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🧚🏻‍♂#4 hadas de tierra¡

Las hadas de tierra eran preciosas de una manera única.

Jungkook no había entendido muy bien de qué se trataba, pero Yoongi le contó que cada familia de hadas tenía cuatro líderes.

Las cuatro hadas líderes de tierra tomaban su almuerzo en un jardín personal. Así que las hadas del agua abandonaron la cafetería, decididas, y Jungkook simplemente les siguió muriéndose de los nervios. 

En el camino, Yoongi le prometió enseñarle los dormitorios, pero lo haría luego de pasar a hablar con las hadas de tierra.

Jungkook se había encontrado demasiado nervioso, porque ya había sobrevivido a conocer a las hadas de su elemento, pero no sabía cómo le iría con las otras.

A pesar de haberse asustado un poco, de todos modos terminó notando lo cómodo y relajante que era el ambiente alrededor de las hadas de tierra.

Sus nervios se fueron rápidamente en el momento en que entraron al jardín personal de Tae, un hada para quién cualquier pronombre estaba bien, y esta los recibió con una gran sonrisa curiosamente hermosa a su única manera, como parecía serlo todo acerca de las hadas de tierra.

— No, definitivamente no. No pienso meterme en otra pelea mágica "amistosa", ustedes son cómo niños pequeños que comienzan jugando y al final terminan llorando. — SooYoung se negó a la idea enseguida, parada junto a Chaeyoung con los brazos cruzados.

Jungkook observaba todo desde lejos, paseándose por la sección de rosas que cuidaba Tae, pero no despegando su vista de aquella escena en ningún momento.

No estaba incómodo, pero sabía que no tenía mucho que aportar a la conversación.

Y observando la reacciones de todas las hadas, se dio cuenta de la manera en la que Chaeyoung actuaba cerca de SooYoung. Supuso que a su compañera de elemento le gustaba aquella hada de tierra.

No era que quisiera asumir nada. Pero era bueno notando ese tipo de cosas.

— Sólo no quieres hacerlo porque ahora sales con un hada del aire... Y como ella estará en el otro equipo. — Yoongi parecía querer molestar a SooYoung, ladeando sonrisa burlonas cuando se dirigía a ella.

Jungkook sonrió levemente, negando con la cabeza. No necesitaba horas para ver cómo a Yoongi le divertía aquello.

— Yo digo que lo hagamos. — Seulgi repitió por incontable vez desde que habían llegado —¿Vieron esta quemadura en mi muñeca? Fue la maldita de la Irene.

— Sí, Seulgi. Nos dijiste eso ya como cinco veces.  — Karina le recordó con paciencia.

— Sí, Seulgi. Ya sabemos que la odias. — se adelantó a decir Jihyo, porque sabía que esto era lo que la chica mencionaría a continuación.

— Bueno, dejando de lado la rivalidad y el odio, que no es algo propio de nuestra familia de hadas, por favor Seulgi... — sonriendo levemente, Kim Jennie intervino, regando unas plantas y también observando desde la lejanía —. Yo creo que podría ser divertido y nos uniría más a todas como hadas, sin importar nuestro elemento.

Jungkook no entendía qué podía tener de divertido ni por qué querían luchar mágicamente al estilo de The vampire diaries.

— Sí, yo tampoco entiendo para qué quieren hacerlo. — escuchó Jungkook una grave voz a su lado, seguida de una corta risa. 

Jungkook saltó en su lugar en cuanto vio a Taehyung a su lado, abriendo sus ojos en grande.

¡¿Las hadas podían leer mentes?!

Oh, no. Eso no podía ser.

¿Y si la divina criatura también podía? ¿Entonces sabía lo que Jungkook había pensado al verlo?

¿Ahora cómo iba a tener pensamientos en paz?

¿Qué pasaba si pensaba cosas privadas?

— No me mires así. — Taehyung se carcajeó —. No estoy leyendo tu mente.

— ¿Qué? Pero si acabas de volver a acertar sobre lo que estaba pensando. — le respondió Jungkook, realmente perturbado.

— Puedo leer sentimientos y emociones, no pensamientos. — le explicó Tae —. ¡Qué tonta soy! No debí asustarte así, las hadas son buenas en otras áreas mágicas o hasta con otros elementos. Sólo que no todes podemos desarrollar esas otras partes, y en esta academia sólo se centran en tu propio elemento.

— No, no te preocupes... Gracias por aclarar todo. — suspirando con alivio, Jungkook sonrió un poco —¡No sabes lo vergonzoso que sería que alguien leyera mis pensamientos!

— ¿En qué tanto piensas últimamente? — Tae sonrió de manera pícara.

La divina criatura se le vino a la mente enseguida, aunque Jungkook intentara evitarlo.

— Oh, sentí algo. — le avisó Taehyung, riendo —¿Quieres que te diga?

— No. — Jungkook, avergonzado, negó —. Mejor dime, si la academia sólo se centra en tu propio elemento, ¿cómo se te dan tan bien las emociones?

— Lo he estado desarrollando por mi cuenta, me jode seguir todo lo que la academia diga. — se encogió de hombros Tae, agradablemente —¿Seguro que no quieres que te diga lo que sentí?

Jungkook estaba a punto de responder a eso, pero oyó a Yoongi llamarlo y decir que era hora de irse.

Así que sólo negó, dedicándole una sonrisa a Taehyung a modo de despedida.

Cuando las hadas del agua se retiraron del jardín personal de Tae, sólo Yoongi y Jungkook se desviaron al camino hacia los dormitorios mientras que las chicas regresaron a la cafetería.

Yoongi le contó que no había tenido compañero de cuarto por un largo tiempo, le dio un corto tour por la espaciosa habitación y le mostró la impresionante vista que tenían desde su gran ventanal, pudiendo ver las colinas y los árboles desde ahí.

Luego de enseñarle el lugar, Yoongi se ofreció a acompañarlo a recoger su equipaje en la oficina de la directora Lange, y entonces salieron de ahí para desplazarse por los pasillos nuevamente.

Jungkook no esperó encontrarse a aquella divina criatura nuevamente, pero mientras cruzaba hacia el área del comedor, se lo encontró intentando sacar una golosina de una máquina expendedora, la cual se había trabado totalmente.

Jungkook sabía que había prometido disimular mejor si lo volvía a ver, pero aún estando golpeando violentamente una inocente máquina expendedora, con sus cabellos revoloteando y un rostro lleno de hostilidad, la belleza de la criatura divina lo volvió a sorprender.

— ¡Ja! La saqué. Te gané, hija de puta. — hablaba completamente solo, recogiendo finalmente su golosina, ahora sonriendo de una muy pequeña manera.

Esta vez Jungkook sintió mucha ternura.

Entonces Jimin notó su presencia, porque ya hasta parecía que era imposible que no lo terminara atrapando.

Se miraron por un fugaz segundo, el cual Yoongi cortó inmediatamente al tirar de Jungkook para hacerle apresurar el paso, sin siquiera haberse dado cuenta del momento que había cortado.

Parecía que no dejaría de toparse a la criatura divina, por aquí y por allá.

¿Pero cómo serían las cosas cuando lo tuviera en frente?

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