T r e i n t a

6.2K 907 141
                                    

Caminé hasta las bancas donde estaba Ale.

Se veía tan linda con unos jeans clásicos, y una gran y holgada camiseta negra.

"¡Hey, Ale!" grité, saludándole con la mano.

"¡Diego!" Caminó hasta mí "Que bueno que llegaras" pasó sus manos por su polo.

Hacía eso cuando estaba nerviosa.

También jugaba con su lengua dentro de su boca.

"¿Por qué los nervios?"

Soltó el aire.

"¿Cómo lo sabes?" sus ojos brillaron un poco.

"¿Cómo sé que?"

"Que juego con mis manos o mi lengua cuando tengo nervios"

"Te conozco, aunque no lo creas"

Me ofreció la mano y yo la tomé gustoso.

Me llevó hasta bajo de un árbol.

"Tengo que preguntarte algo"

"Dime"

Volvió a soltar aire.

"¿Recuerdas lo de Rick?"

Intenté no ponerme de mal humor y asentí.

"Eso, nunca fue para él... Era para ti..."

Intenté hablar, pero me detuvo

"Déjame acabar, yo... Te quiero, Diego. Te quiero mucho. Y ahora puedes irte si deseas, si no sientes lo mismo, si crees que esto arruina la amis..."

Entonces, la calle.

No con un beso.

Tapé su boca y le pregunté.

"¿Quieres ser mi enamorada?"

Sus ojos se abrieron a más no poder, mostrando con libertad su sorpresa.

No quería decir más.

Fue muy lindo lo que ella me dijo y me gustaría que quede así.

Sonrió, con mi mano tapando su boca y asintió.

Saqué rápidamente mi mano.

"Sí, Diego, claro que quiero ser tu enamorada"

Suspiré y la abracé.

Para así empezar a escribir nuestra historia juntos...

n/a: Y así, queridos lectores, termina Querida Alexandra.

No olviden que este libro es parte de una saga, así que podrán ver a este par en otras historias. 

¡Gracias por el apoyo!

Querida Alexandra (Uno)Where stories live. Discover now