

-Ay Dani, ¿otra vez?- pregunté divertida.

-Si, otra vez. Por que yo soy tu mejor amigo, no él.

-Es que no se si compongo bien, tampoco que voy a ir por la vida diciendo "Che, ¿sabes que yo compongo?"- comentario que lo hizo reír.

-No te hablo de eso.

-¿Entonces?.

-De que pensé que me tenias confianza-
apuesto a que...

-Deja de hacer un puchero.

-Basta, de enserio ¿estás espiando?.

-Te conozco demasiado, Ribba.

-Si, claro.

-Te conozco tanto que se que acabas de rodar los ojos y estas sonriendo por que te descubrí.

-No...- mintió- ¿en qué estábamos?.

-No sé- me hice la boluda.

-Ah, ya se. De que pensé que me tenias confianza para contarme las cosas.

-¿Como vos la tenías conmigo para contarme sobre Abril?

Un gran touché.

-Ya llegamos- sentí que cerró la puerta. Abrí la mía y como pude, me bajé.

-Dani- lo llamé.

-¿Que?.

-¿Vos sos imbécil?.

-Algo así, ¿por qué?.

-Me pusiste una fucking venda en los ojos, ¿cómo querés que camine para donde vos vas?.

-Ah, si cierto- sentí que me agarró mi mano derecha y pasó su brazo por mi cintura baja.

Sentí unos escalofríos y se me puso la piel de gallina al sentir su tacto. Me guío hacia un lugar y sentí que abrió la puerta.

-¿Ya?.

-No Roma.

-¿Ya?-insistí para sacarme la venda.

-No bebé.

-Dale Dani, odio las sorpresas por que soy re impaciente y lo sabés.

-Si, ya lo sé. Pero espera un cachito mas- insistió ahora él.

Se sentía mucho ruido, desde cantos de pájaros hasta maullidos de gatos. Jodeme.

-Ahora si, sácate la venda.

Cuando lo hice estaba Dani con un gatito negro y en el otro brazo tenía a un perrito hermosamente blanco, si no me equivoco es un perro de la raza mayormente conocido como "Samoyedo".

-Taaaaraaannn, ¿Me perdonas?.

Se merece un besito, ¿o no?.

No Roma, no caigas.